Dos Saiyajin en un mundo mágico.

Capítulo 1: Un nuevo mundo

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Capítulo 1: Un nuevo mundo

Pasado un día de lo sucedido, Gine comenzaba a abrir los ojos poco a poco, sentándose y mirando a su alrededor, dándose cuenta de que estaba en una recamara y en una cama con varios vendajes en su cuerpo, también se percató de que Gohan estaba recostado en una cama adjunta aún dormido y al igual que ella con varios vendajes en su cuerpo, por la lectura de su Ki, se dio cuenta de que estaba fuera de peligro.

-"Parece que alguien nos ayudó."- Pensaba Gine mientras se volvió a recostar en la cama. -"¿Dónde estamos? No siento el Ki de nadie, ahora que lo recuerdo fuimos absorbidos por algo y después... ¡Tch! Bueno, al menos Cell fue derrotado."- Eran los pensamientos de Gine luego de haber despertado.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos ya que la puerta de la recamara se abrió dejando ver a una niña de cabello azul aproximadamente de la misma edad que ella, la cual se sorprendió al verla despierta, enseguida salió corriendo rápidamente de la habitación dejando confundida a Gine.

-¿Y a esa loca qué le pasa?- Se preguntaba Gine.

Un momento después la niña de cabello azul volvió a la habitación, esta vez acompañada de un anciano, el cual se dirigió hacia ella.

-Veo que despertaste, pequeña.- Decía el anciano con una sonrisa al verla en buen estado. -Mi nombre es Roubaul y soy el maestro de este gremio.- Se presentaba de forma amistosa el maestro Roubaul.

-¿Fue usted quien nos curó?- Preguntó Gine.

-Bueno, a decir verdad yo sólo los encontré, luego los trajimos al gremio y Wendy fue quien se encargó de curarlos.- Respondía el maestro a la pregunta de Gine.

-¿Wendy?- Preguntó Gine.

-Ella es Wendy.- Respondía el maestro Roubaul señalando a Wendy, la cual miraba con una cara de timidez a Gine.

-Que bueno que ya estás mejor.- Respondía tímidamente Wendy.

-Ya veo, gracias por sus atenciones, mi hermano ¿cómo está?- Agradecía y preguntaba Gine a Wendy, ella sabía que su Ki era estable pero quería saber su estado médico.

-¿Hermano?- Preguntaron al unísono Wendy y el maestro Roubaul.

-Sí, Gohan es mi hermano gemelo, soy Gine por cierto.- Respondió Gine.

-Ya veo, es un gusto, Gine, soy Wendy Marvell.- Respondió Wendy. -En cuanto a tu hermano, está fuera de peligro, sus heridas están en un 75% sanadas, ahora mismo sólo queda esperar a que despierte.

-Wendy es una excelente curandera. ¿No lo crees?- Dijo alegremente el Maestro mientras Wendy se sonrojaba y apenaba por el comentario de su maestro. -Puedes estar tranquila, si quieres descansar un poco más, hazlo, que aún no estás del todo recuperada además de que ya es de noche, así que descansa y hasta mañana.

-Bien, gracias de nuevo.- Mostraba gratitud Gine mientras se retiraban Wendy y el maestro Roubaul de la habitación y Gine se volvió a recostar pensando en lo sucedido y sin darse cuenta quedándose dormida.

A la mañana siguiente.

El sol comenzaba a salir cuando repentinamente Gohan abrió los ojos como si se le hubiese olvidado la cartulina, sentándose y mirando a todos lados dándose cuenta de que estaba en una habitación y en una cama vendado de sus heridas.

-¿Eh? ¿Dónde estoy?- Se preguntaba Gohan tratando de ubicarse.

-No estamos en casa, Gohan.- Se escuchó una voz bastante familiar para el Saiyajin.