Inattendu ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

06

Mientras iban en aquel vehículo, JungKook quedaba admirado de la belleza de cada parte de aquel lugar. Siendo una mezcla de lo tradicional, lo veraniego y lo moderno; era realmente incluso más maravilloso que algunas islas en Grecia que tenían fama de ser hermosas. Miró al hombre a su lado, ese que dentro de poco sería su esposo.

No sabía como empezar a hablar con él, pues sabía que si quería que su pequeño naciera y creciera en un buen ambiente, lo mínimo que debía hacer era llevarse lo mejor posible con aquel hombre por el que dudaba sentir algo que no fuera atracción.

—Entonces...—se animó a hablar, mientras el rubio miraba con atención al chico—. ¿Cuáles son las obligaciones que debes cumplir como príncipe?

—Pues, debo estar viajando a cerrar tratos, a fomentar el turismo al país—aclaraba mientras miraba hacia su tableta, la cual le mostró a JungKook que tenía casi llena de cosas que hacer—. Atender las necesidades de mi pueblo, además de hacer obras de caridad. Claro que, ahora con esto de nuestro repentino compromiso, empezarás a hacer algunas cosas conmigo.

—Suena más a que eres una especie de embajador u hombre de negocios a un príncipe heredero—observaba con rapidez, mientras miraba la agenda y soltaba un suspiro—. ¿Con qué se supone que te debo ayudar? Mejor dicho, ¿qué debo hacer?

—Se puede ser de todo, el primer real es primero antes que todo y aún más, el deber con uno mismo—miró el vientre de JungKook, pensando en el hijo de ambos que aún no nacía pero que eso representaba—. Tengo mis negocios privados, obviamente, pro me han educado a ser responsable antes que todo con mi nación y la corona real. Y eso mismo quiero transmitir a nuestro hijo.

JungKook se quedó en silencio, pensando en que quizá su deber con su hijo era darle un padre. Uno que él no tuvo y sabía lo difícil que era no tenerlo, ¿en qué estaba pensando al hacer todo esto? Si bien había estado acogido bajo el seno de una familia con estabilidad demasiado buena, con una casa grande y con un jardín precioso, no había sido nunca suficiente para un vacío afectivo.

Y, viendo ahora como el palacio parecía ser más de lo que se había imaginado, no sabía cómo sería la infancia del pequeño en su vientre. Entonces una idea estúpida se le vino a la mente, sonriendo ante la ocurrencia de que su pequeño hiciera quizá la misma pregunta y que, como él, tuviera esa curiosidad. TaeHyung le miró curioso, mientras que el menor se sonrojaba ante aquello.

— ¿Sucede algo? —indagó TaeHyung con su voz grave, haciendo que JungKook le mirara avergonzado—. ¿Necesitas algo?

—No, yo solo... me preguntaba si en este palacio, ya sabes—TaeHyung le miró sin entenderle nada, haciendo que JungKook se sintiera acalorado por la vergüenza—. Si había mazmorras, fosos y esas cosas en alguna habitación oculta.

Para el asombro de JungKook, el de cabellos rubios soltó una risa divertida, haciendo que el de cabellos castaños sintiera como se convertía su corazón en lava ardiente que recorría su cuerpo hasta acumularse en el estómago y cuello.