Capítulo 6
Un pasado que duele
-¡quédate quieta un segundo más y termino!
Ya había pasado dos semanas desde que me recupere de mi enfermedad y si bien al principio me sentía incomoda porque la ama no me dejaba hacer ningún esfuerzo para no caer enferma de nuevo. Yo quería recompensarla por haberme cuidado por lo que ahora estaba siendo su... "maniquí". Estoy quieta mientras uso uno de los hermosos vestidos que mi ama que está terminando, mientras ella termina los últimos toques. El vestido es un encargo de un cliente importante y me dijo que mi físico era muy parecido al de la hija su cliente.
-Un toque más... ¡y listo! –dijo mi ama mientras guardaba los alfileres.
Me quede viéndome al espejo y parecía que no era yo, con ese lindo vestido de color azul y plata. Estaba lleno de vuelos y una gran rosa de color azul sobre el hombro izquierdo. No era yo la que estaba en el espejo, sino una princesa.
-Te ves como una princesa, creo que hare un vestido igual para ti –dijo mi ama emocionada.
-No... no es necesario –la verdad me sentía avergonzada, no merecía un vestido así de hermoso.
Parecía que mi ama me iba a decir algo cuando en ese momento alguien entro a su tienda. Mi ama fue a atenderlo mientras yo me quitaba ese vestido. Mientras lo hacía pude escuchar la conversación entre el cliente y mi ama, la cual me hizo preocuparme un poco.
-Oh vaya, trajiste los documentos ¿quiere pasar a tomar una taza de té, querido?
-Sí, será un placer.
-Oh pequeña, me haces un favor y puedes preparar un poco de té para tres –dijo mi ama al verme.
-Si, como desee señorita.
Y fui a la cocina a preparar el té, mi ama me había enseñado a prepararlo como a ella le gustaba, con unas gotas de jugo de limón. Cuando el te estuvo listo, lo lleve junto a tres de las elegantes tazas que tenía mi ama en la cocina, junto con una bandeja de galletitas dulces que mi ama Aurelia compro hace unos días atrás. Mi ama estaba sentada en uno de los de la sala, al lado de ella estaba un hombre alto, un poco más joven que ella y vestido como un militar, me inquieta un poco. Sirvo el te y doy una taza a cada uno cuando me percato de la tercera taza, pues contando al invitado y mi ama, serian solo dos personas...
-Señorita Aurelia ¿Para quién es la tercera taza?
-Para ti pequeña –dijo riendo levemente- sírvete y siéntate que esta conversación es importante para ti
Aunque la verdad no me correspondía estar entre mi ama y su invitado, sentía curiosidad por qué esa conversación me era importante para mi ¿acaso mi ama querrá venderme? La duda me empezaba a asustar. Me senté al lado de mi ama, me sentía muy nerviosa, no sabía lo que me pasaría.
-Pequeña, te presento al teniente Anderson. Él nos va a ayudar a arreglar tu situación.
-Buenas tardes señorita, mi nombre es Raymond Anderson, teniente Anderson. Pero puedes llamarme Ray –dijo esa persona con gentileza, no me agrada.
-Señorita Aurelia... ¿usted me va a vender?
Pregunte con miedo, cada vez que un amo se reunía con otras personas, siempre terminaba siendo vendida. ¿Por qué seria hoy diferente? Entonces mi ama volvió a acariciar mi cabeza mientras me sonreía.
-No tontita, ¿Cómo crees que te vendería? Este caballero nos ayudara a arreglar tu documentación.
-Sí, veras –dijo el teniente- No sé si sabes pero la esclavitud en esta región es ilegal, por lo que deberías ir a una institución para reinsertarte a la sociedad.
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Teaching Feeling - Another Story
Fanfiction¿que hubiera pasado si el doctor rechazaba adoptar a Sylvie y otra persona la adopta?