Capitulo 13: Mirar con otros ojos

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Capítulo 13

Mirar con otros ojos.

Ha pasado unos días desde que llegue a la casa de mi hermana Aurelia, la verdad la extrañaba sobremanera. También la otra razón de venir a visitarla era conocer a la niña que Aurelia adopto. Sylvie resulto una chica maravillosa, tierna, atenta y dispuesta a aprender. Debo ser sincera, cuando Aurelia me conto sobre Sylvie, me entro demasiada desconfianza, sobre todo por ser una esclava. Pero al pasar de los días, esa niña me demostró que mi desconfianza era mal fundada, y no solo eso, también se fue ganando mi confianza y mi cariño. De hecho, si pudiera llevármela a casa lo haría, aunque me metería en problemas con mi marido ja.

Aurelia me conto que a Sylvie le gustan las cosas dulces, por lo que me dediqué a preparar diferentes postres para ellas: budines, muffins, flanes, pasteles... muchas recetas ricas y simples, y la pequeña puso mucha atención para aprender a hacerlas. Creo que antes de volver a mi casa, le tomare una prueba para ver si aprendió el procedimiento correctamente.

Pero al pasar de los días note algo peculiar en Sylvie; ella siempre estaba tratando de seguirle el ritmo a mi hermana. Además siempre estaba a su lado, aunque siempre respetuosa y sin ser demasiado asfixiante, igual noto que mi hermana disfruta de la compañía de Sylvie. La otra cosa que note fue la mirada de la niña, la mirada de Sylvie estaba llena de amor. Eso me da curiosidad.

Aproveche que invite a Sylvie a preparar un pastel de frutas para poder hablar con ella más en privacidad. Mientras estábamos en medio de la preparación para empezar con mi "investigación".

-Oye Sylvie ¿puedo preguntarte algo? –dije inocentemente.

-Sí, claro –contesto algo confundida.

-¿Pensaste que hacer cuando seas más grande?

-Bueno... yo ¡quiero hacer ropa hermosa como la que hace la señorita Aurelia! –me contesto con mucha seguridad.

-Vaya ¿y puedo saber porque razón quieres ser diseñadora como mi hermana?

-Bueno yo... -se quedó pensando la respuesta- La ropa que hace la señorita Aurelia hace sentir bella y feliz a las personas... -quedo algo melancólica después de decir eso pero continuo- a mí me hizo sentir bella cuando sé que no lo soy...

-¿Por qué dices eso? Si tu eres muy linda.

-Señorita Esmeralda... usted sabe que no es así –Sylvie se puso muy triste mientras se tocaba el rostro, donde estaban esas feas cicatrices- Yo... yo tengo estas cicatrices que siempre me recuerdan lo que soy... una fea e inútil esclava... -quise decir algo pero Sylvie continuo hablando- mi ama... digo la señorita Aurelia siempre me trato como una chica normal y me enseño a vivir como una chica de sociedad... ella me hizo sentir bella por dentro y por fuera... ¡por eso yo quiero ser como ella!

La vi con ojos diferentes ahora, Sylvie siente mucha admiración hacia Aurelia, lo es normal, pues ella la salvo de muchas maneras y creo que es lógico que esta chica quiera seguirle los pasos a mi hermana, aun así...

-Sylvie... ¿y que sientes por Aurelia?

La pequeña se quedó mirándome algo asombrada por la pregunta, creo que ni ella sabía la respuesta.

-Veamos, vamos a hacerlo más fácil para ti... ¿te gusta vivir con ella?

-Sí, ella me trata bien y me cuida mucho

-¿Te gustar pasar tiempo con ella?

-Si...

-Entonces la quieres...

Sylvie me miro y después cerro los ojos mientras llevaba sus manos a su pecho como queriendo atrapar su corazón, y allí me respondió tiernamente con un "si... la quiero mucho". Se quedó un rato así, hasta que se dio cuenta de sus palabras y se puso la cara colorada como un tomate. Yo fui a abrazarla para que se calmara, parecía que darse cuenta de sus sentimientos fue mucho para ella.

-¡Por favor! ¡No le diga nada a la señorita Aurelia! –murmuro Sylvie, aun teniendo las manos sobre su rostro.

-¡tranquila pequeña! Además yo sé que mi hermana te quiere mucho

-¿Usted... lo cree?

-Claro, ella me ha contado lo mucho que se ha encariñado contigo, te considera como una pequeña hermana.

Sylvie se quedó algo sorprendida por lo que le dije, capaz que solo pensaba que mi hermana solo la tenía viviendo con ella por caridad, quizás eso fue al principio pero sé que ahora le tiene un cariño enorme. Entonces ella se me puso en frente y con una gran seguridad me dijo:

-¡Enséñeme a cocinar como usted, señorita Esmeralda! ¡Quiero hacer platillos deliciosos para la señorita Aurelia! ¡Es lo menos que puedo hacer para agradecerle todo lo que me ha dado!

Ahora lo entiendo, esta niña tomo a mi hermana como su fuerza vital, Aurelia es la razón que Sylvie tiene para seguir adelante, hermana ¿en qué te metiste? ¿Estarás consiente que si te llega a pasar algo, la mente de Sylvie se desmoronara? Pero, vuelvo a mirar a Sylvie y veo la determinación en sus dos grandes ojos y no pude decirle que no. Si, decidí a hacer a Sylvie mi aprendiz en la cocina. Pero antes, necesitaba saber que sentía mi hermana por Sylvie.

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Tuvimos una gran cena hoy, después de hacer el pastel, la señorita Esmeralda y yo preparamos la cena. Ella es muy estricta en lo que respecta en la cocina pero sabe explicar bien, pues me enseño todo lo necesario para poder moverme bien a la hora de cocinar. Me enseño lo básico; a manejar los cuchillos, efectuar los cortes de cada ingrediente, tiempos y tipos de cocción, incluso como acomodar la comida en el plato ¡hasta eso tiene su método de hacerlo!

Aun así, la cocina tiene algo en común con hacer hermosa ropa: hace feliz a las personas. Cuando haces un platillo a esa persona que es la más importante para ti y lo encuentra delicioso, te llena de felicidad. No es que quiera dejar mi sueño de ser diseñadora como mi ama Aurelia, pero la verdad la cocina también me gusta. Si no fuera diseñadora, me gustaría ser cocinera.

Después de cenar, estuvimos un tiempo en la sala, reposando la comida. Estaba leyendo un libro de cocina que la señorita Esmeralda me regalo para poder seguir aprendiendo a cocinar cuando ella regresara a su casa. Igual pude notar que mi ama y su hermana conversaban, pero la conversación se supo algo tensa diría... pues mi ama me miro seriamente y después se retiró a su habitación. La señorita Esmeralda me miro con algo de tristeza y también se retiró a la habitación de mi ama, dejándome sola. No sabía que pasaba pero parecía que era algo grave.

Sé que no debería pero mi curiosidad fue más fuerte y fui lentamente a la habitación de mi ama, apoye el oído sobre la puerta e intente escuchar lo que decían.

-No quiero hablar más de eso Esmeralda.

-Yo creo que es lo mejor, ella tiene talento.

-Lo sé, ella aprende muy rápido y solo necesitas explicarle eso una vez pero...

-Solo será un año ¡y te la devolveré como una gran cocinera!

¿Qué? ¿La señorita Esmeralda me quiere llevar con ella? ¿Me van a separar de mi ama?

-Ya te dije que no... ella ¡no soportaría estar lejos de mí! ¡Aún no está lista!

-Eso no lo sabes...

-Esmeralda...

-Eso... debe decidirlo ella ¿no crees?

Yo... deje caer el libro que tenía en mis manos y fui a mi habitación, me senté en la cama y quede mirando al vacío. Yo no podía creer que la señorita Esmeralda quisiera llevarme con ella... o sea, sé que me gustaría aprender a cocinar como la señorita Esmeralda, pero no quiero... no quiero separarme de mi ama... ¡no quiero!

Me eche a llorar, no sé porque lloro tanto por separarme de mi ama pero... yo no...

Teaching Feeling - Another StoryWhere stories live. Discover now