Capitulo 18: La oscuridad

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Capítulo 18

La oscuridad

-JAJAJAJAJAJAJA.

-¿quieres ser seria una vez en tu vida?

Estaba en el restaurante de Nephy, salí muy temprano para hablar con ella. Todavía tenía la cabeza dando vueltas y necesita descargarme con alguien, y para bien o para mal con la única persona con quien podía hablar es con mi loca (muy loca) amiga Nephy. Aunque ahora que lo pienso, ella es en parte culpable de la situación de anoche. El restaurante estaba cerrado, los empleados que tiene Nephy preparaban todo para abrir más tarde, por lo que ella y yo pudimos hablar sin interrupciones.

-Lo siento, lo siento... pero te lo advertí ¡y sobre advertencia no hay engaño!

-Si me lo dijiste ¡pero nunca espere que convirtiera a mi niña en una violadora serial!

-No exageres rubia, el vino solo ayudo a que surgieran los verdaderos sentimientos de ambas. –afirmaba mi amiga.

-Solo dices tonterías, solo... estábamos ebrias... -afirmaba con poca firmeza.

-No son tonterías. Mi papá me conto que a ese vino es perfumado con una extracto de una rara flor rosa que crece en las montañas. Según las malas lenguas dicen que tiene propiedades afrodisíacas, mi papá me decía que con este vino me concibieron.

-¿A quién se le ocurre poner algo afrodisiaco a una bebida?

-Quien sabe –decía mi amiga- Pero lo que es verdad es que el vino saco lo que sentían entre ustedes dos.

-¿A qué te refieres?

-Me parece increíble que aún no te dieras cuenta que Sylvie tiene fuertes sentimientos hacia ti. Ella te ama mucho.

Ese comentario golpeo fuertemente en mí, si fuese el caso, eso explicaría lo que ella hizo anoche pero ¿acaso yo también?

-Y por lo que veo, tú también tienes fuertes sentimientos hacia ella. –El rostro de Nephy llevaba una extraña sonrisa.

-Nephy... me asustas

-Te conozco rubia, no eres alguien que deje entrar a cualquiera en tu vida. Pero desde que esa pequeña empezó a vivir contigo, tus ojos brillan como el sol del verano. Tu también la amas mucho. –mi amiga se me acerco pero ya con una expresión dulce y me miro a los ojos- Aurelia... te enamoraste de Sylvie.

¿Me enamore de Sylvie? ¿Será así? Digo... sé que ella es mi luz y yo no podría vivir sin mi pequeña... pero está mal... no sé qué pensar...

-Tranquila Aurelia, Sylvie también te ama mucho además ¿no eres tú la que le dijo a la chica del parche que "si hay amor, siempre valdrá la pena."?

Mi amiga es una completa demente pero cuando habla seriamente es muy directa y sincera. Cuando la pequeña Aiko vino a la tienda preocupada porque había descubierto sus sentimientos hacia su amiga, hablamos largo y tendido, y al final le dije esas palabras: "si hay amor... siempre valdrá la pena", entonces lo comprendí y sonreí.

-Supongo que debo hablar con mi pequeña ahora... -dije con seguridad, supongo que ya tenía clara mis ideas- Gracias Nephy.

-Para eso son las amigas –me respondió Nephy, mientras tomaba un paquete de detrás del mostrador- te voy a acompañar para que no metas la pata. Además quiero llevarle a Sylvie unos muffins de chocolate que tanto le gustan.

-Ok, vamos entonces.

Así salimos juntas hacia mi tienda, y mientras conversábamos de todo tipo de cosas, yo iba reflexionando de todo lo ocurrido. Debo admitir que me siento ansiosa, como si fuera la primera vez que me fuera a declarar a una persona, casi como una adolecente. Ni siquiera en mis tiempos de juventud me sentía así. La distancia entre el restaurante y mi tienda se me hizo increíblemente corta, pero al llegar note algo que estaba fuera de lugar: la puerta de la tienda estaba abierta y uno de los cristales que estaba en la puerta estaba destrozado. Entre a la tienda con una evidente preocupación, y me encontré la tienda desordenada, con maniquís y ropa por todos lados: Me preocupe al no ver a mi niña así que sube rápidamente hacia el segundo piso, pero no la encontré.

-¡AURELIA! ¡VEN RAPIDO!

Mi amiga grito con desesperación, y baje rápidamente a la tienda donde la encontré tratando de ayudar a alguien que estaba en el piso. Al acércame vi que era Aiko que estaba desmayada detrás del mostrador de la tienda. Le pedí a Nephy que llamara al doctor del pueblo mientras yo la podía un poco más cómoda.

-Aiko, pequeña... despierta por favor... -suplique con desesperación.

-Ahhh ¿Qué...? ¿se... señorita... Aurelia...? –Aiko por fin despertaba, aunque le costaba hablar- ¡Lo... lo siento mucho!

-Tranquila Aiko, solo trata de descansar...

-¡Perdóneme, perdóneme! ¡No pude evitarlo! –decía la pequeña Aiko llorando, no sabía lo que estaba hablando.

-¿Qué dices? No te entiendo.

-¡Sylvie! ¡Se la llevaron! ¡Vinieron unos hombres y se la llevaron! –Gritaba mientras no dejar de llorar -¡Quise evitarlo pero me golpearon! ¡No pude hacer nada! ¡Lo siento mucho!

En ese momento Nephy entraba con el doctor para revisar a Aiko, mientras yo empezaba a llorar con desesperación. Mi amiga no sabía lo que pasaba hasta que le conté lo que había pasado. El doctor me escucho y también quedo impactado, el mismo tomo el teléfono y se comunicó con el teniente Anderson, quien no tardó mucho en llegar a la tienda con muchos soldados, quienes empezaron a revisar la tienda. Yo estaba aún en shock por lo que Nephy se hacía cargo de la situación, luego ella me informo que Aiko sufrió una fuerte confusión causada por un fuerte golpe, por suerte no estaba grave pero permanecería internada por unos días. Aiko le conto al teniente que había ido a la tienda a ver a mi pequeña, y mientras ellas conversaban, aparecieron un hombre alto y rubio acompañado con otros sujetos. Al verlo, Aiko noto que mi pequeña se paralizo de miedo. Este sujeto tomo a mi niña del brazo y quiso sacarla de la tienda, Aiko se le tiro encima para ayudar a Sylvie pero los otros sujetos la atacaron, por eso se culpaba de no poder evitar que se llevaran a mi niña.

-Escúcheme señorita Aurelia, ¡moveré mar y tierra hasta encontrar a la señorita Sylvie!

-¡Por favor teniente! ¡Por favor regrésemela! –dije llorando. ¡Dios! Siento que la vida se me va.

-No se preocupe, solo le pido que cualquier información me lo hagan saber –exclamo el teniente antes de marcharse con sus hombres, solo dejando un guardia que custodiaba la tienda.

Nephy decidió quedarse conmigo mientras esperábamos noticias de mi pequeña, la verdad agradezco a Dios en tener una amiga como ella. Pero en este momento solo quería a mi Sylvie en mis brazos de nuevo.

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Desperté en un lugar oscuro, frio y sucio. Me encontré encadenada a mis manos y sujeta a la pared, ¡dios mío! Pensé que jamás volvería a sentir este temor, esta pesadilla. Me hizo dudar que todo lo que viví con mi ama Aurelia sea real, hasta que logre verme el vestido, era uno de los que me dio mi ama. Mire a mi alrededor y trate de averiguar dónde estoy, y aunque no logre encontrar algo que me ayudara, el lugar no era como el calabozo que me encerraba mi amo anterior, pero igual de aterrador. La oscuridad invadía el lugar y siento que vida como esclava volvía a empezar...

Teaching Feeling - Another StoryWhere stories live. Discover now