Capitulo 3: Comienzo de una nueva vida

222 13 1
                                    


Capitulo 3
Comienzo de una nueva vida.

Me despierto algo desconcertada, no logro ubicar donde estoy por unos segundos hasta que recuerdo todo lo que paso: Fui acogida por una señorita muy bella pero también muy extraña durante la tormenta. No solo me dio comida deliciosa, sino también ropa cómoda para dormir y un lugar para quedarme. El cuarto es lindo, parecido como el cuarto de la hija de mi antiguo amo.

Me levanto lentamente de la cama, aunque la verdad no quería hacerlo ¡estaba muy cómoda! Era la primera vez que dormía en una cama, toda mi vida la pase durmiendo en el suelo, pasando frio, pero ya no, al menos eso será estos días. La señorita que me acogió, me dijo que me cuidaría hasta ser una dama de sociedad, aunque no sé qué es eso. Yo la veo como mi nueva ama, aunque a ella no le guste que la llame así.

Ordeno la cama y limpio rápidamente el cuarto y salgo hacia el salón donde espero sentada en el sofá a que mi "ama" me de alguna orden. Ella no tardo tanto en salir de su habitación y se dirigía al cuarto de baño cuando me ve.

-Oh, buenos días pequeña ¿descansaste bien? –me pregunto con una sonrisa.

-Buenos días a... señorita Aurelia. Si, descanse bien –le respondí firmemente, aunque no sabía por qué- Es la primera vez que duermo sobre una cama ¡me gustó mucho!

-Me alegro mucho pequeña. Ahora voy a asearme y enseguida preparo el desayuno, espérame ¿sí?

Me acaricio la cabeza un poco y fue hacia el cuarto de baño. Aun no se por qué ella me trata tan... ¿bien?, digo, solo he conocido el maltrato y el dolor, y ahora que sea trata como una persona normal me hace sentir confundida ¿acaso ocultara sus intenciones? ¿Acaso pensara golpearme cuando haga algo malo? No parece que la ama Aurelia sea mala pero no puedo bajar la guardia, no quiero ilusionarme de algo y ver que todo era mentira.

Al poco tiempo estuvimos desayunando, creo que eran huevos con tocino, pan tostado y té caliente con leche. Todo estuvo delicioso. Mientras la ama levantaba los platos sucios, le pregunte si podía ayudarla en algo, porque como esclava no me puedo permitir permanecer quieta y dejar que la ama haga todo el trabajo. Dudo un poco pero ella me permitió hacer los quehaceres de la casa: limpiar, barrer y lavar los platos. Después de lavar los platos, mi ama me pidió seguirla a su tienda, la cual estaba en el piso de abajo. La vi moverse entre las torres de ropas que ella tenía en su negocio y volvió con mucha ropa para mí. Antes que pudiera decir algo ya estaba vestida con un hermoso vestido color azul y blanco, también me puso ropa interior, medias color blanco y zapatos negros.

-Pequeña ¡te ves divina! ¡Como una princesa! –Dijo la ama emocionada.

-Yo... este vestido se desperdicia en mi... no merezco usarlo –realmente me sentía incomoda, no sé cómo me atreví a decírselo.

-Nada, nada pequeña ¡ninguna jovencita que este a mi cuidado estará vestida como una pordiosera! –Me respondió firmemente- Además te ves divina, creo que te usare como modelo más adelante.

-Este... yo... como diga...

La verdad no pude negarme a lo que ella quería, ya me había dado demasiado para poder negarme a sus deseos.

-Pequeña, ahora debo ir a abrir la tienda pero volveré a la hora del almuerzo ¿sí? –me dijo mientras me acariciaba el cabello, aun no sé porque lo hace. –Espérame arriba ¿quieres?

-Como ordene señorita –y subí en silencio mientras escuchaba como mi ama estaba preparando todo para abrir su local.

Pase la mañana barriendo y limpiando la sala, siempre en silencio, para no molestar a mi ama. En un momento me quede viendo mi reflejo en un gran espejo que hay en la sala. La imagen que veía me parece imposible de creer que fuera yo, vestida así parecía que no era una esclava, parecía a una chica de sociedad excepto... por esas cicatrices que me decían a gritos "eres una esclava, nunca lo olvides", y como olvidarlo, era mi marca.

-Una moneda por tus pensamientos.

-¡¡¡¡Ahhh!!!!

Grite asustada al escuchar la voz de mi ama, estaba tan absorta viendo mi reflejo en el espejo que no la sentí acercarte detrás mío. Cuando la mire asustada, la observe sonreír dulcemente como ella lo hacía siempre. Creo que ella también noto que yo estaba perdida en mis pensamientos.

-Una moneda por tus pensamientos –volvió a decir.

-Este... no dinero... lo siento –respondí con vergüenza, era lógico que debía pagar por estas ropas ¿podría hacerlo con trabajo?

-Tranquila, solo es un viejo dicho popular –me decía sonriente- Solo quería saber que tanto te veías al espejo ¿de verdad te gusto el vertido?

-Este... si, mucho... ¡muchas gracias señorita!

-Me alegro mucho pequeña –me dijo sonriendo mientras me acariciaba el cabello, aun no entiendo aun porque lo hace- Bueno, es hora de preparar el almuerzo, tengo algo de hambre ¿y tú?

Mi ama preparo algo simple pero muy delicioso, parecía un guisado con vegetales y carne, nunca había comido carne pues mi antiguo amo decía que las sobras eran para los cerdos y no para una esclava como yo. Después ella volvió a su tienda mientras yo lave los platos y seguí limpiando el resto de la casa. Cuando la noche llego, volvió a subir y preparo la cena, creo que era una sopa de pollo y pasta, la cual no solo me resulto deliciosa sino bastante reconfortante, cuando reposábamos la comida en la sala, mi ama me preguntaba cosas como de mi pasado, yo le contaba poco como fue como me hicieron mis cicatrices, o como era tratada. No me gustaba mucho recordar eso, por lo que le respondí lo justo y necesario. Cuando me sentía más incómoda, mi ama me contaba cosas de su vida. Realmente ella vivió una vida muy interesante. Poco después fuimos a dormir, y recostada en mi cama pensaba lo difícil que me era poder creer que esto no era un sueño, que esto era verdad...

Ojala pueda dormir hoy...

Teaching Feeling - Another StoryWhere stories live. Discover now