Capitulo 27

77 15 6
                                    

Desperté como de costumbre antes de que sonara el despertador con Sebastien pegado a mi cuerpo y su rostro hundido entre mi cuello y mi cabello, me era imposible moverme por el agarre posesivo en mi cintura así que no lo hice, ni siquiera lo intente solo me quede sintiendo su cuerpo cálido y fuerte, su respiración calmada y contemplando todo este tiempo el precioso anillo en mi dedo.

Es una locura el habernos casado así sin más pero no tengo ni una pisca de arrepentimiento por que las cosas son así de simple, el es mio, completa y solamente mio, eso es lo que realmente importa. A final de cuentas no me apetecía una gran fiesta, no tengo tantos amigos así que así como fue, fue perfecto.

Creí que estaba destinada a estar sola, yo sabia que Pía en un punto realizaría su vida con alguien ya que la Italiana era de cascos ligeros y era un echo que se enamoraría y me dejaría y esta muy bien, es normal, se lo merece. Gracias a dios, al universo y a sus padres, hoy Sebastien esta aquí con migo y aun no se que carajos hice para mercarlo por que seamos sinceros, no e sido la mejor de las personas.

Tengo un sinfín de defectos emocionales, mentales y hasta sociales, pero a mi capitán no le importa ni uno solo de esos defectos, de echo se ríe de ellos y eso hace que lo ame aun más. Ayer cuando le dije mi sentir frente a el capitán del yate intente que sintiera cuán real eran mis palabras por que no mentí en ninguna de ella.

Todos estos pensamientos solo me hacen recordar que esta a nada de irse, serán meces difíciles para mi pero lo soportare por que volverá, lo a prometido y si no cumple soy capas de ir al más haya a reclamarle por dejarme botada.

-¿Te a gustado?.- pregunta con la voz adormilada, se remueve apretando más mi cintura. Besa mi hombro haciéndome cosquillas con tu barba.

-Mucho, de verdad mucho.-

-¿Estas bien?.

No, estoy muriendo por dentro por que te vas, eso quisiera decir pero no lo hare, no quiero que se marche sintiéndose mal por mi.

-Si, yo solo pienso que no te di un anillo.- en parte es verdad, sonríe.

-Compre ambos pero estaba nervioso, emocionado y tu te mirabas tan hermosa que me olvide de el.- comienza a repartir besos en mi hombro.

-Comprare uno.- digo más para mi que para el.

-Eh dicho que si tengo una sortija.

-Y te oí pero igual comprare una y te la daré cuando estés de vuelta.

Esa palabra de nuevo hace que me duela el estomago.

-¿Solo eso me darás cuanto este de vuelta?.- besa mi cuello, frota su erección matutina contra mi trasero provocando que suelte un suspiro.

Mete su mano por debajo de las sabanas y acaricia mi pierna hasta llegar a la rodilla, hace que la flexione hacia arriba quedando en una buena posición para dormir, de echo es mi favorita, si hace lo que creo que hará definitivamente amare esta posición. El despertador comienza a sonar interrumpiendo lo que ya me estaba saboreando, le habiente una almohada para que se calle y lo logro, jamás volverá a molestarnos por que lo e quebrado.

-Que agresiva.- dice riendo.

-Eso le pasa por molestar, y ¿A dónde vas?.- pregunto cuando lo veo levantarse de la cama. -Creí que íbamos a...-

Se carcajea, debe ser una broma, lo golpeare.

-No se de que hablas, iré a ducharme.- me giña un ojo antes de entrar al baño.

Que demonios, el no puede dejarme así. Me levanto rápido de la cama y lo sigo a la ducha, ya estoy desnuda si me meto con el podríamos ahorrar agua.

El Camino CorrectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora