Capitulo 25

111 15 47
                                    

El fin de semana se fue corriendo super rápido, no visite a nadie de echo no salí de mi apartamento, vaya contrariedad con mis acciones ¿cierto?. Sebastien y yo la pasamos prácticamente desnudos por dos días, esa y solo por esa razón no abandone mi hogar, se puede decir que lo secuestre. Vimos una y otra vez la que ahora decreto como mi película favorita, "la secretaria".

Es raro como mi cuerpo reacciona al ver las escenas donde Edwar Grey azota a su secretaria, con algo de pena tengo que admitir que me excita y eso nunca me había pasado con un filme.

-Me gustaría probar la sumisión.- digo antes de llevarme el primer bocado a la boca.

Mi sexy capitán y yo estamos almorzando en un pequeño restaurante cercano a la oficina, se supone comeríamos rápido por que tengo que hacer una visita no muy grata pero cuando estamos juntos las horas pasan tan rápido que se nos hace tarde para todo. Sebastien casi se atraganta con el agua por mis palabras, tiene ataque de tos, no se lo esperaba supongo.

-¿No te basto con la golpiza que te dieron?, aun puedo ver los moretones.

-No vas a matarme, solo un par de nalgadas, ya sabes algo intenso.- muevo mis cejas asiéndolo reír.

-Si es lo que quieres, azotare ese bonito trasero tuyo.- sonrió mordiendo mi labio inferior, el como lo a dicho me provoco que apretara las piernas involuntariamente cosa que notó.

-Estupendo.- meto más comida a mi boca.

Me pone nerviosa que me observe tanto, me hace torpe y no me gusta sentirme así por lo que intento ignorarlo pero esos ojos verdes son insistentes, no queda más que regresarle el acto. Clavo mis orbes en los suyos hasta que habla.

-¿Cómo haremos esto?.- pregunta en tono serio.

-¿Cómo haremos que?.- pregunto masticando, suspira.

-Sabrina, el niño, tu y yo.-

No se por que luce algo afligido, nos tardamos un poco en tocar el tema pero para mi es más simple de lo que parece.

-Bueno, si resultas ser el padre vas a encargarte de el, atenderlo, conocerlo, quererlo, el tiene que ¿nueve años?.- asiente. -Es más que consiente que sus padres no estan juntos por equis motivo, hablas con el y le das una explicación adecuada de su situación. Sabrina puede irse al carajo y tu y yo estamos a nada de comenzar un juego de sumisión que me muero por probar.

-¿Se te ocurrió todo eso ahora o ya lo tenias planeado?.

Sonrió.

-Esta en mi mente desde hace unos días.- confieso y es su turno de sonreír, se inclina para besarme.

[....]

Compruebo que la dirección que tengo frente a mi es la misma que esta anotada en el post-it rosa fosforescente antes de avanzar hacia el edificio que no es muy grande pero si bonito. Subo por las escaleras hasta el tercer piso y recorro el pasillo buscando el numero 205. Acepto que tengo algo de curiosidad o incluso nervios por lo que vengo hacer, pero en fin, es mi trabajo. Ya frente a la puerta respiro hondo y toco el timbre antes que mi lado loco no me deje hacerlo.

Soy abogada, eh venido como abogada. Soy abogada, soy abogada》 repito en mi mente para mi misma.

No tuve que esperar tanto para que la puerta se abriera, un niño de entre nueve y diez años es quien a atendido mi llamado. Ojos verdes, cabello castaño claro y una pequeña sonrisa coqueta digna de un Mcdaniels.

-Hola, ¿Qué se te ofrece?.- saluda amable, no a quitado esa sonrisa que me resulta tan familiar.

-Buenas tardes hombrecito, mi nombre es Amber, ¿Se encuentra tu madre?.

El Camino CorrectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora