Capitulo 21

110 13 29
                                    

-¿Hoy tampoco iras trabajar?.- pregunta Pía abotonando su bata blanca.

-No.- respondo con una suspiro.

-Amore pareces un vegetal, no te vez bien.- dice afligida.

Hace dos días que prácticamente termine con Sebastien y hace dos días que no voy a trabajar, llame y dije que estaba enferma. No es que este evitando verlo solo sentí necesario tomarme estos días, el se a intentado comunicar con migo en mas de diez ocasiones pero no e tomado ninguna de sus llamadas.

Mi amiga no a dejado de regañarme por lo que hice, casi de la un ataque cuando le conté todo sobre esa Sabrina, entiendo su punto de vista pero tenia que hacerlo, el necesita aclarar su mente y darse cuenta que es lo quiere, podrá parecer exagerado de mi parte pero no lo es quiero que este con migo sien porciento seguro de que soy yo a quien quiere.

Se que le dije que estaba bien, que no dolía pero mentí, por dentro estaba muriendo por mis propias palabras por que lo amo más de lo que imagine.

-Tal vez ahora que pusiste distancia entre tu y Sebastien puedes atender las cosas que dejaste de lado.

-¿Por ejemplo?.- enarco una ceja.

-Bueno te daré la lista. Hablar con esa chica a la que prometiste procurar, llamar a tu hermana, se que se llevan mejor pero no han conversado, te olvidaste por completo de Ian y el secuestro de tu ex jefe. Se por tu propia boca que no te estas involucrando mucho en ese asunto de el hombre de Praga, has dejado todo.

Sus palabras son como cachetadas con un zapato, tiene tanta razón, me olvide de lo que yo consideraba importante, soy una idiota.

-Tienes razón, los llamare a todos.- se acerca y me da un beso en la mejilla.

-Se que duele, se que lo quieres pero confió en tu juicio y estoy segura que volverás a sonreír.- hace una pausa. -Bueno, casi no sonreías pero tu me entiendes.

[....]

De todas las personas a las que llame, que fueron tres, solo una me respondió y esa fue mi hermana, me dijo que iría al parque y que le caería bien algo de compañía, no lo pensé, enseguida acepte después de pasar dos días encerrada y cubierta con mi propia miseria tomar aire fresco suena increíble.

Estaciono mi auto cercas de la entrada y enseguida llama mi atención la bonita camioneta roja que mi hermana posee, se ha vuelto puntual. Camino directamente al área de juegos, viene en su plan de "doña", así que es lógico que este ahí.

Observo a las parejas que caminan tomados de las manos, en otra ocasión haría lo de siempre y me imaginaria cuan idiota es el o lo psicópata celosa que es ella pero Ahora mismo mi cerebro esta absorto de tanto pensar en el hombre músculos.

Hey flaca!.- grita mi hermana provocando que arrugue el entre cejo por que a hablado español.

Me acerco y enseguida me abraza.

-¿De donde salió ese español?.

-México, Colombia, Puerto Rico.- se encoje de hombros. -Por dos años viví en diferentes países y mi amigo Carlos es buen maestro.

-¿Dos años?, vaya, no lo sabia.- de verdad no tenia idea. Tomamos asiento en una banca frente a los juegos.

-No sabes muchas cosas.- golpea mi hombro con el suyo. -¿Cómo estas?, te vez cansada.

-Estoy bien.- lo pienso unos segundos, no tiene caso mentirle ya que estamos intentando llevarnos bien, ya me canse de llorar a escondidas. No puedo hacerlo con Pía por que va a golpearme pero con ella si, así que por que mentir.

El Camino CorrectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora