Capítulo 24

213 33 1
                                    

-Jin ¿sigues ahí?-

Cuelgo para lanzar la taza de café, quemándome en el proceso.

Grito mientras llevo las manos a mis cabellos.

¡Debes estar jodiendo!

Golpeo la pared con mi puño causando un sangrado inmediato, incluso creo que la he fracturado. El teléfono vuelve a sonar pero lo ignoro me dirijo hacia la cocina donde escondo un arma calibre 95.

El camino al departamento se vuelve tenso y lento, el aire es denso, es algo así; poco difícil de explicar pero tan fácil de experimentar, es esa sensación de irritación, ira, odio y rencor, eso que realmente pocas personas han logrado apreciar, no hablo de cuando no obtienes la calificación que merecías, hablo de cuando el hombre que te ha usado, vendido, por el cual te han abusado y tus padres han muerto, este a punto de arrebatarte lo único que has pensado jamás volver a experimentar.

Es por eso que el amor es malo, te vuelve débil e imbécil.

Abro el departamento y su olor me golpea. Bosque y humedad.

Desearía la lluvia, esa me tranquiliza, calma el corazón y deja que el cerebro ordene.

Camino hacia el armario donde tomo un traje negro ajustado y un moño de la misma coloración, tomo una ducha y salgo perfectamente vestido. Roció un poco de colonia sobre mi cuello y muñecas, peino mi cabello hacia arriba y coloco ese anillo con la gema roja, un cuchillo acompaña mi muslo derecho y entre mis caderas una pistola con silenciador.

-Espero estés preparado para conocer al señor K- hecho una última mirada al espejo para levantar la barbilla.

He tomado mi mercedes rojo, ese mismo que compre hace un par de años para mi aniversario en este lugar. Jimin ha llamado alrededor de unas doce veces fallando en el intento, sé que estarán en la bodega de Kim, y sé que trataran de convencerme de no hacer ninguna estupidez.

Pero a la mierda. Que se jodan

-Mina-

-Señor-

-Te necesito en la calle trece en dos horas- ordeno a punto de llegar al punto de encuentro, entonces los veo.

Veo la Oroch último modelo color negro que Jimin se ha comprado y veo a Jeon, con una peluca roja sobre sus cabellos, recargado en la camioneta.

Aunque se odian se han acompañado hasta acá para protegerme.

Detengo la camioneta a un lado suyo y bajo lento, Jeon es el primero en acercarse y luego Jimin quien posa una cabellera oscura.

-No tienes que hacerlo- interviene el pelinegro mirándome de pies a cabeza

-Él lo tiene- contesto mirando el lugar

-No hay cámaras- indica Jeon cruzando sus brazos -¿así que volveremos a los viejos tiempos?- sonrio bajo y asiento. Así que él me pasa unos lentes oscuros junto con una peluca.

Jimin nos ve, evalúa la situación

-Te pones en riego innecesariamente- comenta mirándome

-Vamos Park, no seas egoísta- suelto para ponerme la peluca oscura y los lentes, para sacar mi arma Big bang del estuche

Vaya que extrañaba esta preciosura.

¿Seguro que quieres hacer esto? – pregunta nuevamente para tomar su arma y llevarla a su cadera junto, mientras toma unos tatoo's para nuestras muñecas.

Tienen rastreadores. Aparte Jimin los considera cool.

-Ellos lo tienen- respondo obvio –ese bastardo se arrepentirá- Jimin y Jeon asienten.

El peliniegro se coloca el tatoo en su muñeca y yo hago lo mismo.

-Dire esto solo una vez- comento acomodando mis lentes para mirarlos –Puedes despedirte de él si lo quieres- Jimin asiente y yo me alejo.

Park Jimin

-¿Por qué haces esto?- es lo primero que sale de su boca, aun no puedo verlo estamos uno al lado del otro

-Siempre hablamos antes de una misión-

-Eso era antes- habla seco y lo miro, él tiene su vista fija a Jin y eso me molesta.

Debes verme a mí. No a él.

-Jeon, es probable que muera ahí- indico para atraer su atención.

-No dejare que eso pasé-

-Lo sé- suelto –no dejarías que nadie me dañara- callo rápido y ahora yo miro a la nada

No fue su culpa me digo.

Levanto la mirada, él no me ve

-Espero algún día creas eso- contesta para caminar a la camioneta pero lo detengo tomando su brazo

-Lo siento, por favor, solo – comento ¿Solo qué? Me cuestiono –solo mírame- él lo hace sus ojos grandes me ven con un destello de tristeza en ellos

No te merezco.

Lo besó, fuerte y lento, llevando mis manos a su cuello, para después envolver mis brazos en el, Jeon toma mis caderas con miedo e inseguridad y eso me molesta, nos doy un respiro para verlo

-Solo bésame ¿de acuerdo?- ordeno y él niega –prometo explicarte todo, prometo hablar ¿sí?- él duda pero asiente

Sus grandes manos se posan en mis caderas y espalda baja para besarme de nuevo. Maldito sabor a fresas adictivo.

Nos alejamos y llevo una mano a su pecho para brindar unos golpecitos delicados

-Buen chico- burlo para verlo y sonreír –mantenme vivo-

-Lo prometo-

Y así me alejo.

Dios debe odiarme para hacer que él reapareciera.

-¿Listo?- interrumpe Jin despegándose de la camioneta ajustando su moño

Asiento -¿Lo matarás esta vez?- él asiente pero dudo eso.

Kim es tu piedra en el camino como Jeon es la mía.

El problema es que nos enamoramos del problema.

Malditos ilusos somos, creyendo que le ganaremos al destino.

Y así subimos al auto.

Y pido en el fondo, que aquella madrugada en la hora muerta me disparen. Porque aún no estoy listo para lidear con ellos, o tal vez no quiero lidear con ellos.



----

¡Volví!

No sé si me extrañaron ajajaja

Pero ¡DEOOS! se nos viene el SEÑOR K

Besos

Ángel Perdido |YoonJin| #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora