Capítulo 4

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Me encontraba frente la casa de Jisoo con un arma en mi espalda baja, ¿la extrañaría? La verdad es que no, realmente solo era un estúpido juguete, un cero a la izquierda, la observo camina de forma nerviosa mientras jala una maleta negra para colocarla en su mercedes.

Creo que nunca entendió el concepto de pasar a desapercibida

Observo todo desde un carro honda de modelo un viejo color negro, espero el momento preciso para disparar, saco el arma y compruebo que este cargada y coloco el silenciador, miro mi teléfono por última vez no tenía señales de Yoongi y eso me molestaba y preocupaba a la vez. 

Levanto la mirada y me topo con dos hombres a la lejanía que acompañan a Jisoo, jamás los había visto aunque uno de ellos vagamente atraía mi atención.

Era el momento, lo sabía porque para nada es una buena señal que una persona que conoce tu rostro traté con otros que incluso le brindan protección, esa solo se gana brindando información y NamJoon aún no debía saber de mi existencia.

Tomo el arma y apunto, recuerdo todo de golpe: las violaciones, quemaduras, azotes, golpes, torturas y disparo directo a su cabeza, entonces cae.

Todos buscan el origen del disparo incluso uno lleva su mano a la cadera para tomar su arma, esperan que dispare nuevamente para dar conmigo, pero no lo hago, en cambio bajo del auto limpiando mi suéter aperlado y ordeno mi cabello para colocar una peluca negra, dejo el arma claramente desinfectada y sin huellas en el auto para presionar el pequeño botón que lo hará explotar

Los chicos no esperan tal cosa y se refugian cubriendo sus cabezas y ese es el momento corro lo más rápido que puedo para cruzar la calle y tomar el celular de Jisoo que posa a un lado de su frió cuerpo 

–Te hice desaparecer, traidora- susurro.

Mi cuerpo tiembla al recordar la forma en la cual me expuse, pero realmente ese celular valía sí o sí mi vida

Había tomado el teléfono y entrado a la casa de Jisoo, espere que los tipos corrieran a su auto y salieran del lugar, espere los gritos horrorizados de aquellas madres y niños que miraron aquel lindo cuerpo sin vida y solo así salí de la casa por el patio trasero, revisé el teléfono una vez y encontré un número desconocido bloqueado al cual marqué

Uno y dos tonos sonaron y entonces un silencio se adueñó de la línea, sabía quién era, pero no hablaría, no le daría el gusto de reconocer mi voz.

-Te crees muy listo ¿cierto? - comento y yo solo colgué asqueado, era la maldita voz esa que recordaría siempre

Caminaba directo al estacionamiento donde había dejado mi verdadero automóvil, todo estaba saliendo de forma perfecta o eso creía hasta que sonó mi celular, era de la agencia donde Min trabajaba y solo logró una opresión en mi pecho

-Hola- comento deteniendo el paso para prestar mayor atención, aunque realmente espero escuchar su voz

-Señor Kim, lamentamos comunicarle que el teniente Min se encuentra hos...- silencio el mundo enmudeció mientras el celular caía al piso, de un momento a otro todo se tornó vago y lejano, yo corriendo hacia aquel automóvil, yo llegando con lágrimas al hospital exigiendo ver a mi prometido.

-Debes tranquilizarte- indico Hoseok haciéndome girar para quedar frente a él, entonces rompí en llanto y lo abracé como si la vida de Min dependiera de ello –todo saldrá bien, te lo prometo- susurró tallando mi espalda para llevarme a la sala de espera y continuar con aquel abrazo.

-Fue mi culpa- murmuré inconsciente, mientras continuaba cubriendo mi cara

-No digas esas cosas, nosotros sabemos el peligro que corremos en este trabajo, él va a despertar ya lo veras- sonrió y por mi mente llego aquel momento en que Yoongissi me habló de Hope 

Ángel Perdido |YoonJin| #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora