Capítulo 31

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He bajado del auto, me he acercado al lugar que tanto me ha costado construir y mantener, no me refiero a lo económico o complicado que fue.

Me refiero a mi esfuerzo, a mis recuerdos.

La estructura es quebradiza, ha sido demasiada pólvora ya que incluso se han clavado pozos en los pisos, un automóvil se mueve a gran velocidad pasándome. Pienso que seguirlo por un momento pero me detengo al ver tres cuerpos.

Uno de ellos se encuentra irreconocible, supongo es un hombre, se le notan las costillas debido al imparto, lo ignoro, no puede ser Jeon.

Me convenzo para continuar.

Hay uno más, uno joven con quemaduras en el rostro y unos trozos de carne viva en sus brazos, pobre.

¿Dónde estás y por qué no puedo encontrarte?

Un quejido

Mis sentidos se despiertan y camino un poco más, directo al patio trasero de la bodega, donde teníamos un cuarto de seguridad

-¡Jeon!- grito, tomando el arma que se encuentra en mi cadera, levanto un poco la mirada y flexiono un poco las rodillas. Si es un maldito hijo de perra, morirá.

Estoy cerca, veo la puerta metálica recargada sobre una estructura quebradiza de pared, parece que el impacto de la explosión la ha enviado allá, convirtiéndola en un triángulo de la vida. Retiro la puerta y un cuerpo cae.

-JungKook- suelto al verlo desvanecer frente mío, tiene quemaduras en un cuerpo, su mejilla sangra al igual que su nuca, sus ropas desgarradas y piel manchada, me inclino a su altura dejando el arma a un lado –hey mírame- pido tomando su cuello, tratando de lastimarlo lo menos posible

-Ji...-balbucea

Lo vuelvo a colocar en el piso para sacar mi teléfono celular del bolsillo

-Mina, te necesito ahora en la bodega- ella confirma y cuelgo

-Vamos- indico tratando de hacer que habla lo ojos, no sobrevira me dice el subconsciente, nadie lo haría a este impacto -¡Carajo!- exploto harto de mí, cansado de mí, de funcionar de esa manera, de siempre esperar lo peor y de pensar que para mí no existe espacio para la esperanza.

El móvil suena, espero que sea Mina, o Yoongi, así que simplemente contesto sin revisar el número

-Hola-

-Ángel- cortan, mi sangre hierve

-Eres un cabrón- gruño poniéndome de pie, dando un vistazo al lugar

-Jin...- interrumpo

-Te vas a arrepentir bastardo, y esto no es una amenaza- suspira

-Solo te hago ver que esto no es para ti, bebé-

-¡Que te jodan! ¡Que te jodan bien en grande cabrón!- cuelgo y lanzo el móvil. Mis manos comienzan a temblar y mi cabeza a vibrar.

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-¿Sobrevivirá?- pregunto mirando a la chica de cabellos naranjas que termina de colocar una intravenosa a Jeon –Carajo Mina te estoy hablando-

-No lo sé- indica seca – depende de la fuerza de su sistema, recibió un gran impacto, tiene costillas rotas, la pierna igual, quemaduras de tercer grado en pecho y parte de la cara, así que no lo sé- termina molesta para levantarse la cama y mirarme –no me importa, no es mi trabajo pero ¿me dirá que pasó?-

-Ha sido una emboscada, han acabado con la bodega y lo más probable es que tengan a Jimin, si no es que ya lo han matado- ardo, ardo en pensar en lo que está pasando y en lo pesado que será todo esto

Mina parece pensar la situación pero solo asiente y sale del lugar, estamos en un bar, uno de los cuales son centro para mi venta de drogas, no aparece en el mapa, ni siquiera Yoongi sabe de el.

Suspiro ¿en qué me he metido?

Miro a Jeon, está cubierto por sabanas rojas de mala calidad, su cuerpo vendado y con compresas frias en algunos lugares, su pecho con trabajo muestra vida

Jimin, su único pensamiento es Jimin ¿qué le diré? ¿Qué probablemente esté muerto o tal vez siendo tortur...Interrumpo mi pensamiento para ponerme de pie y caminar hacia la puerta.

-Vamos Yoongi, contesta- imploro por quinta vez

¿En qué momento me volví dependiente de ti?

No contesta y comienzo a preocuparme, si esto fue una emboscada doble me ha quitado todo, pero mi pecho, mi corazón me dice que él está bien.

Que no me dejará. No lo hará.

-Mina- me acerco a ella, tomando asiento en la sala de estar, ella me ve –Necesito que mañana tengas un equipo preparado y la dirección de la bodega o hacienda de Kim NamJoon-

-¿El narcotraficante Kim?- asiento –no podré tener esa información para mañana- agrega desorientada

-Jeon ya trabajaba en ello, eres hacker, así que has tu trabajo-

-Esto no es mi...-

-Te pagaré- corto llevando mis manos a la cabeza peinando mis cabellos hacia atrás, ella pasa saliva para verme dudosa

-¿Saldrá de aquí?- niego -¿Qué clase de equipo necesita?-

-Uno que no le importe matar lo que sea que se mueva, que mate y después pregunte- termino para ponerme de pie

-¿Hará una emboscada?- niego para verla desde arriba

-Haré una matanza- confieso –conocerán al verdadero Señor K- ella asiente y así regreso con Jeon

-Buenos días- susurran mientras peinan mis cabellos, me quejo y alejo su toque para sentarme

-¿Qué hora es?- no lo miro, y busco mi ropa con la mirada

-Sí, fue bueno despertar conmigo también- dice seco y lo miro, su pecho y cuello tienen marcas purpurinas que lo hacen lucir terriblemente deseable, sus ojos negros se encuentran un poco hinchados y sus cabellos azabaches despeinados

-No debí quedarme dormido- Índico estirándome para poner los pies fuera de la cama

-Relájate un poco, señor mafioso- burla y lo veo

Es guapo, inteligente y educado. Podría acostumbrarme a esto.

Le sonrío y él corresponde

Nuestra boda sería en un mes.

Y ahora probablemente esté muerto.

Mi móvil vuelve a sonar, veo el número, es de la comandancia

-Perdón- digo al viento para después ver a JungKook –Perdón a los dos, no me merecían en sus vidas- confieso para suspirar y atender el móvil

-¿Hola?- digo mirando la cara dormida y pálida del contrario

-¿Señor Kim SeokJin?- confirmo –Lamentamos informar la desaparición y posible fallecimiento del teniente Min- el teléfono cae y lo hago igual yo de manera lenta me resbalo contra la pared, mirando fijamente la cama de sabanas rojas -¿Señor Kim?- silencio, cuelgo la línea

-Lo has logrado, me has destruido- comento llevando las piernas a mi pecho.

Quisiera decir que lagrimas han salido, que han aliviado el dolor.

Pero no lo hacen, no hay más lágrimas por soltar, no hay algo más que lastimar.

El móvil vuelve a sonar, sé que es el cabrón de Kim y me vale una mierda, lo entendí Yoongi, tarde pero lo hice.

-¿Por qué mierda hiciste todo esto? No puedo creer que ese idiota manejé tanto tu vida ¡Por Dios casi me matas por él! - gruñó y yo me rompí

Solo que ahora, no existe que romper.

Felicidades, te has llevado todo de mí, me haz marchitado.

Ángel Perdido |YoonJin| #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora