Capítulo 21

6.7K 538 258
                                    

Solo han pasado unas horas desde que Sasori se fue

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Solo han pasado unas horas desde que Sasori se fue. Sarada se encuentra jugando. Mientras la veo no pude evitar pensar en Sasuke. Dudo mucho que esta vez mi corazón sane. He soportado muchas cosas y él también, con esto me doy cuenta que la relación esta mas que fracturada.

—¿Porque Sasuke? —susurre. Sarada no lo noto.

Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas, me aleje un poco de mi hija, ella no entendería porque estoy llorando.

Duele mucho por las es esperanza que se avivaron en mí. Creí en él otra vez y de nuevo todo se fue al carajo, me traiciono de la peor manera. Las cosas que hacia su padre dolían, pero ser traicionada por el hombre que amas es como un golpe en la boca del estómago. Respiras con dolor y te todo es confuso.

Sarada no sabe nada de lo que pasa y tampoco creo conveniente que lo sepa. Algún día se lo diré, pero será cuando ella entienda el tema con más profundidad.

Los minutos pasan y me siento cada vez peor. Este embarazo es difícil y no he podido ingerir alimentos y tampoco agua. Las nauseas con muy fuertes, mis piernas tiemblan y me obligo a sentarme de nuevo. Me siento débil.

Tomé el teléfono y decidí llamar a Ino, creo que es el momento de ir al hospital. No creo que mi embarazo estuviera en peligro, era solo mi cuerpo recibiendo los estragos de no beber agua ni ingerir alimentos.

—¿Ino? —pregunte una vez que respondió a mi llamada.

—¿Sakura? ¿Estás bien? — sonó preocupada.

—No amiga, me siento muy mal. Necesito ir a un hospital.

—¿Dónde estás?

—En el departamento de Sasori.

—Bien, iré por ti.

—Gracias.

Sarada se fue a jugar a la recamara donde dormimos anoche y eso me relajo. No me gusta que ella me vea mal, incluso cuando he enfermado siempre finjo que estoy bien, mi pequeña tiene la tendencia de preocuparse demasiado. Es una niña de cuatro años, no puedo darle esa carga. Su obligación es solo divertirse y explorar todo aquello que le cause curiosidad.

Me recosté en el sofá, y cerré los ojos sin quedarme dormida. Con mi mente hecha un nudo no me es posible conciliar el sueño. He comprobado mas de una vez, que no se puede dormir con tanto dolor, primero lo viví con mi hija y esa enfermedad y ahora con esto.

El timbre sonó y me resulto extraño, Sasori no dijo nada sobre visitas e Ino vive lejos de aquí, es imposible que haya llegado.

Tocaron de nuevo y me puse de pie sintiendo toda la debilidad en mis pies, siento escalofríos. Me urge ir al hospital.

Tomé la perilla, abrí la puerta... Y me encontré con él.

—Sasuke—dije en un susurro.

Ni siquiera preste atención a su fría mirada, mis piernas dejaron de responder y mis rodillas se doblan. Las manos rápidas de Sasuke me sostienen y sin ningún problema me carga en sus brazos y le lleva de nuevo al sofá.

Nuestro hilo rojo. [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora