Capítulo 3

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Itachi echa su cuerpo hacia atrás y me mira con sorpresa, parpadea rápidamente en varias ocasiones intentando comprender lo que dije, aunque no es muy difícil de hacerlo

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Itachi echa su cuerpo hacia atrás y me mira con sorpresa, parpadea rápidamente en varias ocasiones intentando comprender lo que dije, aunque no es muy difícil de hacerlo.

—¿De qué hablas, Sakura? —sigue confundido.

—Tengo una hija de tu hermano.

No debía decirlo, pero ya había comenzado con esto y le daría fin, sé que muchas veces pensé en no decir absolutamente nada sobre la paternidad de Sarada, pero Itachi también podía ayudar.

—¿Enserio? —su semblante fue cambiando poco a poco—¿Soy tío?

—Si. —afirme.

—¿Cuatro años después? —eleva una ceja.

—Hay cosa que no puedo contar ahora. Por todos los cielos, Itachi necesito hablar con Sasuke. Es muy urgente, por favor.

—Entiendo—susurró—buscaré a Sasuke, espera aquí.

Baje la guardia en un suspiro cansada de todo esto, de mis días y de los nervios que sentía por saber que hablaremos de nuevo.

Seguí sus pasos hasta que desapareció de mi vista, entonces supe que ya no había marcha atrás Itachi traería a Sasuke ante mí.

Me pasé por la oficina admirando la decoración recatada y seria de Sasuke, sonreí tímida al recordar su dura forma de ser.

Sin querer vi mi reflejo en la ventana, no quedaba nada de la Sakura que amaba a Sasuke, mi vida no era fácil y mi cuerpo junto con mi aspecto lo mostraban. Mi cabello estaba en completo desorden, siempre acostumbraba a traer una liga en mi muñeca, peiné un poco mi cabello con los dedos y me hice una coleta. Por lo menos me veía menos fea. Mi ropa era lo menos combinable posible y eso también golpeo mi autoestima.

Un triste móvil viejo y usado comenzó a sonar en mi bolsillo trasero y no dude en responder.

—¿Ino? —dije al responder.

—¿Dónde carajos estas Sakura? He intentado localizarte por más de dos horas—se escuchó desesperada.

—Lo siento, de seguro esta porquería está fallando, ¿qué pasa?

—Sarada, —mi corazón se detuvo al escuchar el nombre de ella—Ha sufrido una hemorragia de nuevo. Tienes que regresar ella quiere verte.

—Voy para allá—termine la llama. El miedo no me deja en paz en ningún momento, me desespera no poder hacer nada más.

Obviamente no esperaría a Itachi, Sarada me necesita y mi corazón tenía temor de lo que pudiera pasar ahora, una hemorragia era muy peligrosa en su estado, nada era más importante que ella.

Abrí la puerta, me asegure que no estuvieran los gorilas de Seguridad, al darme cuenta que estaba vacío el pasillo camine siendo muy cuidadosa.

En cada paso que daba mi esperanza cian al suelo junto a todo el ánimo que había logrado tener en mí, la posibilidad de ver bien a mi hija era nada de nuevo, lo siento por Itachi a él le encanto la noticia.

Nuestro hilo rojo. [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora