Nuestro hilo rojo. [✔]

Capítulo 13

Su intensa mirada esta sobre mis ojos, analizo cada facción de sorpresa que me permite ver de él. Sus ojos brillan quitando un poco de su mirada intimidante, aunque eso no es posible del todo. En varias ocasiones lo vi pasar saliva con dureza.

Mis palabras causaron estragos en su mente, a para ser sincera en la mía también.

Se que hable de mi dignidad muchas veces, se que no debo acceder y arrepentirme ahora mismo es la opción para conservar mi dignidad y mantener a mi corazón a salvo. Pero confieso que Sasuke me descoloca en todos los sentidos, y amarlo me hace tan vulnerable a él, que no puedo contenerme más.

Lo deseo y él a mí. El amor que sigo sintiendo por él me enceguece y no deseo nada más que estar en sus brazos.

Eso no cambia las cosas, pues soy consiente que él tiene esposa y que al acceder a todo lo que deseamos ahora me convierte en su amante. Un lugar que, desde un principio, un lugar que no me gusta en lo mas mínimo.

—¿Estás segura? —pregunto. Su voz ya no es la misma, es más ronca y posesiva—. Comenzando no daré marcha atrás. Sabes que no podré detenerme.

—Lo sé—acaricie su rostro.

Se mantiene observándome, tal vez no cree en mis palabras y cree que lo detendré en cualquier momento, pero se equivoca.

La seguridad vuelve a su rostro, comienza acercarse a mis labios lentamente, me beso una vez más.

Mi cuerpo entero hormiguea y mis nervios se disparan para hacerme sentir pequeña y con poca experiencia al estar en sus brazos. Sus manos viajan por mi cuerpo y me doy cuenta que estas son mas grandes que antes, la madurez le sentó de maravilla y creo a un hombre en todo el sentido de la palabra.

Mis manos se aferran a su espalda, sus labios descienden sobre mi cuello mientras su miembro crece un más en medio de mis piernas. El tacto que hace en mis piernas duele un poco por la fuerza que inconscientemente empela.

Yo conozco a la perfección a este hombre, y puedo asegurar que se resiste a romper mi ropa y todo lo que le estorba, sus ojos se tornan negros, mucho más negro y su semblante muy sexual.

Me estremezco cuando su mano entra por debajo de mi blusa, su mano se instala en mi pecho que se acopla a la perfección a su mano, aprieta y gimo sin conciencia ante la satisfacción y el placer que me provoca ser tocada por el hombre que amo.

Intenta ir lento, pero a la vez se desespera por apresurar todo.

Él me permite desnudar su torso y me encuentro con una piel perfecta y años de gimnasio marcados en su abdomen, la tensión en sus brazos se marca con músculos y su espalda ancha me excita. Un hombre grande y perfecto me ama y me desea.

Mi pijama sale de en medio de nosotros, quedo desnuda y expuesta ante él, me mira y es ahí cuando siento la vergüenza apoderarse de mi todavía más. Las marcas de un embarazo salen a la luz causándome inseguridad y deseo de cubrirme.