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6. Gato inmundo

Min Yoongi un gato negro de ojos verdes había sido a botado a la calle por cuarta vez en todos sus años gatunos, nadie soportaba el horrible humor que tenía el pequeño gato, más sin embargo él nunca deseó cambiar; nunca creyó que él era el problema, sus anteriores dueños eran unos paranoicos.

Su primer dueño Kim Seokjin quien lo acogió durante dos años en su residencia lo boto al regresar una vez del trabajo y encontrar absolutamente toda su cocina sucia y desordenada, Yoongi solo quería cocinar, Seokjin recogió todas las cosas del minino en una maleta y lo echó a patadas de su casa.

"No regreses, Yoongi"

Y aunque Seokjin no era una mala persona, Yoongi creía que estaba siendo un paranoico, esa noche durmió en la calle.

En un mes una nueva persona lo había acogido en su casa, Jungkook un chico joven de cabello castaño que únicamente centraba toda su vida en el ejercicio, tampoco era una mala persona, era muy atento con Yoongi, regularmente lo alimentaba y le cumplía caprichos, incluso le había comprado un pequeño piano ya que al gato negro parecía gustarle mucho la música. Todo iba bien hasta que cierto día Yoongi se salió de control con el piano, despertando a medio vecindario en una noche y un Jungkook molesto le gritó por hacer un escándalo.

"¡¿Qué mierda haces?! ¡Yoongi quiero dormir, eres muy ruidoso!"

Yoongi furioso respondió: "¡Entonces véndeme y cómprate un conejo!"

Esa misma noche fue echado a la calle por su estúpida boca, a Yoongi si le dolió que Jungkook lo echara tan fácilmente, le había tomado cariño y apenas había pasado un año y medio con el chico.

Su tercer dueño lo acogió un día que volvía a casa, Jimin lo tomó de la mano y lo llevo corriendo hasta su casa que compartía con su pareja Namjoon, saltando de felicidad le dijo: "¡Tenemos un gatito, Nam!"

La pareja lo recibió con felicidad en su hogar, Yoongi agradecía no estar botado en la calle aunque le hacía falta mimos, ambos pasaban mucho tiempo afuera ya sea en el trabajo o la universidad, Yoongi comenzaba a sentirse muy solo al paso del medio año; así que simplemente les dejo una carta y les agradeció su hospedaje, tomó sus cosas y se fue.

Poco después encontró a Taehyung, su último dueño que si bien, era una persona muy agradable, mimosa y ruidosa, Yoongi sentía que aún le faltaba algo, su dueño era una persona estupenda solo tenía que acostumbrarse pero al paso de los meses, Yoongi veía cada vez más angustiado a Taehyung, cosa rara.

Un día, Yoongi le gritó a Taehyung por no ser un buen dueño con él, así que simplemente Taehyung lo echó a la calle con dolor.

Lo que Yoongi no sabía era que aunque Taehyung lo hubiera echado, se sentía muy preocupado por el destino del pobre gato negro, más aún sabiendo que era la cuarta vez que lo echaban de una casa, así que decidió llamar a su amigo Hoseok ahora pedir que buscará a su pequeño gato, "Dale un buen hogar ¿Si?" ; fue lo que dijo antes de que Hoseok comenzará su búsqueda.

Yoongi maullaba recargándose en la pared del callejón mirando al gato amarillo hurgando en el cesto de basura.

—Deja ahí, no encontrarás nada, miau.

—Mira gato, estúpido —habló el minino de cabellos amarillos, llamado Jihoon—, eres un mal agradecido con todos, estoy buscando comida para ambos.

—No la necesito —Yoongi se cruzo de brazos, era un estúpido por que hacía frío y por lógica su pelaje gatuno lo protegería más, pero se rehusaba, todos los botaron por ser un gato, pues ya nunca más dependería de nadie.

—¡Yoongi! —ambos mininos escucharon el grito, llamando al gato negro.

—¿Te están buscando? —preguntó asombrado, Jihoon

—Imposible, esa no es la voz de Taehyung...

—¿Quieres ir a ver? —Yoongi asintió mientras se levantaba del suelo y caminaba fuera del callejón con cuidado, Jihoon decidió quedarse buscando comida para el mismo.

Yoongi salió del callejón, maullando y en cuatro patas mirando al chico de cabellos anaranjados que lo miraba como si hubiera encontrado la lotería.

—¿Tu eres Yoongi? —maulló y el chico sonrió mientras le tendía su mano— Tengo entendido que eres un híbrido, pero te acogeré en mi casa, ¿estas de acuerdo con eso?

Yoongi tomó su forma humana levantándose mirando al chico a los ojos, no estaba sorprendido de ser un poco más bajo que él.

—¿Quién te mandó?

—Soy Hoseok, amigo de todos tus ex dueños. Créeme; no hay cosa que no sepa ya de ti, Yoongi.

—¿Qué? —Hoseok se quitaba su chaqueta y se la ponía en los hombros a Yoongi.

—Vamos a casa.

Yoongi sintió de nuevo aquella calidez en su corazón, era diferente a las otras veces que sus dueños lo habían acogido, se sentía feliz; tal vez alguien por fin lo querría por ser el mismo. Hoseok ya sabía de él, eso implicaba que conocía todo el paquete completo que era el amargado gato Min Yoongi.