37. Ballet

289 39 1
                                    

Yoongi despertó un lunes por la mañana por el molesto ruido de su teléfono, una llamada entrante de ese tono que bien conocía, pasó su mano por su cara, tomó el teléfono y furioso contesto.

—Que sea bueno o te castro.

—Que lindura —respondió su amigo por la otra línea, sarcástico—. Necesito un favor.

—No tengo dinero —declaró—. Si querías ir a tomar Nam, me agarraste en quiebra.

—Mierda, no. Cállate Yoongi —él suspiró exasperado—. Es un gran favor y no se trata de dinero, incluso te puedo pagar yo a ti pero en serio necesito que me ayudes.

—Oh, suenas tan desesperado ¿Es por aquel tipejo del ballet que te gusta?

—¡Sí! —gritó y él mayor solo alejo el teléfono de su oreja—. Hyung, necesita alguien que le toque el piano mientras práctica. El chico que lo hacía le ha dejado botado por qué se echó novio y yo no sé tocar el piano, me pidió alguien que fuera extremadamente bueno ¡Y tú eres extremadamente bueno! ¡Hyung, por favor ayúdame!

—Sh, sh calla —Yoongi empezó a reflexionar unos momentos buscando los pros y contras, suspiró. Si le pagaban estaba bien—. Lo haré pero no por que quiera ayudarte, sino porque necesito plata.

—¡Bien! Ponte guapo y te veo en el auditorio LINO.

—Espera pero como —no pudo terminar de hablar por qué Namjoon había colgado.

Yoongi suspiró y tuvo que dejar a su amante aún desordenada, quería dormir más sobre su cómoda cama pero había hecho un compromiso con su amigo. Realmente estaba desesperado por aquel chico, Yoongi jamás pensó que Namjoon podría gustarle un chico de tal manera pero lo hizo y no dejaba de balbucear sobre él. ¿Acaso volaba o era tan interesante?

Se arregló tan bien como pudo (no exageradamente) simplemente presentable, Yoongi camino hasta el auditorio que su amigo había dicho, lo vió en la entrada y el susodicho sonrió al verlo.

—¡Hyung, llegaste!

—Ya no tenía opción —admitió.

—Tengo que advertirte que Seok es muy exigente cuando se trata de la música.

—Exigente —Yoongi rió ligeramente, mientras restaba importancia con un pequeño ademán—. Buah, yo también soy lo demasiado exigente. Anda vamos.

Ambos entraron al auditorio y Namjoon lo guío hacia el escenario en donde se encontraba el piano, Yoongi quedó fascinado al verlo y podría decirse que incluso creyó en el amor a primera vista por aquel piano marrón. Yoongi acarició las teclas con la yemas de sus dedos y pronto se sentó para comenzar a crear dulces melodías con las mismas, ese piano era hermoso.

Una tos fingida y un cuaderno de partituras aparecieron frente suya, alzó la mirada encontrando a un chico de cabellos rosados, cara alargada y sonrisa con adorables hoyuelos acompañándola.

—Debes pedir permiso para usarlo —Yoongi paró su melodía, se había dejado llevar—. Sí tocas está melodía, te dejaré usarlo.

Yoongi miró la partitura "El lago de los cisnes", un clásico cuando se trataba de ballet. Asintió poniendo el cuaderno frente, suspirando antes de empezar a seguir las notas. Miró como el chico se alejó y pronto comenzó a bailar en puntas al compás de la tierna melodía, Yoongi quedó asombrado, sus delgadas piernas al hacer todas las posiciones se veían perfectas. Estaba cautivado, ver aquella figura bailando algo tan refinado y complicado era fascinante.

La melodía dio pronto a su fin y el baile igual, Yoongi no dijo nada porque estaba sorprendido, Namjoon palmeo su hombro volviéndolo a la realidad.

—Ese es Hoseok, Jung Hoseok —habló Namjoon casi como una madre orgullosa—. Él mejor bailarín de ballet que hay en LINO, ¿No crees que es perfecto?

Yoongi no salía de su asombro, ahora comprendía por qué Namjoon había caído ante ese chico. Era fascinante y Yoongi también había caído ante los encantos del bailarín de ballet.

***
Dónde Yoongi se convierte en el nuevo pianista del auditorio LINO y termina cautivado por el maravilloso bailarín de ballet, Jung Hoseok.

Sope AU's ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora