//DON'T MAKE A PERMANENT DECISION FOR A TEMPORARY EMOTION//
❝Las decisiones mas difíciles
son aquellas
que nos obligan a dejar atrás
lo que verdaderamente
apreciamos.❞
• eclipse - second book
• jacob black x oc
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┌────────────┐ CHAPTER ONE thirst └────────────┘
Aasha no recordaba haber tenido tanta hambre en su vida, se sentía famélica y es que tras una semana en coma su estómago se encontraba completamente vacío.
Lo primero que ellos entregaron para comer fue una especie de batido, con un sabor ciertamente extraño, tal vez metálico que le recordaba a las espinacas y al kiwi, sin embargo, aquel liquido tenía un color más bien similar a la frutilla con remolacha.
Prácticamente lo bebió de un sorbo, no le encantaba, pero su hambre era insaciable. Y aquello provoco una mueca de asombro en los dos vampiros de la habitación.
Esme trajo más tarde algo de comida sólida, y ella comió tanto como pudo bajo la atenta mirada de Rose y Carlisle, el último viéndola seriamente preocupado, algo no encajaba. La chica le hubiera dado importancia a esa mirada si no fuera por las ganas que tenía de salir de allí y regresar a casa de los Swan.
El fuego en ella aún crepitaba, como hacía unas horas cuando recién había despertado y ciertamente era algo que no la preocupaba demasiado, era normal sentirse algo extraña tras lo vivido o, al menos, eso se dijo a sí misma.
Su padre le contó que Jacob había estado a su lado durante todos los días que había permanecido en el hospital, sin embargo, cuando fue trasladada al territorio Cullen dejo de ir.
Se limitó a quedarse en la frontera que separaba ambas tierras, esperando que Bella apareciera para decirle como estaba ella, lo cual sucedía por lo menos una vez al día.
De igual forma, su familia se había turnado para vigilarla en su letargo, incluso Charlie había ido a visitarla en más de una ocasión cuando no estaba trabajando.
Carlisle le preguntó en varias ocasiones si sentía bien, de alguna forma haciéndola sospechar, pero ella no sentía nada fuera de lo común, algo más liviana tal vez, pero eso podría deberse al peso perdido.
Lo sucedido en el bosque no hacía más que rondar su cabeza y aunque al principio había estado culpándolos a ambos por ello, debía admitir que no había sido su mejor idea entrometerse entre un vampiro y un licántropo.
De esa forma descartó el echar la culpa a alguien, había sido víctima de malas decisiones y de encontrarse en el lugar y momento equivocado.
Rose no le había permitido ver sus heridas aún cubiertas por vendas, no le dolían, se sentía como si no estuvieran y eso era lo único que extraño que podía decirles, en lo demás, se sentía como siempre.
Al despertar se creó un revuelo en la casa pues fue sumamente inesperado que lo hiciera de la noche a la mañana. Todos fueron pasando para verla y asegurarse que, en efecto, se encontraba bien.
