//DON'T MAKE A PERMANENT DECISION FOR A TEMPORARY EMOTION//
❝Las decisiones mas difíciles
son aquellas
que nos obligan a dejar atrás
lo que verdaderamente
apreciamos.❞
• eclipse - second book
• jacob black x oc
...
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┌────────────┐ CHAPTER TWO he's in my life └────────────┘
Aasha paseo por la casa con nostalgia, no había pasado demasiado tiempo desde la última vez que estuvo allí, tal vez algunas semanas, pero se sentía como si fueran meses sin estar en aquel acogedor hogar.
Los recuerdos fueron llegando a ella con calma y cierta sensación de extrañeza. Todo se sentía lejano, como si otra versión de ella hubiera vivido allí, otra Aasha.
Pensó que eso posiblemente resultaba extraño, ella seguía siendo la misma o al menos lo parecía, por mucho que se repitiera que todo estaba bien, la molesta y constante sensación en la parte posterior de su cuello le recordaba que algo no andaba tan bien como debería.
Sus pasos la guiaron a la cocina, donde había discutido con Jacob antes de marcharse a Volterra. Recordó su cercanía, su calor, sus bruscos movimientos y sus brazos a punto de envolverla.
La forma en que se inclinó, en la que ella estuvo cercana al colapso cuando sintió como su frente tocaba la de él. Su corazón bombeando desenfrenado, como si no hubiera otro día por vivir, como si ansiara salir de su pecho para adentrarse en el de Jacob y hacer de ese lugar su residencia permanente.
Los ojos del lobo fijos en ella era algo que todavía la estremecía, tanta intensidad, tantos sentimientos... como si quisiera decirle algo y no subiera como hacerlo, como si no se atreviera.
Sus hermosos orbes oscuros fue algo que siempre había fascinado a Aasha. Era como perderse en las profundidades de una cueva, ser abrazada por esa cálida oscuridad, absorbida por aquellos pozos sin fondo.
Se descubrió a sí misma deseando que la observara por más tiempo de esa forma, como si solo existiera ella en aquel mundo, como si fuera todo su mundo.
Aasha no quería hacerse excesivas ilusiones, porque Edward también le había prometido mucho y luego todo fue un inconsciente engaño. De igual forma, ellos no eran más que adolescentes después de todo, la intensidad con la que sintieran en aquellos momentos no dudaría para siempre.
Eso era algo que Aasha había aprendido muy bien, nada es para siempre, ni si quiera el concepto de "para siempre". Tal vez siendo vampiro tendría una vida más larga, pero eventualmente se cansaría de la vida, de permanecer siempre igual, de huir constantemente de una ciudad a otra y llegado el momento imploraros piedad; una muerte rápida.
Pensar en ello solo la hacía recordar en Volterra y en lo cerca que estuvo de morir, los últimos meses habían sido un auténtico juego de supervivencia extrema.
Tuvo que admitirse llegados ese punto que en realidad no quiso marcharse, hubiera preferido que Jacob la abrazara hasta olvidar incluso donde se encontraban, quien era él, quien era ella y que estaba dejando morir a la persona que la salvo de pequeña.
