//DON'T MAKE A PERMANENT DECISION FOR A TEMPORARY EMOTION//
❝Las decisiones mas difíciles
son aquellas
que nos obligan a dejar atrás
lo que verdaderamente
apreciamos.❞
• eclipse - second book
• jacob black x oc
...
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┌─────────────┐ CHAPTER EIGHTEEN the night └─────────────┘
El camino a La Push fue en completo silencio, Aasha jugueteaba con sus manos y Jacob observaba la carretera fijamente, de vez en cuando dirigía su mirada hacia la chica preguntándose qué narices estaría pensando.
No era como si él no estuviera nervioso por tenerla a solas en su casa, sin su padre como muro de presión que lo obligara a contener sus estúpidas hormonas.
Aasha era todo lo que él hubiera soñado en una mujer y más, mucho más, porque ella era real y no solo un sueño. Aun daba gracias a los ancestros de la tribu por unirlo a alguien como ella, aun cuando lograr llegar a su corazón estaba suponiendo todo un reto, no le importaba, estar juntos al final sería la mayor recompensa del mundo.
Después de lo sucedido en el bosque no había podido dejar de pensar en ella de esa forma. Sus cuerpos habían estado más juntos que nunca y ella había estado besando y lamiendo su cuello, su parte racional sabía que eso se debía a la sed de sangre, pero su corazón simplemente se aceleraba al recordarlo.
Jacob se preguntó si se sentiría igual que ella hiciera eso sin sangre de por medio e incluso, que se sentiría si ella lo hiciera en... otra partes. Sacudió su cabeza alejando aquellas ideas y enfoco la vista de nuevo en la carretera, no podía pensar en eso con ella al lado a punto de pasar la noche juntos en una casa sola.
La idea era demasiado tentadora, incluso simplemente pensar en besarla y que ella finalmente le correspondiera se sentía algo loco y descabellado, irreal incluso. Algo que deseaba como nunca deseo otra cosa.
Solo quería besarla, se conformaría con eso y realmente podría morir feliz si ella le devolvía el beso con la pasión con la que bebió de su sangre.
- Mmm... - balbuceó Aasha cuando el chico estaciono frente a su casa. - Gracias por dejar que me quede hoy.
- N-no hay problema. - respondió pasando una mano por su nuca con nerviosismo.
- Alice dijo que Edward y Bella pasarían la noche juntos porque ellos iban a cazar y, sinceramente, no se decirte cuál de las dos opciones me apetece menos. - continuó hablando tratando de no caer en un incómodo silencio. - Así que me has salvado, otra vez.
- Siempre estoy dispuesto a ayudar a bellas señoritas en apuros.
- ¿Ósea que hay más de esas señoritas? - preguntó enarcando una ceja, ella estaba bromeando pero le agrado ver como él palidecía de golpe y empezaba a tartamudear nervioso.
- ¡No! ¡Claro que no! - negó con su cabeza rápidamente. - Ninguna señorita, solo tú, no hay nadie más que tú.
- Solo estoy molestándote. - sonrió divertida aunque internamente su pecho se había llenado de satisfacción. - Y... ¿vas a dejarme entrar o nos quedaremos frente a la puerta toda la noche?
