― chapter twenty

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┌─────────────┐CHAPTER TWENTYcold└─────────────┘

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CHAPTER TWENTY
cold
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Aasha estaba segura que había perdido la sensibilidad en sus dos pies y parte de su pierna derecha. La tormenta estaba siendo una helada y su extraña temperatura no hacía más que descender.

Parecía ser la única que lo estaba pasando mal, Bella hacia horas que había caído rendida, Edward por razones lógicas no sentía el frio y lo mismo pasaba con Jacob. En cambio, ella estaba temblando de pies a cabeza y sus dientes hacia un buen rato que habían empezado a castañear.

No sabía si aquella desafortunada situación se debía a que Bella había llevado ropa más abrigada que ella o que últimamente a su cuerpo le costaba aclimatarse.

Parecía como si tratara de adaptarse y de alguna forma lo entendía, su cuerpo había sufrido muchos cambios en los últimos meses y estaba segura que eso debía formar alguna clase de descontrol en su sistema.

Fuera cual fuera la razón, si seguía de esa manera no llegaría para ver el amanecer, quizá estaba siendo dramática, tal vez no moriría de frio, pero estaba segura de conseguir un buen resfriado.

- Debí elegir un lugar menos elevado. - habló Edward afligido.

- N-no importa. - tartamudeó ella. - Es culpa mía. - aseguró. - Estaré b-bien, sol-lo necesito acostumbrarm-me.

- ¿Qué puedo hacer? - preguntó sintiéndose desesperado por no poder ayudarla.

La quería, quizá no de la forma en que debió quererla tiempo atrás, pero aún se preocupaba por ella, por su seguridad, por que estuviera bien y verla de aquella forma... le rompía por dentro.

- J-Jacob. - balbuceó sin voz. - L-llama a Jacob.

- No necesita llamarme. - la cremallera de la tienda fue abierta y el chico rápidamente ingreso en el interior. - El castañeo de tus dientes no me deja dormir.

Edward supo que mentía, sí, el castañeo de sus dientes era realmente ensordecer para criaturas como ellos, pero lo que realmente le convenció de intervenir fue escuchar como ella lo llamaba, como ella le necesitaba.

- Oh, que p-pena, cuanto l-lo siento. - gruñó.

- Solo bromeo. - sonrió Jacob avanzando un poco hacia ella.

- Olvídalo. - sentenció Edward deteniéndolo.

- Podría necesitar sus dedos algún día. - escupió apartándose de él. - Además, tú no puedes darme órdenes cuando se trata de ella.

- Jacob, no me retes. - gruñó sujetando su brazo.

- No me pongas la mano encima. - ordenó el licántropo soltándose.

DECISIONS ― jacob black✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora