DECISIONS ― jacob black✔️

― chapter seven

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CHAPTER SEVEN
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Aasha solo podía ver la espalda del chico, su torso cubierto por una apretada camiseta de manga corta en color negro, su bronceado natural resaltando en contraste y sus músculos apretándose en los lugares correctos.

Jacob era algo digno de ver, ella lo pensó desde el primero momento en que se vieron, él era hermoso y ella podría pasar horas contemplándolo. Incluso cuando aún tenía su cabello largo y los genes lobunos no habían actuado del todo en él, aún así, ella lo consideraba atractivo.

Era algo que no podía explicar, algo en su forma de andar, en su dulce y profunda mirada, en su agradable y risueña sonrisa, algo a lo que ella no estaba acostumbrada, al calor de su cuerpo, al sentimiento de familiaridad... Aasha no sabía que era exactamente, pero algo tenía que lo hacía increíblemente adictivo para sus ojos.

La boca de la chica se secó, él realmente tenía una espalda ancha y una cintura estrecha, con unos brazos cálidos y fuertes en los que - fue consciente por primera vez - desearía ser envuelta.

Su corazón se encendió, latiendo desbocado y sus pies incapaces de caminar más rápido sin mostrar cuan ansiosa se encontraba por llegar a él. Aasha pasó las palmas de sus manos sobre la tela de su vestido, limpiando los rastros de sudor sobre esta, sus nervios aumentando a medida que se acercaba.

Apenas unos metros los separaban cuando Jacob finalmente reparo en ella, fue como si hubiera notado su presencia aun cuando no la tuviera frente a sus ojos.

Él también la analizó al detalle, notando cuando delegada aún se encontraba, su aspecto ya no era tan enfermo como hacía unas semanas, antes del accidente, pero aún así, ella mantenía esa aura desgastada y cansada que la caracterizaba últimamente.

Ahora más cerca, Aasha pudo observar como el corto cabello del chico se encontraba ligeramente mojado, con sus ojos oscuros fijos en ella y los brazos cruzados contra su pecho, marcando sus músculos, brindándole un aspecto salvaje y peligroso.

Las piernas de la chica temblaron ligeramente y tuvo que tragar el nudo en su garganta con fuerza intentando ocultar sus repentinos nervios.

Al parecer, Jacob se estaba volviendo un experto en volverla un manojo de nervios incontrolables o, tal vez, eran solo sus hormonas actuando como unas locas por primera vez en su vida.

En el momento en que se encontraron sus miradas él empezó a avanzar hacia ella y Aasha deseo que la envolviera en sus brazos, que le permitiera reposar la cabeza contra su pecho y pudieran quedarse así por siempre.