//DON'T MAKE A PERMANENT DECISION FOR A TEMPORARY EMOTION//
❝Las decisiones mas difíciles
son aquellas
que nos obligan a dejar atrás
lo que verdaderamente
apreciamos.❞
• eclipse - second book
• jacob black x oc
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┌───────────────┐ CHAPTER TWENTY TWO hot and cold └───────────────┘
Aasha alzó el rostro para encontrarse con los hermosos ojos de Jacob, podía perderse en su mirada, todo lo que veía cuando lo hacía era amor y cariño, una adoración que casi la hacía sentir abrumada.
Una parte de ella temía no poder devolverle todo aquello, quería estar con él pero también tenía miedo. Sabía que Jacob no la heriría ni mentiría, pero el miedo la obligaba a ir con pies de punta en todo lo relacionado con el amor.
¿Quién podría culparla por ello?
Jacob quería ser paciente y darle tiempo, pero su parte lobuna luchaba por salir y simplemente llevarlo todo tan rápido que ni si quiera tuviera tiempo de pensar en tener miedo.
Sentía la necesidad de borrar de la faz de la tierra cualquier cosa que pudiera romper la felicidad y el corazón de su impronta.
Acariciando el rostro de la chica de preguntó que no haría por ella, y la respuesta era simple, lo haría todo, absolutamente todo por Aasha.
Ella lo observo fijamente, podía notar como la mente del chico iba a mil por hora saltando de un pensamiento a otro, deseo poder leer su mente y averiguar en qué parecía tan concentrado.
- Confíe en ellos... confié en Bella y trate de volver a confiar en Edward... ¿porqué? - susurró más chica. - ¿No fueron suficiente todas esas mentiras que también tenían que ocultar esto? ¿Que creían que haría?
- Ni si quiera merecen que lo pienses. - dijo Jacob acariciando su cabello. - Nadie debería hacerte daño, jamás. - sentenció sin un ápice de duda. - Eres el ser más hermoso y bueno que he tenido el placer de conocer nunca.
- Jacob... - Aasha habló con voz ahogada. - No soy tan perfecta como todos creéis.
- Sí, lo sé, nadie es perfecto, la perfección no existe y todo eso. - contestó llevando su pulgar y su índice hacia el mentón de la chica para alzarlo y hacerla verlo a los ojos. - Pero tan seguro como que el Sol sale cada mañana y la Luna aparece en la noche, que cualquier clase de perfección te tendría envidia solo de verte sonreír.
- No, créeme, hay algunas cosas que no te he dicho, que no he dicho a nadie.
Nunca había hablado con nadie de ello, siempre temiendo la reacción del resto, incluso de su propia familia. ¿La dejarían si supieran la verdad? ¿Verían finalmente el monstruo en ella? El mismo monstruo que ella sabía que era.
Quizá, llegados a ese punto, su confianza en su familia estaba deteriorada, pero no dudaba de Jacob. A pesar del miedo, ella sabía que él la aceptaría fuera lo que fuera, pero en el fondo de su corazón no quería que perdiera esa imagen de ella.