//DON'T MAKE A PERMANENT DECISION FOR A TEMPORARY EMOTION//
❝Las decisiones mas difíciles
son aquellas
que nos obligan a dejar atrás
lo que verdaderamente
apreciamos.❞
• eclipse - second book
• jacob black x oc
...
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┌───────────────┐ CHAPTER TWENTY FIVE wounded wolf └───────────────┘
En la habitación se encontraban solo Sam y Billy, ambos la observaron sorprendidos cuando la vieron aparecer por la puerta de la habitación.
Ciertamente no era de extrañar esa reacción, su cabello estaba completamente despeinado, húmedo y con hojas pegadas, la ropa era un desastre y estaba completamente sucia, pero lo peor, sin duda, era su mirada.
Sus ojos estaban a punto de salirse de su lugar, inyectados en sangre por el llanto y la preocupación absoluta que sentía.
- Aasha. - dijo Billy sorprendido de verla allí. - ¿Cómo has...?
- Ya estoy aquí. - habló su padre entrando después de ella. - Perdona por entrar así, pero... - hizo una mirada hacia su hija antes de suspirar. - Insistió en venir.
- Está bien. - asintió el padre del chico. - Él solo ha estado repitiendo tu nombre una y otra vez. - añadió hacia la chica.
- Jacob, Jacob. - le llamó lanzándose a un costado de la cama. - Estoy aquí, cariño. - susurró acariciando su frente. - Vas a estar bien, mi padre ha venido y él va a curarte, resiste, por favor.
- Será mejor que salgas, hija. - pidió el doctor. - Voy a empezar.
- No me marcho a ningún lado. - sentenció con voz firme. - Estaré a su lado todo el tiempo.
- Aasha, esto va a ponerse feo, estoy seguro que Jacob no quiere que lo veas así. - trató de convencerla.
- He dicho que no. - negó nuevamente. - Empieza ahora, no voy a ninguna parte y solo estamos perdiendo el tiempo. Empieza.
Carlisle suspiro en rendición, camino hacia Billy y Sam pidiéndole lo que necesitaría para el proceso. Aasha se sentó en un lado de la habitación tratando de molestar el paso a su padre y cuando finalmente se quedaron los tres a solas empezó el infierno.
Aasha no podía dejar de llorar, sus manos cubriendo su boca conteniendo los gritos y los sollozos que amenazaban con espaciársele. Lo único que podía hacer era hablar con Jacob cuando el chico de vez en cuando recuperaba la consciencia y decía su nombre entre quejidos.
Su padre estaba rompiendo los huesos del chico una y otra vez mientras trataba de colocarlos en el lugar correcto. Debido a su rápida regeneración, estos estaban curándose en los lugares incorrectos provocándole más daño al chico.
Carlisle le administraba el sedante como podía, no estaba seguro de que dosis debía usar con alguien de la especie de Jacob y el chico parecía quemarlo en cuanto entraba en contacto con su sistema.
