Día 24

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Siento que el libro cada vez les aburre mas, lo siento por eso.
Abajo les haré unas preguntas sobre algo...

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[Cambia el formato de escritura, espero su opinión al respecto.]

Esa noche no pudo dormir, mas bien, fue como un insomnio fatal el cual le agarró aquellas horas. Apenas pudo cerrar sus ojos al rededor de las seis de la mañana; hora donde algunos creepys (si es que lo necesitan) van a descansar también. No obstante, muchos de ellos se despertaban a realizar su rutina diaria.

La rutina mañanera de los Creepypastas que habitaban en la creepyhouse era algo desordenada, ninguno podía convivir en paz o de manera civilizada pero obvio ¿Esperaban en algún momento que ellos fueran civilizados? Ni en sueños.

Habrán pasado unas horas, tres horas en específico.

Alguien tocó la puerta de una habitación, y esa habitación era la de _____. Ella reaccionó enseguida saliendo de su sueño dándose cuenta de la realidad... Estaba en una cama horrenda color gris y llena de polvo, mmm que rico.

—¿Quién es tan bestia de despertarme ahora?–Dijo la chica  musitando sus palabras.

Se levantó de la cama haciendo que esta rechinaba, nos daba a entender lo vieja y oxidada que estaba. Abrió la puerta notando quien era, hizo una mueca desentendida por la "visita"

—Buenos días.–Dijo cortés aquel chico azabache y de ojos bicolor (no me acuerdo como se le dice a eso, lo siento.) Uno esmeralda y otro Zafiro.

—¿Nathan? –Balbuceó ella desconcertada, pero pronto reaccionó ante su descortesía¿?.– Oh, buenos días...

—Ya es tarde, debes levantarte. Además, anoche no has "cenado" y supongo que mueres de hambre.–Comentó Nathan notando como el estómago de _____ emitía ligeros sonidos dando a entender que sí, estaba hambrienta.

—Pero si en esta choza no hay nada de comer... –Volvió a balbucear pensativa.– Y los bizcochuelos no me salen, soy un desastre.

—¿Te enseño? –Propuso Nathan indiferente, el no tenía nada que hacer ¿Por qué no matar el tiempo?

–¿Sabes cocinar? Eso es genial, me gustaría que me enseñaras... Así dejo de llamar a emergencias por el incendio. –Aceptó emocionada, y como ya estaba vestida (porque allí no tenían pijama ni ropa demás) salió de la habitación contenta.

La alegría que irradiaba hacía captar la atención de los creepypastas que andaban merodeando por la zona, y también, lo que mas le llamaba la atención era que la "Demonio" estuviera junto al "rarito" de Nathan The nobody aunque para ella ya no fuera nada raro, de hecho, pareciera como si su realidad del mundo de hubiera distorsionado para poder convivir con ellos; se podría decir que ella ya no ve como un humano normal, ve como uno de ellos.

Llegaron a la cocina y Nathan le indicó las cosas que iban a usar... Intentaban encontrarlo entre tanta mugre.

Masky que pasaba a buscar una botella de agua a la cocina se quedó igual de desconcertado al verlos juntos ¿Por qué habían dos raritos en la cocina?

—¡Hola Masky! –Saludó ella animada como si fuera lo mas casual del mundo.

—Pierdete. Saldremos por una hora, volveremos pronto.–Comentó sin muchas ganas tomando la botella con total brusquedad.

—No es por nada pero... ¿Por qué me lo dices? –Cuestionó ella, no le molestaba, solo era curiosa como un gato; ¿Por qué el gran Masky-gruñón le informaba de su salida?

Una Fangirl en la CreepyHouse |2| [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora