No te haré esperar.

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"Ahora quieres más de mí, te dejaré sediento"
Taemin, Want




Entre besos fogosos entraron a la mansión, Taemin había gemido mientras Minho besaba su cuello y el trataba de introducir las llaves en la puerta, deseaba al médico como jamás deseó a nadie, y eso que se había prometido así mismo llegar virgen al matrimonio, cosa que no cumpliría, porque estaba a merced de Choi en aquel momento.

—Por aquí.—indicó llevándolo a su habitación.

Cerraron la puerta con llave y volvieron a comerse a besos, Minho llevó su mano hasta la larga cabellera de Lee y tiró de ella, haciendo que su cabeza se inclinara hacia atrás, sonrió  ladino cuando le abrió la caperuza descubriendo que debajo llevaba una franela  y unos pantalones cortos, ajustados y de licra.

—Me gusta como te queda ese pedazo de tela.—señaló alejándose un poco para ver mejor el cuerpo de Taemin.

Admiró su cintura delgada, sus piernas bien formadas, su piel blanca y perfecta, lo acercó a él y lo giró para ver sus nalgas con la licra ajustada, se mordió los labios y rozó su erección entre el trasero de Lee.

—Te deseo Taemin.

—Entonces demuéstrame cuanto me deseas.—habló el castaño de la forma más sensual que pudo.

Se dio la vuelta y se abrazó al médico, sin previo aviso saltó abrazándose con sus piernas a la cintura de Minho, quien lo sostuvo fuertemente, gruñendo cuando sintió a Taemin moverse sobre él, quería estar en su interior, y lo haría, se desnudaron torpemente, no querían que sus labios se separaran, con Lee en brazos y desnudo Choi lo pegó a la pared, sintiendo un placer inmenso cuando su polla rozó las nalgas del castaño.

Taemin tembló al sentir la virilidad de Minho, quería aquello, lo deseaba, a pesar de tener miedo porque era su primera vez, Choi besaba su cuello, subiendo hasta tener el lóbulo de su oreja derecha en sus labios.

—Lle-llevame a la ca-cama.—suplicó Taemin sintiendo su propio líquido presemienal salir de él.

—No te haré esperar Caperucita, seré un lobo malo.—gruñó Minho.

Lo depositó en la cama y sonrió maliciosamente al ver como Lee miraba su polla, estaba bien dotada y era algo de lo que se sentía orgulloso, se tocó mientras se acercaba al más joven, las piernas de Taemin temblaron cuando sintió los labios de Choi besar sus muslos, dejando mordidas pequeñas en su piel, el veterinario dejó caer su cabeza atrás y apretó las sábanas al sentir la lengua de Minho sobre su escroto.

—Hmmm Ming.—su voz salió aguda y en un jadeo.

Nadie lo había tocado así, jamás, gimio más alto cuando Minho succionó su escroto y lamió su polla desde la base hasta la punta, estaba seguro de que estallaría, estaba al borde de hacerlo, se sintió avergonzado y cerró un poco sus piernas, sin embargo Minho lo detuvo y sacó el pene de Lee de su boca.

—Déjate llevar Caperucita, solo disfruta, no importa si terminas ahora, créeme que querrás más.

Obedeció y se mordió los labios, las mano derecha de Minho envolvió su falo mientras su boca volvía a tragarlo, vio con lascivia como el médico se llevaba un dedo a su boca y lo sacaba cubierto de saliva, cerró sus ojos y se llevó sus manos a sus tetillas, acariciandolas a la misma vez que Minho introducía despacio su dedo húmedo en su interior.

Estaba excitado, abrumado y encantado, disfrutaba del dedo en su interior a pesar de que sintió un poco de ardor, Minho estaba siendo delicado con él demasiado, apretó sus ojos cuando sintió la lengua de Minho sobre su glande, y esa mano gloriosa que no dejaba de tocarlo, sus piernas volvieron a temblar cuando acabó sobre los labios del médico, quien limpió hasta el semen que había quedado en sus manos.

Travesía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora