31 HISTORIAS ANTES DE LLORAR

Día 5: Pesadilla

Harry sabía que amaba a Draco, lo amaba incluso más que volar en su escoba; y eso, ya era decir mucho.

Pero entonces, ¿Por qué se encontraba sentado en un restaurante en el mundo mágico comiendo tranquilamente mientras, el amor de su vida le decía que quería romper con el compromiso que tenían hace dos años?

— ¿Pero por qué?

—Ya no siento lo mismo por ti, he encontrado a alguien del que me enamoré. —las palabras del peliplatino habían sido claras, como él siempre lo era; pero aun así, Harry no entendía el motivo completo del rompimiento.

— ¿Pero por qué?

— Potter no insistas.

— ¿Cómo quieres que no insista Draco?, estábamos saliendo y nos íbamos a casar en un mes; por fin tenía la aprobación de tu padre, el profesor Snape había dejado de mirarme con esa mirada y Teddy ya no me hacía bromas. Al menos ese sujeto debe ser alguien demasiado admirable para reemplazarme.

—Potter...

—Bueno, no digo que yo sea el mejor de todos, pero me he esforzado por estar a tu lado.

Draco volvió a su comida cogiendo un bocado, dejó los cubiertos listos para plantar cara a la inevitable situación.

—¡Harry! —en el momento menos esperado, Ron había aparecido sentándose al lado de Draco después de abrazar a su amigo.

—Ron, no creo que sea un buen momento para comer.

— ¿No se lo dijiste Draco?

—Solo yo le puedo decir Draco, y su papá.

El pelirrojo cruzo miradas con Malfoy, en silencio tuvieron una de esas charlas donde ambos tenían una conversación telepática.

—Harry... —comenzó despacio Ron al ver la mala cara que se cargaba su amigo—...me voy a casar mañana y quiero que seas mi padrino.

—Ron felicidades, siempre supe que tu Hermione darían el siguiente paso, pero en serio que este no es un buen momento para esas noticias, estoy teniendo una charla con Draco.

—A eso me refiero...

El momento había llegado, era perder o ganar. El pelirrojo tomo la palabra antes de desviar la conversación nuevamente.

—No me voy a casar con Hermione, nosotros rompimos.

—Lo lamento amigo, en serio yo...

—...con Draco

Nuevamente volvía a aparecer un silencio, Harry no sabía que era lo que intentaba decir Ron y que ¡Merlín lo libre!, que no fuera lo que sea que estaba entendiendo.

—Sigues siendo un cobarde Weasley. Harry, me caso mañana con Ron, esperamos que seas el padrino de nuestra boda.

Dicho aquello, ambos se abrazaron y Harry pudo ver un rostro que nunca antes había visto en Draco; pero aun no podía creer la situación que estaba viviendo, no podía ser posible, todo era tan irreal que parecía una pesadilla.

Exaltado, asustado...respirando fuertemente Harry miro a su alrededor y, viendo que se encontraba en su cama en plena madrugada y que a su costado se encontraba descansando otro cuerpo, quiso comprobar si todo lo que había vivido había sido una pesadilla.

—Draco, Draco despierta.

—No molestes Potter.

—Creí que era Harry.

—Cuando me levantas en plena madrugada eres Potter y si continúas, serás la persona que botaré de la habitación.

Esa voz, la había escuchado, por Merlín que Draco estaba a su lado y en su cama.

— ¿Sabes que te amo Draco?

—Eso no cambiará el hecho que mañana visitarás a mis padres solo.

—... igual te amo.

Harry se recostó en la cama con una de esas sonrisas bobas y acarició el anillo de su dedo izquierdo. Por Salazar que no solo Draco estaba durmiendo en su cama, si no que se había casado con él. Todo lo que había visto había sido una pesadilla, la peor de todas las pesadillas.

El que Draco rompiera su compromiso y que se enamorada de Ron y se casaran, por Merlín que era lo más horrible que había soñado, lo único bueno de toda esa espantosa pesadilla, era que Draco estaba a su lado y que a partir de ahora vigilaría los movimientos de Ron con su dragón.