Día 13: Canción

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Tocar el níveo cuerpo de Draco era como tocar el cielo; una piel cálida, blanca y sin manchas lo animaba a dejar aunque sea una pequeña marca en su hombro, en su espalda, en su cuello. Ron quería marcar cada parte del cuerpo de Draco.

Debió escuchar a sus hermanos en el pasado, cuando le dijeron que los Slytherin eran peligrosos, pero el de valiente demostrando su valor quiso ir más allá, no sería la sobra de su familia y mucho menos un cobarde, no más.

— ¿En qué piensas comadreja?

—Quiero dejarte una marca.

—Nunca, aun no te has ganado ese derecho.

Ron quiso recordar el momento en que se había vuelto adicto a tocar ese cuerpo, a sentir el embriagante aroma del dragón.

Pero más importante, ¿en qué momento lo había comenzado a ver de diferente manera?

No había una razón, ni un orden exacto para lo que paso; un día estaba ahí parado y cuando recordaba ya estaba enamorado del peliplatino.

— ¿Por qué eres tan lindo Draco?

—Porque soy yo. —ahí estaba ese tono, Draco siempre hablaba como si jugara con alguien, como si él fuera el único del mundo o, lo más importante.

Ahora, Ron podía entender por qué Harry no quitaba su mirada de Malfoy en la escuela, no era que tramara algo, Harry estaba templado del peliplatino; había sido embelesado por la serpiente más hermosa de Slytherin, al igual que él lo estaba ahora.

Su mano acarició las mejillas rojizas de Draco, se dedicaron a una pequeña sesión de besos cortos, una pequeña risa que se escapaba de esos labios hinchados.

— ¿Cómo le vas a decir a Potter que nos vamos a casar?

Ron sabía que iniciar una relación con Malfoy tenía sus buenos y malos momentos; enumerar los buenas era una lista muy larga, tratar de enumerar las malas situaciones a los que estarían sometidos era incluso más larga que los buenos, pero en la infinidad de malas situaciones, la número uno se llama ''Contarle a mis mejores amigos''.

Cuando Draco le contó a Pansy y a Blaise, los dos fueron a emboscar a Weasley y buscar respuestas claras, Ron después le contaría que lo obligaron a beber Veritaserum a punta de varita para saber sus verdaderas intenciones.

Pero cuando Ron se lo comento a Hermione de su nueva relación, la chica había aplaudido feliz, Ron buscando apoyo intento pedir consejos para contárselo a Harry.

— ¿Se lo contaste a tu padre Draco?

—Madre lo sabe, pero mi padre...

— ¿...tipo difícil, verdad?

—Más que tu amigo, por supuesto.

Mañana seria otro día para ellos, otro día para luchar por lo que amaban; pero hoy, podían tratar de amarse.

Ron beso a Draco, lo toco como si lo extrañara de algo, la voz de Draco fue suave, como un ronroneo en una gloriosa melodía de jadeos. El pelirrojo sintió como esos delegados dedos se hundían en su cabello tirando suavemente. Las caricias, las miradas que decían más de mil palabras, ellos se amaban.

Cuando Ron estuvo en el interior de Draco, sus gemidos se volvieron en una canción que le gustaría escuchar por toda la eternidad.

31 HISTORIAS ANTES DE LLORARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora