Día 24: Asesinato

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Aquel día, Harry Potter había entrado al ministerio de magia portando en su mano su varita, cuando llegó a la oficina de aurores a la que pertenecía, comenzó a disparar avadas a todo el personal que se encontraba dentro.

El bullicio que se generó llamó la atención de los diferentes departamentos pero nada se pudo hacer, cuando vieron que la luz verde del hechizo había terminado; y el niño que vivió se había ido, muchos curiosos se acercaron a lo que alguna vez fue una oficina y al que conocieron como el jefe del departamento de aurores muerto junto con otros miembros.

La noticia había corrido por los medios rápidamente; cuando Neville tomó el periódico en sus manos, pensó que todo era una broma, Harry no podría haber matado a sus propios compañeros.

Mientras leía el artículo, anunciaban que aún no se habían encontrado huellas del asesino de Potter, pero el joven Longbottom conocía el único lugar en donde su amigo podría haber ido. Neville pensó que tal vez, el no encontrar a los asesinos del omega de Harry, lo habían terminado por trastornarlo.


Así, se transportó a las afueras de Italia, en una pequeña mansión en donde él se había encargado de proveer el invernadero en el pasado. Entonces ahí lo vio, alto y cansado, mirando a la nada, perdido en su mente o tal vez tratando de recordar a alguien.

— ¿Por qué lo hiciste? —preguntó despacio, queriendo saber el estado de Harry.

—Porque quise. —había contestado secamente, mordiendo sus propias palabras.

Neville entonces se sentó en una de las bancas que se encontraba detrás de Harry, contemplando su espalda ancha desde que había dejado el colegio. El chico rubio sabía que no era necesario preguntar más, Harry no hablaría y como siempre, se guardaría sus propios problemas para el solo.

—Harry, ¿qué paso con Draco en verdad?

Su ex compañero bajó la mirada, el aroma del alfa se comenzaba a sentir algo amargo en el ambiente.

—Ellos lo mataron. —dijo quieto, como guardando el resentimiento que seguía teniendo por el ministerio de magia. — ¿Recuerdas aquel día en que estaba de misión y luego, el jefe de los aurores me designó inmediatamente otra? Pues fue ese día.

Neville escuchó las palabras de Harry en silencio, sabía que su amigo necesitaba desahogarse, ya había sufrido mucho.

De esta manera, el chico rubio se enteró de una cruda verdad. Draco, el omega de Harry estaba esperando un hijo, el ministro había aceptado de mala gana que una figura pública como Potter saliera con el ex mortífago de Malfoy, pero no soportaría tener que ver al engendro que traerían al mundo.

Harry debía tener a alguna buena omega que lo ayudara a salir, a sobresalir en el mundo; él era como una esperanza para el mundo y el estar con Malfoy solo traía varias oposiciones, el jefe de aurores viendo que no podría traer tantos problemas, se había decidido a acabar con el asunto el mismo.

Antes del fin de semana Malfoy y su cría no nacida debían desaparecer.

Cuando Harry había regresado de las dos misiones dadas, se había encontrado con la muerte de su omega, sintió romperse en mil pedazos y cuando Ron lo encontró, lo vio abrazado al cuerpo inerte de Malfoy llorando a gritos.

Neville pensó que la vida de Harry no era justa.

31 HISTORIAS ANTES DE LLORARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora