Día 25: Veela

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Había un rumor que corría por las familias más antiguas, un pequeño rumor que cada vez tomaba más control sobre los miembros de dicha familia al mostrar sus finas facciones.


Aquella noche, Lucius tomaba vino sentado en uno de sus sillones favoritos, sus ojos se dirigían al fuego de la chimenea viendo bailar las flamas y hundiéndose en sus pensamientos. Su hijo, su amado hijo se iba a casar y con alguien a quien prefería tener a mil años lejos de él; sin embargo saltaba a la vista que el amor que decía tener Draco por el insufrible de Potter, era lamentablemente real.

Lucius había mostrado un gesto agrio cuando se enteró, no por el hecho de que el compromiso fuera con otro hombre, realmente el verdadero problema era por la sangre que corría por las venas Malfoy. Tal vez para unos era una bendición, pero a él se le había enseñado que dicho talento era solo una maldición.

Aun cuando cerraba sus ojos podía oír claramente la voz de su abuelo y posteriormente la de su padre, ambos descendientes de una criatura mágica. Una maldita Veela, una criatura de gran belleza, con poder de encantar a las personas, y siendo estas cualidades hereditarias; su hijo podría engendrar a pesar de ser hombre.

Distraído en sus pensamientos y las palabras de su padre, Lucius se sorprendió cuando vio entrar por la puerta a Sirius Black, querido primo de su amada mujer.

— ¿Cómo puedes vivir así? —preguntó Sirius, sentándose sin recibir invitación alguna y ya hastiado de la actitud del Malfoy mayor.

—No sé a qué te refieres.

—Solo deja ser feliz al pequeño Dragón con Harry.

—Hay mejores partidos para mi hijo y, tu ahijado no es uno de ellos. —Lucius quería terminar la conversación rápidamente, sabía el punto en el que Black quería llegar y eso era algo que no le gustaba tratar a mitad de la noche.

—El hecho que tú escogieras las órdenes de tu padre sobre la felicidad, no quiere decir que Draco también lo tenga que hacer.

Ahí iba su estúpido pariente político hablando como si tuviera la razón del mundo.

—Tú sabes que los dos van a ser felices, y no hay problemas con las líneas de sangre que habrán en el futuro, Draco puede...

— ¡Silencio! —espetó Lucius, cansado de escuchar la misma pedorreta sin sentido sobre su hijo, el mejor que nadie sabía lo que podría traer el matrimonio de su Draco con el último de los Potter. —Cuida tus palabras estúpido perro.

Sirius suspiró ruidosamente, sabia el pequeño secreto que Lucius no quería oír o posiblemente los recuerdos que no deseaba traer a colación.

—Solo dale tu bendición a los muchachos, luego ya ves cómo le haces la vida imposible a los dos. —levantándose, Sirius se dirigió a la puerta de salida, sabía que había dicho lo suficiente. —A propósito, Remy te manda saludos.

El peliplatino estuvo a un paso de levantar su varita y hechizar a Black, pero este ya se había ido.

Mencionar a Lupin era aún, a pesar de los años, un tema que no le gustaba tocar. Lupin, era más joven que él, había sido una persona que llamo su atención después de Severus; Lucius muchas veces se encontró fantaseando con el chico de ojos miel y antes de terminar la escuela se había dado algo entre los dos.

Una relación que ambos habían llamado amor y habían hecho planes para un futuro, al principio Lucius no le vio problema. Lupin a pesar de ser un mestizo, era un mago fuerte y de actitud atractiva, sabía que su padre no aceptaría el compromiso, pero Lucius era un Veela que podía dar descendencia y la línea de sangre de los Malfoy aun seguiría vigente y más poderosa si se usaba bien las cualidades de la sangre del hombre lobo, Severus podía ayudar en eso.

Pero el final llegó más pronto de lo que pensaron, Abraxas no era un hombre con paciencia y sometió a una pequeña sesión de tortura y varias amenazas a su hijo, al día siguiente Lucius ya tenía prometida y futura esposa. El fin de la relación con Remus había quedado en nada, porque nunca hubo palabras de despedida.

Recordar todo eso era un momento agridulce en su vida, pensar en el pasado siempre le había sido doloroso y por eso, procuró mirar solo el futuro.

Draco tendría que pasar por una seria sesión de dolor al aceptar la sangre de Veela dormida en su interior, aunque era solo una pequeña fracción después de casi cuatro generaciones, ésta aún era poderosa y podía cumplir con todo lo que venía en ella.

Su hijo como Veela podía seguir la línea Malfoy y Potter como él quisiera, lo amaba después de todo y solo quería verlo feliz, tal vez pronto vería pequeños niños rondando en la mansión y en lo profundo de su mente, Lucius rogó que esos niños sean igual que su dragón.

31 HISTORIAS ANTES DE LLORARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora