Historias de las 7 almas humanas UNDERTALE

JUSTICIA parte 3

Juste no retrocedió, jamás se le dio escapar, además de que le parecía que sería inútil, al final, no podría escapar de ella. Así que le apuntó con su pistola.
-Undyne, no quiero hacerte daño –Dijo sin dilación
-Yo soy Undyne, la máxima expresión de poder, todos ustedes, humanos, tendrán que sacrificarse para que nosotros seamos libres. 
Entonces Undyne convocó una lanza en cada mano y las lanzó a Juste, él las esquivó sin mucho problema era bastante rápido, más de lo que él esperaba. Dio dos disparos rápidos que le dieron justo en el pecho a Undyne, rebotando en su armadura y haciéndola retroceder por el golpe. La armadura se veía un poco más floja, como si colgara. Puso una cara de dolor al recibir el impulso de la bala y volvió a mirar a Juste. 
-Tendrás que esforzarte más, humano
Undyne convocó un par de lanzas más y se las arrojó a Juste, él las esquivó con habilidad, pero una de ellas logró rasgarlo de la mejilla. Sangró un poco y Undyne sonrió, sabía que, si no terminaba con esa pelea pronto, ella terminaría por vencerlo. Se escondió detrás de una cascada para cubrirse. Undyne lanzó más lanzas hacia él, estas no atravesaron el agua. Detrás de la cascada había una cueva pequeña, Juste tenía que pensar rápido, Undyne entraría ahí y lo mataría en el acto. Una idea al fin llegó.
Undyne saltó adentro de la cascada, topándose con la pared de la pequeña cueva, no había nadie, entonces Juste salió detrás de ella, se había recostado para que ella no lo viera al entrar y sorprenderá. Disparó dos veces más, una en cada pierna de Undyne, la armadura era resistente, pero esos disparos hicieron que su armadura se descolgara, haciéndole imposible a ella moverse. Juste ya no tenía más balas, así que quiso salir de la cascada para obtener una mejor posición y pensar en otro plan. Pero, del piso, unas enormes lanzas le prohibieron la salida a Juste, estaba atrapado con Undyne, la desesperación lo inundó, si perecía, su hermana lo haría también, él tenía que salvarla pero ¿Cómo podía? Ningún niño había vencido a un monstruo antes. O quizás eso era porque
LES FALTABA DETERMINACIÓN.
Juste supo que hacer al instante, de nuevo apuntó el arma contra Undyne, ella no sabía la capacidad de la pistola, así que se puso en guardia mientras se acomodaba la armadura de nuevo, Juste sabía que no había balas ahí, pero sabía también que algo pasaría, era porque “eso” le había dicho qué hacer. Undyne terminó de acomodar su armadura y dirigió de nuevo su mirada a Juste. 
-Humano, diste una buena pelea, respeto eso. Que tu muerte nos libere, sexta alma.
Un intenso brillo de color amarillo resplandeció en el pecho de Juste, era enceguecedor, entonces Juste enfundó la pistola de nuevo, en lugar de eso, extendió su mano con decisión, poniéndola como si fuera una pistola. Las imaginaciones de los maleantes se presentaron en su cabeza de nuevo, sus dedos índice y medio extendidos, igual que el pulgar, pero este último hacia arriba, con eso apuntaba a Undyne, ella pensó que se trataba de una especie de broma. Y arremetió con velocidad.
-Perdóname, Undyne
Juste dobló su dedo pulgar, haciendo la seña como si hubiera atrancado el martillo de la pistola, y un poderoso proyectil redondo salió frente a sus dedos. El proyectil era amarillo, y Undyne no tuvo tiempo de reaccionar. Este le dio con fuerza en su cabeza, en el ojo derecho, y deteniendo la carrera de Undyne hacia Juste, al instante, la lanza de su mano desapareció y las lanzas que los encerraban también. Juste no dudó más y salió de aquella cueva. Se encontró de frente con otro monstruo, pero no detuvo su carrera. Lo esquivó por un lado y corrió, iba detrás de Gaster.
Alphys entró en la cueva con dificultad, el agua era muy fuerte, pero estaba decidida a ver a Undyne. La conoció poco antes, cuando se reunía con Gaster y Asgore, y siempre le pareció que le agradaba, mucho. Encontró a Undyne tirada en el suelo, su ojo izquierdo humeando por el impacto, logró ver como su cuerpo comenzaba a tener grietas, estaba muriendo. Alphys estuvo investigando para Gaster acerca de este compuesto de las almas humanas, y había conseguido extraer una cantidad pequeña de una de las almas. Lo habían llamado DETERMINACIÓN. Creía que podía sintetizar esa sustancia en un futuro, y en ese momento, se dirigía al laboratorio con una muestra para seguir investigando. Pero eso no pasaría. Alzó la cabeza de Undyne, se seguía cuarteando, se estaba convirtiendo en polvo. Abrió su boca con cuidado y vertió el líquido de color rojizo en su garganta. Por un momento, Alphys se quedó mirándola, con esperanzas, pero al pasar de unos minutos en los que no reaccionaba, se comenzaba a dar por vencida, lo que no se había dado cuenta, era que su cuerpo se había dejado de desintegrar. No quería ver eso, así que Alphys salió de la cueva corriendo y llorando por su amiga. Un resplandor verde surgió del hoyo donde solía estar el ojo de Undyne, LA HEROÍNA HABÍA APARECIDO.

Juste llegó hasta el final de Waterfall, donde, muy en contraste, había enormes ríos y cascadas de lava, el calor era horrible, pero no se detenía ante nada. La pistola brillaba en amarillo, pero no necesitaba desenfundarla para poder disparar. Gaster se había confiado, tanto, que Juste logró alcanzarlo antes de llegar al laboratorio, aun lo seguían todos los monstruos Gaster estaba genuinamente sorprendido, había logrado vencer a Undyne. No había ningún caso en que otros monstruos pelearan con él. Él no quería que los monstruos murieran, él quería gobernarlos y liberarlos. Así que, con su magia azul, los hizo que se dispersaran, todos los monstruos comenzaron a marcharse de ahí, iban a diferentes direcciones. Gaster, por su parte, entró al laboratorio sin prisa, justo antes de cruzar la puerta, le hizo una seña a Juste para que lo siguiera, juste no apuntó con sus dedos, pero mantuvo la magia de su pistola activada, para usarla en cualquier momento. Gaster no iba a pelear con él, podía sentir su intención, lo llevaría con Kim.
Juste siguió a Gaster, que caminaba calmadamente en el salón
-¿Eres realmente un prodigio o no? –Dijo Gaster, sonriendo- En verdad no puedo creer que hayas vencido a Undyne.
-Me obligaste a matarla, maldito –Respondió con rencor Juste-
-Pudiste haberte dejado vencer, ella no estaría muerta si lo hubieras hecho, como lo planee.
-Se supone que eres el monstruo más inteligente por aquí. No me creo que tus afirmaciones sean tan estúpidas.
Gaster rio un poco más.
Salieron del laboratorio y llegaron a una enorme estructura construida sobre la lava.
-Admira mi más grande invención, Juste, El Núcleo. Es lo que abastece toda la energía del subsuelo, una invención, por demás, maravillosa si me lo preguntas. Pero ahora responderé a la pregunta que verdaderamente te estás haciendo. No, tu hermana no está ahí. Ella está en mi laboratorio privado, bajo el laboratorio, ahora, si quieres que te lle…