🐾Gatito huraño🐾 [changlix]

8

Un mes había pasado desde el regreso del pequeño Felix, las cosas iban a su tiempo, algunas veces más complicadas que otras, en el tiempo libre de Changbin siempre jugaban, claro, a la manera de Felix, eran juegos muy simples, solo era morder y llenar de besos la cara de Bin, otras veces eran apuestas donde si Felix ganaba Chang le compraba un juguete nuevo y si perdía contra él, le tendría que preparar un pan con atún. 

Da la conclusión: si Felix pierde o gana, el tendrá su recompensa.

 El único y pequeño detalle que tenía Seo, era que Felix jamás se comportaba cuando Hyunjin estaba en casa.

Siempre tenía que hacer una pequeña travesura, ya sea enterrar sus garritas mientras estaba echado en sus piernas, arquearse cuando se acercaba al pelinegro y una que otra vez lo mordía. Hyunjin, no sabia que Felix era un híbrido, pero eso no significaba que sabía lo que hacia el minino. 

Ambos tenían una gran ventaja que el contrario no sabia.

Estaban en la casa, teniendo una de sus miles peleas mientras el pelinegro estaba en el trabajo, porque si, desde que Felix fue mordido por el perro del vecino ya no ha querido ir con Changbin y él se lo ha encargado a su amigo, sin saber la guerra que hacían ambos en su ausencia.

-Vamos gato, habla, ¿Qué te traes con Bin? -el gato maulló en protesta -tus trucos van a dejar de funcionar pequeño, y yo me quedaré con Seo, puedo apostar a que solo lo quieres por el dinero. Además, yo llevo más de diez años conociéndolo, se todo lo que le gusta.

~¿Dinero? ¿Qué rayos es eso? -pensó el pequeño mientras se subía al respaldo del sillón para enfrentar cara a cara al "niño bonito"

-Fuera de mi camino gato, por cierto, Changbin dice que te toca baño... -el gatito siempre ha maldecido ese día, se estaba convirtiendo en los peores, y más cuando el que lo bañan no es exactamente su dueño -así que, cuidado y me rasgas la cara, no sabes las horas de belleza que necesita esto -dijo mientras se señalaba. Felix solo pensaba en lo ridículo que era.

Cuando vio que iba a ser tocado por ese hombre le arañó la mano y salió corriendo, podían escuchar los gritos del contrario mientras lo intentaba atrapar, cuando Changbin le dijo a Hyunjin que Felix era un completo huraño y agresivo con los desconocidos, no mentía, pero lo que no entendía era el por que aun lo hacia, ya ha pasado mucho tiempo y el gato sigue igual, o peor que antes.

El híbrido dejó de correr al no sentir los pasos atrás, levantó sus orejitas y empezó a olfatear su alrededor, aunque su esfuerzo fue en vano, ya que fue capturado mientras era envuelto en una toalla, para Felix no era divertido bañarse, y menos con el agua fría que el otro le daba. Empezó a maullar tal y como el primer día con Seo. Sentía que ya no había caso seguir la lucha, nadie lo escucharía, pero la vida es buena con él cuando quiere.

Escucho la puerta abrirse supuso que era el pelinegro, solo había entrado la mitad de su cuerpo cuando le enterró los dientitos a Jin y salió corriendo a la entrada mientras volvía a ser perseguido.

Como pudo se subió a los brazos de Seo y empezó a temblar por la parte mojada de su pelaje, él quería decirle todo lo que pasaba, pero no podía, no quería convertirse frente a alguien más, aparte de tener el consentimiento de que estaría desnudo.

-Hola pequeño, ¿Cómo te fue? Yo estuve aburrido sin ti. ¡Hey! ¿por qué estás mojado?

~No lo se, dile eso al cara de diva que se la pasa en el espejo -pensó mientras restregaba su cabeza contra el cuello del pelinegro.

Seo soltó un pequeña risa -otra vez el problema del baño, ¿cierto? -el híbrido empezó a lamer el lóbulo de la oreja del contrario -vamos a bañarte y luego un chocolate caliente.

Cuando Hwang vio a su amigo cambió su cara de amargado por una muy feliz, por dos razones, ya no tener que encargarse del gato y por estar cerca de Changbin.

-Hola Jinnie, prepara chocolate por favor, iré a bañar a este travieso -y dicho eso subió al baño.

Mientras el pelinegro preparaba el agua, Felix jugaba con su cola sentado en la taza con la tapa cerrada, ya no era tan incómodo para él estar sin ropa enfrente del mayor.

-¿Te puedes bañar conmigo? -Changbin volteo sorprendido por la repentina pregunta del pequeño, pensó que era muy tierno con sus orejitas hacia atrás y agarrando su colita nervioso.

-Claro lix, no veo el por qué no -dijo sonriendo -ahora ven, entra -el pelirrojo se movió hasta donde se encontraba Seo y entro al agua mientras veía los movimientos del contrario.

Al pequeño gatito le gustaba apreciar el hermoso y trabajado cuerpo del pelinegro, y esos brazos con puntitos rojos por sus dientes, que deja marcado a veces.

-Changbin... tu... siempre me bañas... creo que... es mi turno de hacerlo -dijo mientras sus mejillas se tornaban de un color carmesí por ver las otras partes del cuerpo del pelinegro. 

Si Felix fuera a la escuela, ya hubiera pasado la clase de anatomía, solo por ver y aprender de Changbin. 

Pero por ahora nada de morbos por parte de ambos. Disfrutemos un poco de amor.

-Adelante pequeño... -dijo Seo sonriendo.