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La noche era tranquila como la anterior, jamás pasaba algo nuevo en la vida de Seo Changbin un chico sin preocupación alguna.

El vivía rodeado de híbridos, sus amigos contaban muchas cosas buenas de ellos y quiso saber lo que era tener uno, uno con el que pudiera jugar, hablar y cuidar de él. Jamás pensó que esa misma noche una cosa pequeña y peluda cambiaría su vida.

Estaba a una pocas cuadras de su casa cuando un golpe muy seco se escuchó en el callejón, decidió ver que era, ya que no era normal escuchar ese tipo de sonidos. Al entrar al callejón pudo ver a un gatito lleno de heridas, estaba inconsciente, él no era de las personas que dejarían a un animal solo con el frío. "Seguro no sobrevivirá", pensó él.

Con mucho cuidado cargo al felino en sus brazos mientras llegaba a su casa. Lo primero que hizo entrando fue ponerlo en un cojín y empezar a curarlo con una delicadeza pensando que si hacía fuerza lo lastimaría, el pequeño abrió los ojos e hizo un maullido llamando la atención del chico.

-Hola pequeño, no te preocupes, te darás una ducha y dormirás tranquilo lo prometo -dijo el pelinegro con una sonrisa.

Después de un rato, cuando ya tenía la ducha lista, baño al pequeño. Terminando lo llevó a su cuarto y lo empezó a secar.

-¿Quieres dormir en mi cama o en el sillón? -dijo de una manera muy dulce. El pequeño se acurruco en la esquina de la cama y Changbin lo tapo con una cobija -buena elección.

Se acostó del otro lado de la cama pensando en que le habrá pasado al minino para que estuviera todo lastimado.

La respuesta era simple, desde que el pequeño Felix nació ha sufrido de maltrato y abuso, no sabia como podía parar todo eso, hasta aquel día en el que se le olvidó a sus dueños cortarle las uñas y le crecieron.

Tanto fue su miedo a ser lastimado otra vez que arañó a sus tutores. Así fue, de casa en casa, todos con la misma historia, hasta el día de hoy que ha descubierto la manera de que la gente que lo embarca a su casa, y salgan de las peores maneras, era ser agresivo.

Ya no recuerda lo que era estar acurrucado en los pies de alguien, comer algo decente, que lo tratasen como un compañero y no como una mascota.

Todo lo que tiene ahora son moretones y heridas en todo su cuerpo, un gran cansancio y la mirada de una nueva persona, alguien que lo tratara igual, alguien que lo echara a la calle, alguien que le aventara cosas hasta que el se caiga de la ventana y se pegue muy fuerte y quede medio inconsciente, hasta que llegue otro humano, lo rescate y se repita aquel ciclo interminable.

🐾Gatito huraño🐾 [changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora