🐾Gatito huraño🐾 [changlix]

10

Sin duda algo que ambos chicos odiaban era el trabajo del mayor. Changbin por estar más de ocho horas sentado sin hacer algo "importante", y Felix por el simple hecho que se quedara con su enemigo. Lo odiaba con su alma, no lo quería cerca, no era así de fácil matar a un humano. No quería ir a esa cárcel fría con rejas y llena de animales que serán adoptados, por eso en estos instantes Felix estaba abrazado a la pierna de Seo como koala, intentando que no se fuera.

-Por favorrr, no quiero estar solo con ese tal Jin -dijo el híbrido con las orejas gachas.

-Vamos Felix, suelta mi pierna, no te hará daño, ya hable con él y dice que solo fue un juego.

-Sus juegos lo llevaran a la muerte, eso lo tengo por seguro.

-Hyunjin no es ninguna amenaza en está casa, ya te lo había dicho, deja de ser tan agresivo.

-Esto es muy injusto, tu no lo conoces, ¡¡claro que es una amenaza!!.

-Felix, pequeño -le empezó a acariciar la oreja con cuidado.

-¡No! -alejo la mano del mayor e hizo un berrinche.

-Esto será difícil -suspiró -muy bien, tú ganas, él vendrá por ti y te llevara a casa se Sung, ¿te parece?

-¡Si! -rápidamente se soltó de la pierna de Seo y se sentó enfrente de la puerta a espera de la "diva" -¿a qué hora viene?

Changbin solo lo miro divertido, su pequeño era muy bipolar. Cuando ambos escucharon la puerta ser tocada, el pelinegro fue a abrir para encontrarse a su amigo, el cual venía con ropa deportiva.

-Chang, ¿Felix corre? Yo iré a hacer ejercicio, y si él no puede no se que haré.

-Mmm, no, pero Felix quiere ir a casa de Lee, así que si me haces ese favor...

-Claro, con gusto -le mostró una sonrisa -ven gatito gatito.

-No me llames gatito o te araño la cara.

El hibrido se encamino hacia la puerta y se paro enfrente de Changbin -quiero mi beso... no te veré hasta la tarde -y no es que ya le haya gustado la cercanía que tenia Seo en el, solo quería mostrarle al otro chico que había ganado la pelea temporal.

Y el pelinegro sabía que si no lo hacía, haría otro berrinche, así que solo se acercó a sus labios y le dio un beso lento, uno en el cual el pequeño Felix empezó a menear su colita de un lado para otro feliz, cuando se separaron, se acercó a su nariz y mordió ahí, con cuidado, como ya era de costumbre. Hyunjin solo miraba en silencio todo, controlando sus impulsos de gritarle al felino. 

Ya tenía un plan de que hacer, solo necesitaba juntar sus piezas y luego atacar, nada podría salir mal.

Changbin subió a su carro mientras Hwang y Felix iban caminando.

El silencio que se formaba entre el chico y el hibrido era muy intenso e incómodo, que por alguna razón ninguno quería romper, pero el mayor quería conocer más a ese felino para probar que tan inteligente era. Se sentaron en una de las mesas que había dispersas en un pequeño parque, uno enfrente del otro, retándose con la mirada.

-Ahora ya que puedes hablar, dime querido, ¿Qué te traes con bin? -empezó muy directo Hyunjin

-Nada que no te importe, niño bonito -respondió el pelirrojo seco.

-Claro que si me importa, hablamos de Changbin, yo he estado intentado ganarme su amor por años, como para que una bola de pelo llegue a arruinarlo.

-Bien, entonces pregúntale tú a Changbin, porque me recogió de la calle. Yo no tuve la culpa de que se haya enamorado de tal belleza -dijo mientras pasaba su mano por su suave mejilla.

-Seguro solo te quiso como compañero por lastima de animal.

-Así como también, le dio la misma lastima hablarte el primer día que te conoció -no que dejaría humillar por un asqueroso humano.

-¿A dónde quieres llegar pulga?

-No lo sé, ¿a dónde quieres llegar tu?

Hyunjin, como todo ser humano, se empezaba a molestar, quien trataba con ese gato, salía estresado, ese híbrido acababa con la paciencia de uno de una manera casi imposible. Y aunque no se notara, Felix también se estaba estresando, moviendo su cola de aquí para allá.

-Hagamos algo, yo, te consigo otro dueño al que puedas castrar y te apartas de mi camino.

-¡Oh! Yo tengo uno aun mejor, yo te consigo a alguien que ame a muerte gastar su tiempo en un salón de belleza, y me dejas en paz.

-Eres un pequeño...

-¿Un pequeño qué? -lo cortó en seco -¿una molestia tal vez? ¿Desquiciado, hijo de puta, malcriado? Si, lo se. Pero al menos yo si admito lo que soy, y no soy como tu, que todo lo que quieres estará a tus pies. Miles de personas mostrarán sumisión por tal cara de chico bonito que según tu te cargas, pero yo no mi ciela, quédate eso grabado -se acercó un poco a él y sonrío -yo no soy una persona, solo un pequeño y adorable gato a ojos de los demás. Un gato que amaba echar sus bolas de pelo en la cara de los que desprecio con mi alma, y si no entiendes puedes probarme, vamos a ver quien sale herido al final -se alejó de él y empezó a caminar -y más vale que me sigas, o le diré a Bin que me dejaste solo a mitad de camino.

Y sin otro remedio ambos se dirigieron a la casa del rubio, uno hecho un desastre de estrés y el otro progresando lo antes dicho.