Sting parecía feliz de haber regresado a la ciudad, principalmente por haberse librado del frío. Nada más llegar a su casa, en vez de deshacer la maleta, hizo chocolate caliente y se sentó a ver una película. Antes de que la película empezara, arrastró a Rogue a su lado a pesar de encontrarse recogiendo la ropa. Rogue suspiró en forma de rendición cuando intentó levantarse por tercera vez y Sting se lo impidió, finalmente aceptando la taza de chocolate con una corta sonrisa. La película era una comedia romántica, un género de película que extrañamente encantaba a Sting, Rogue solía dormirse a mitad debido al aburrimiento que le producía adivinar cualquier cosa que pasaría en la película. Sin embargo, esta vez no pudo. Sting se había acomodado contra él, riendo de vez en cuando y comentando la película esperando las respuestas de su compañero. Rogue respondía escuetamente, sorprendido por la cercanía de su amigo y el abrazo que habían formado y no parecía querer deshacerse. Casi parecían una pareja, casi, porque no lo eran. Sting inició unas caricias en el pelo de Rogue que le permitieron relajarse ante la situación y permitir que, lo que tuviera que ocurrir, pasara. Acepto los mimos que su mejor amigo le ofrecía aquella noche y cerró los ojos, dumiéndose cuando quedaban escasos minutos de película.
Cuando despertó, solo había una pequeña lámpara encendida en el salón. La televisión estaba apagada y Sting seguía entre sus brazos, esta vez durmiendo. Rogue estiró su brazo, alcanzando a ver en su móvil que era de madrugada. Soltó un chasquido antes de despertar a Sting.
—Sting, vamos a dormir, es tarde—dijo a pesar de que ambos se encontraban durmiendo hasta hace escasos minutos. Sting se removió levemente, frotando su mejilla contra el pecho de Roguey emitiendo un quejido antes de abrir los ojos—. ¿Por qué no me has despertado?
—Parecías cansado, así que te he dejado dormir—respondió en un bostezo levantándose—. Vamos a la cama.—Sting se levantó, rascando su pelo desordenado mientras caminaba en dirección a la habitación de Rogue. A pesar de que sabía que no era necesario que durmieran juntos, Rogue no soltó ninguna queja, adentrándose en su cuarto para acostarse junto a Sting.
La noche fue corta para ambos,tan corta que ninguno de los dos quiso levantarse cuando la alarma comenzó a sonar en el cuarto. Rogue se removió levemente, buscando una postura mejor e ignorando el sonido, Sting chistó y alargó la mano para apagar el aparato. Con los ojos cerrados,Rogue revisó que debían hacer en ese día, la lista era tan larga que casi quiso dejar de pensar. Por suerte, ya quedaba menos para que todo terminara, una vez estuvieran casados dejarían de ser el centro de atención y desaparecería cualquier evento o celebración.
—Yukino me avisó de que tenía las invitaciones para ir a recogerlas—murmuró aún entre sueños, Sting suspiró antes de acercarse a Rogue y acurrucarse contra él. Rogue suspiró con gratitud ante el calor que Sting comenzó a proporcionarle.
—Podríamos decirle que vamos otro día—respondió y Rogue quiso darle la razón,pero uno de los dos debía ser el responsable. Abrió los ojos con pesadez, suspiró y miró a Sting.
—Levántate, hay que hacer un montón de cosas hoy—comentó incorporándose. Se ahorró una queja ante el aire frío de la mañana que invadía la habitación y salió de la habitación para preparar algo de desayunar. Sting se agitó en su sitio, acomodándose en toda la cama que ahora le pertenecía.
Rogue no le dijo nada,seguro de que se levantaría cuando quedasen cinco minutos y aún así le daría tiempo. Con paso lento avanzó hacia la cocina y se preparó un tazón de cereales debido a la pereza que le provocaba cocinar aquella mañana. Decidió coger la caja de Sting, unos cereales supuestamente sanos, pero que no convencían del todo a Rogue. Desayunó con parsimonia, sin ninguna clase de prisas por salir realmente de su casa. Sting apareció poco tiempo después en la cocina,soltando un bostezo mientras cogía un tazón para colocar sus cereales e imitar a Rogue sentándose a su lado.
ESTÁS LEYENDO
Vivan los "novios"
FanfictionRogue se ve encerrado, no puede encontrar una salida ante aquella situación que veía venir desde hacía tiempo atrás. Está asustado, porque volver a su país significaría perder toda su vida. Sting le ofrece su ayuda, una idea descabellada que Rogue s...