Dos días después, Rogue y Sting se encontraban preparándose para la cena familiar. Sting estaba nervioso, peinándose de una forma que consideraba decente pero que en realidad había sido solo aplanar su pelo. Rogue se acercó a él, suspirando, quitando el peine de sus manos para ayudarle.
—Sting, son tus padres, no necesitas arreglarte tanto.—Rogue paseó sus dedos por los mechones rubio, pasando el peine con suavidad sobre ellos para restaurar su forma. Sting lo miró, avergonzado. Rogue le devolvió la mirada, sonriendo levemente para tratar de tranquilizar a su mejor amigo. La distancia que los separaba era corta, casi podía escuchar la respiración de Sting, pero no pensó en ello mientras seguía peinando el cabello dorado.
—Así está bien.—Sting se separó de una forma, quizá,un poco brusca, pero Rogue no lo comentó. Dejó el cepillo en su lugar y salió del baño para que Sting terminase lo que estuviera haciendo.
Rogue se miró al espejo. Aunque consideraba a los padres de Sting como su propia familia, aun sentía un enorme miedo a sef rechazado por los dos mayores. Sting era su único hijo, podía recordar a su madre fantasear con un nieto por parte de Sting, dudaba realmente que aceptasen la idea tan fácilmente. Quizá fingieran que todo estaba bien, o decidieran interponerse en aquello. Le daba miedo.
—¿Vamos?—Rogue miró al rubio, que lo miraba cuestionante. Asintió, dirigiéndose hacia la puerta—. Oye, pase lo que pase, no pienso dejarte tirado.—Rogue asintió, una ligera sonrisa tranquila ante aquellas palabras. Sting había pensado en lo mismo que él, o eso parecía decir con sus palabras.
Ambos chicos partieron en dirección al restaurante en el que habían reservado. Iban vestidos con ropa casual, pero se notaba una forma más cuidada en su aspecto obra de los nervios. Cuando llegaron, los mayores aún no habían aparecido, lo que les permitió tranquilizarse y tratar de adaptarse a la situación.
—Parece que se han perdido...—murmuró Sting a pesar de que Rogue también podía leer el mensaje por el grupo de WhatsApp. Podía recordar el día en que lo habían incluido, se había mudado a casa de Sting, por lo que lo incluyeron dentro del grupo familiar. Por suerte, su familia política había aceptado que Rogue no perdiera el apellido de su padre. Había sido durante poco tiempo, dado que pronto comenzaría la universidad y se irían ambos chicos a un piso compartido cercano al lugar, pero había sido en cierta forma acogedor.
—¿Deberíamos salir a buscarlos?—Sting suspiró, dado que no estaba seguro.
—Creo que sería aún más difícil. Les diré que pregunten la dirección—indicó Sting mientras escribía. Rogue simplemente asintió, dirigiendo su mirada a su alrededor, observando el lugar con detenimiento. Era una cadena de comida, el restaurante es parecido al que varias veces habían ido de adolescentes a comer las familias juntas. Rogue recordaba lo bien que se llevaban sus padres, dejando vía libre a Rogue y Sting para relacionarse mientras ellos conversaban. Por ello, muchas veces habían hecho alguna travesura liderada por Sting que había ocasionado molestias a varias personas comiendo. Rogue sonrió, le daba cierta vergüenza recordar aquel comportamiento, pero era un buen recuerdo.
—Dicen que ya están.—Sting sonó tenso, Rogue dirigió la mirada hacia él, aunque Sting la tenía clavada en la puerta, mordiendo su mejilla interna del nerviosismo. Rogue llevó su mano a la de Sting apoyada sobre la mesa, recibiendo así su atención.
—Estaremos bien Sting—tranquilizó Rogue con voz serena, Sting soltó aire tratando de relajarse. Miró a Rogue, los ojos rojizos notablemente nerviosos de igual forma que él, pero una sonrisa leve en su rostros normalmente estoico. Sting se atrevió a sonreír y, aunque su boca tembló, sintió como su cuerpo se relajó con la mano de Rogue en la suya.
Apenas dos minutos después, sus padres atravesaron la puerta del restaurante. Sting se levantó, nervioso y tembloroso, casi sin saber cómo debía actuar frente a sus padres. Para su suerte, su madre solo lo abrazó, y su padre le dio una palmada en la espalda también abrazándole. Rogue sonrió rodando los ojos cuando vio como el dramático de su amigo se relajaba ante la situación. Se sentaron, miraron la carta mientras conversaban y reían, casi como si se hubieran olvidado la razón por la que se habían reunido. Era obvio que estaban buscando el momento ideal, que sacarlo ahora haría todo incómodo para los cuatro, pero Rogue se sentía más nervioso a medida que pasaba el tiempo. Sting reía, él sí parecía haber olvidado qué hacían ahí. Para cuando le llevaron la comida, Rogue ya había desconectado de la conversación, perdiéndose en sus pensamientos. Si no habían dicho nada, ¿significaba que aceptaban esa relación? Sting era su mejor amigo, la mitad del último año de instituto se había criado como hijo de aquella familia. De hecho, sus dos familias eran tan unidas desde siempre que se consideraban así los unos a otros. Skiadrum y Weisslogia incluso lo decían entre bromas, como si fueran hermanos y ellos dos primos de toda la vida. Era una situación extraña, Weisslogia había dicho más de una vez que lo consideraba su hijo, ¿era entonces incesto? Aquella idea le desagradó.
Su mente continuaba viajando, miles de teorías sin sentido pasando por su mente. La pierna de Sting le golpeó con cierto disimulo, haciéndole volver a aquella realidad. Miró a Sting, que le indicó con una simple señal que le habían preguntado algo. Rogue miró, Weisslogia con una gran sonrisa sabiendo que no había sido escuchado. Rogue sintió sus mejillas arder ante la vergüenza.
—Perdón, no estaba atento—se disculpó en un susurro quedito que dudaba que hubieran podido escuchar. Weisslogia alzó una ceja, haciéndose el estúpido.
—Sabemos que tienes muchas cosas en las que pensar, queda poco para la boda.—Rogue se maldijo, dado que había sido él quien había dado paso a la situación. Notó a Sting tensarse a su lado, por lo que decidió responder él.
—Es más complicado de lo que llegamos a pensar—habló, quiso que sonara un poco gracioso, quizá con una leve risa al final, pero su voz estaba tensa y su rostro también.
—Oh, venga, dejémonos de tonterías, quiero saber todo.—La mujer habló, mirando a su marido casi en regañina, Weisslogia suspiró—. Él quiso que me esperase, pero no tiene sentido. Quiero saber cuándo habéis empezado a salir y por qué no nos habéis dicho nada.—La mujer parecía algo molesta, pero Sting pudo notar que a su madre no le desagradaba la idea, solo el hecho de no haber sabido. Miró a Rogue, sonriendo levemente para tranquilizarle.
—Fue un poco loco, la verdad.—Sting sonrió, sujetando la mano de Rogue por debajo de la mesa.
Decidí hacer un separador porque son vida y es más fácil saber donde empiezan las notas de autora xd
Decidí cortar aquí dado que repetiría lo mismo que en capítulos anteriores con la explicación del cómo cuando y por qué, sería un poco rollo xd
Dado que esta fue la historia más votada, ¡aquí la tenéis como la principal! La secundaria será "La leyenda de las cuatro estaciones" por si queréis darle amor, no sabéis lo que me está costando hacer esa y la cantidad de horas de investigación que me está llevando xd no sé cuando decidí hacerla AJJAJAJAAJJAA ojalá podáis disfrutarla como yo disfruto escribiéndola. También estará de secundaria "incluso al final", dado que le queda poco para terminar
Muchas gracias por leer
Soul Free
Muchas gracias por leer
Soul Free
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Vivan los "novios"
FanfictionRogue se ve encerrado, no puede encontrar una salida ante aquella situación que veía venir desde hacía tiempo atrás. Está asustado, porque volver a su país significaría perder toda su vida. Sting le ofrece su ayuda, una idea descabellada que Rogue s...