IX

1.5K 170 29
                                    

Joaquín:

"Emilio"... no paraba de sonar en mi cabeza, es el nombre de todo este desastre. Todo este tiempo lo he llamado "El chico de rizos" y ahora sé como se llama.

"Emilio"... En el origen latín "aemilius" que significa "rival"
Y su otro origen, proveniente del griego "Aimilios" que significa "amable"

Sinceramente no sé a cuál de esas dos culturas tan diferentes pertenezca, por un lado lo encuentro como mi más grande rival, es la persona que me quitó la libertad, la que me privó de mis derechos como ser humano. Pero he notado que es demasiado amable, creo que nadie se comportaría de esa manera conmigo, o con cualquiera al que secuestrara, no sé por qué lo hace.
¿Sabes? Es ilógico, es decir, ¿Quién se comporta así cuando desde el momento en que decides secuestrar a alguien, sabes que está mal? Nadie. Y no entiendo a este chico. Tampoco sé a que lugar pertenece. No me preocupo por eso. Cada quien con su vida. Yo olo quiero disfrutar de la mía.

De pronto recordé lo último que decía la nota que está en la última hoja del libro
"De la persona que más te ama"

¿Quien podría amar a esta persona?

Solo alguien, que no conoce lo que realmente es esta persona.
Me da lástima saber que alguien que lo ama demasiado, no le haya dicho que secuestrar a alguien está mal.

¿Qué pasará con su familia?
¿Qué será de él allá fuera?
¿Tendrá a alguien que de verdad lo quiera?
¿Por qué no estudia?
¿Por qué se comporta tan amable conmigo?
¿Habrá hecho esto antes?
¿Por qué se preocupa por mí?

Tantas preguntas sin respuesta. Solo teorías y suposiciones. No es que me interese, pero últimamente esos rizos ocupan mi cabeza.
Ya no quiero pensar en él.

Creo que leer más, me ayudará. Después de todo tiene razón; los libros te transportan, a un lugar donde los problemas parecen ser otros, y el esclavo y yo no somos tan diferentes.

••—El amor que no des hoy, no lo darás nunca, si no expresas tu cariño a tus seres queridos hoy, mañana puede ser demasiado tarde.

—Hoy ya es demasiado tarde.

—Se fuerte. ••

Este libro es realmente sabio, Francisco me entiende, sabe de lo que hablo, pero ¿Realmente yo era libre? Es decir, ¿Realmente era yo? Mi familia siempre vió al Joaquín que quiso, no el que yo era. Solo mi abuela lo sabía, sabía de mí, sabía quién era. Pero ¿Mamá? ¿Renata?, Ellas todo el tiempo vivían en su mundo. Creyendo algo de mí que no era.
De mi padre ni se hable, es un poco hombre que abandonó a su familia, que no me cuidó, y que después de tantos años quiso hacerse el "buen padre" enviando una carta con disculpas.

Los padres muchas veces subestiman a sus hijos, papá nunca confío en mí, nunca creyó que yo pudiera ser alguien en la vida. Pero aprendí a caminar solo, aprendí que no necesito de un padre para salir adelante, con o sin él la vida continúa. Me dolió cuando se fué. Pero después dije
¿Por qué voy a llorar por alguien que nunca creyó en mí? ¿Que nunca confío en mis sueños? No más dolor. 

¿Pero realmente era libre con ella?

Quisiera saber qué pasa, con mi vida, pero por ahora es una tormenta, un huracán de emociones, la mayoría son negativas. Me he acostumbrado un poco al dolor. Pero no deja de ser eso: dolor.

Quisiera volar, tener alas para ser libre, alas que no se rompan, alas que sean fuertes y no débiles como papá decía.

E m i l i o:

Desperté y caminé a la cocina, preparé el desayuno y mamá aún seguía dormida. Parece realmente un ángel durmiendo. Ella tan dulce, buena y ángel. Y yo tan amargo, tan cruel, y tan demonio.

Todo esto es por ella. Saldremos adelante.

— Mamá, ma' — susurré en cuclillas al lado de su cama — mami, abre tus ojitos el desayuno está listo.

Pestañeó y poco a poco abrió sus hermosos ojos verdes.

— Buenos días mi pequeño — dijo para después bostezar.

— mami, dejé tu desayuno en la mesa, te acompañaría a desayunar, pero no, tengo que trabajar. Y después vendré a verte. ¿Está bien?

— claro hijo, estaré bien, no te preocupes — se sentó en la orilla de su cama y yo me levanté para irme.

Salí de casa y pasé a comprar algo de comida a un pequeño puesto que está cerca del almacén.
Con algunas monedas que tenía compré una libreta azul con algunas flores y mariposas en la portada; realmente hermosa.

Pensé que Joaquín nesecita desahogarse, así que le tengo una propuesta: escribir en el diario como nos sentimos día con día para que no llore y sufra más. Es hipócrita lo sé. Pero no puedo dejar de ser amable con las personas.

Seguí mi camino y llegué al almacén. Saqué las llaves y giré  la perilla.

Entré y ante mi vista encontré a un Joaquín muy concentrado leyendo. Se me hizo algo muy adorable, no sé, hoy se ve tan dulce, leyendo, él es... ¿Qué me está pasando?

— hola, buenos días Joaquín, llegué con tu comida, — separó la vista del pequeño libro y me sonrió. Espera.. ¿Me sonrió? — espero que te guste la comida.

— gracias Emilio... — sonrió aún más.

—De nad...—

Descubrió mi nombre, descubrió mi ruin. Lo último que tenía que saber, ahora lo sabe, sabe que soy Emilio.

Σstocolmo °° 𝔼𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒𝕔𝕠 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora