[Casa Bondoni]
Renata:
—Estoy cansada Renata, cansada de todo. Necesito a mi hijo.
—Mamá entiende que no podemos hacer nada,
—Claro que podemos, si avisamos a la policía, no tengo el dinero suficiente para pagar, ya no tengo opción, rastreamos la llamada, y lo recuperamos, quiero a mi hijo, a mi Joaquín yo...
—Mamá basta! Sé que estás mal por Joaquín, pero no podemos hacer esto, tu sabes perfectamente que estamos amenazadas, que si decimos algo, y logramos recuperar a Joaquín, ellos volverán por nosotros.
El aspecto de mamá empeoraba casa vez más y más, todo iba de mal en peor, la ausencia de Joaquín dejo un hueco en su corazón, que nada a podido llenar.
—Pero tu hermano...
—No mamá! ¿Acaso piensas que se quedarán con los brazos cruzados viendo cómo pierden?
—Renata entiéndeme!!
—No! Además Joaquín está bien! Él dijo que está bien!
—Te odio! Es claro que odias a Joaquín! No quieres que yo lo recupere!
Los gritos estrujaban nuestra casa. Mamá no paraba, parecía un remolino sin control.
—Pues no! No quiero que lo recuperes! ¿Para qué? ¿Para que no sea él mismo? ¿Para qué un tiempo lo trates bien, y después como a un "maricón"?
—No! No... Esta vez será diferente... Esta vez no lo perderé...
—Nunca lo valoraste. ¿Crees hacerlo ahora?
Salí de aquella habitación que cada vez era más grande; la distancia nos separaba, y aunque se supone que cuidas a tu familia en situaciones tan graves como éstas, mamá es como una explosión, todo el tiempo está mal, y la entiendo por qué tratar mal a tu hijo, perderlo, y querer remediar y curar las cosas y las heridas, no es placentero. Pero no tengo la culpa, ella arremeda contra mí como si yo no tuviera dolor. Y entonces no es justo.
La abuela está sufriendo, me dan ganas de abrazarla muy fuerte y de decirle que Joaquín va a regresar, pero la verdad es que no sé como hacerlo, ella nunca fue apegada a mí, de hecho nadie, ella siempre buscaba al pequeño Joaquín, y nunca cambió, no culpo a mi abuela, ya que yo siempre fui muy solitaria. Pero nunca se acercó a mí con la intención de conocerme.
Muchas veces tuve envidia de Joaquín, por qué, él siempre obtuvo el favoritismo de la abuela, yo nunca llegué a ser tan importante como él, pero estaba conforme con mi puesto.
Yo siempre decía que entre menos gente conozcas, menos daño y dolor obtienes. Y me equivoqué, por qué la soledad en cierto punto es dolorosa.
Es verdad que la soledad es de la cosas más bonitas, pero en exceso siempre duele. Pues tu cabeza viaja y te hace sentir mal durante mucho tiempo.
Me senté en el porche de la casa y respire hondo.
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Σstocolmo °° 𝔼𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒𝕔𝕠 🦋
Fanfiction𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝. 𝐂𝐫𝐞í 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫𝐥𝐚, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐦𝐞 𝐞𝐪𝐮𝐢𝐯𝐨𝐪𝐮é. 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐨, 𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨, 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐡𝐚𝐛í𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐝𝐨 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝 𝐜𝐨𝐦𝐨 �...