Σｓｔｏｃｏｌｍｏ °° 𝔼𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒𝕔𝕠 🦋

XXXV

BTS - Butterfly
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♡

Emilio:

Y me destrozó el corazón.
Él quería irse.
Él quería dejarme.
Quería dejar nuestro lugar.
Él solo quería buscar su libertad.

Y no lo culpo. Al final de cuentas, el que lo puso en esta jaula fui yo.

Pero duele, las palabras duelen, él dijo que quería irse, y en verdad duele.

Tengo miedo, miedo de que vuele, de que vuele y se rompa.
Él ha ya forma parte de mis personas más especiales. Y cuando dijo que quería irse, sentí algo quemar en mi pecho, como si por un momento hubieran quebrado mi corazón. Me hubieran roto un ala.

Es algo que simplemente me da escalofríos. No quiero que se vaya, no quiero que me deje. No quiero que desaparezca.

-Tú... ¿Querías irte?

-Sí, por un momento sí. Lo siento.

-Perdóname tú a mí.

-¿Por qué? El que quería irse era yo. Él que ya no quería estar aquí era yo.

-Para. Ya no sigas que rompes mi alma. No sigas destrozando mis esperanzas. No rompas mis alas...

-Perdón. - no pude contener más mis lágrimas. Rodaban por mis mejillas. -No, no, por favor no llores, no quería que sufrieras.

-Era mejor no saberlo. - bien dicen que el ignorante es el más feliz.

-Lo siento. Enserio, no lo quise hacer...

-No te preocupes, déjalo, ya está. - aún seguía sintiendo ese dolor en mi pecho. -Olvidemos esto, ¿Si? Es mejor que descanses.

-¿Puedes descansar conmigo? Claro, solo si quieres, si no está bien... No te obligaré, - y sentí como retrocedimos. Cómo lo que habíamos construido, nuevamente, se derrumbó.

-Claro. Sí, yo aquí quiero...

-Bien, por cierto, te preparé algo de sopa y comida, está en la estufa, sigue caliente aún.

-Gracias lindo. Pero no debiste, tú debes descansar. Por cierto, aquí están tus pastillas. Son vitaminas, y traje algo de las comidas que me recomendó Axel.

-Si, pot cierto, gracias.... Por traer al doctor. - estaba un tanto apenado.

-Perdón. Perdóname. Hazlo por favor. - dije tomando sus manos.

-¿Por qué Emi? No has hecho nada malo.

-Claro que sí. Esa vez, estaba muy enojado, y también desesperado. Y te pegué. Pero sé que no hay ninguna justificación. No debí desquitarme contigo.

-Sí, lo sé. Debo admitir que me dolió demasiado. Y no, no hablo del golpe, hablo del hecho que tú, en específico tú lo hicieras, tú, mi persona especial....

-No me digas eso por qué generas que mi ritmo cardíaco aumente, por el cumplido y al mismo tiempo mi corazón se rompa, por haberte hecho daño.

-Pero yo también estaba enojado, desesperado, y enfermo, no me sentía bien, y también exploté contigo. Sin escucharte siquiera.

- Los dos nos hicimos daño.

-Si, lo lamento. - dijo sincero.

-Lo lamento también. - use la misma sinceridad.

Corrió a abrazarme de nuevo. Este así junto a él me hacía sentir bien, me hacía sentir especial y cálido.

-Ven guapo, te serviré la comida.