XV

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𝙴 𝙼 𝙸 𝙻 𝙸 𝙾

No podía tener más paz. Me sentí bien, por mucho tiempo me sentí perdido, sin alguna meta.
Mi mamá es un ángel, recuerdo cuando todo comenzó a fallar...

4 meses atrás..

Abrí la puerta y entré a casa, dejé mi mochila en el sillón y me dispuse a buscar a mi mamá.

— Mamá!! Ya llegué!! ¿Dónde estás mami? — subí las escaleras — Tengo que contarte como me fué en el examen, estuvo genial, saqué la mayor calificación de todos! Y no solo eso sino que cuan...

Y desde ese momento mi mundo se vino abajo. Todo lo que había construido, la relación con mi mami, la escuela, mi esfuerzo por no ir en mal camino, por no ser como los demás. Todo, absolutamente, se derrumbó.
Ese angelito hermoso se encontraba en el piso, como si le hubieran cortado las alas, como si sus fuerzas desaparecieran.

— Mamá!! Mami!! No! No! — me inqué frente a ella, y comencé a tratar de despertarla — Mamita!! Nooo!!

No respondió, entonces llamé a la ambulancia. Llegó después de mucho tiempo, parece que a la gente que no es de la misma clase social le tienen menos importancia, y no dejamos de ser personas. Pero eso no importa; o al menos para ellos no.
Somos pobres, sí, pero también somos personas, no extraterrestres.

Cuando mami llegó al hospital, tardaron mucho en darme noticias de que padecía. Y es que las últimas semanas tenía demasiado cansancio, casi no comía, a veces se cortaba y sus heridas no cicatrizaban, fiebre, y su perdida de peso me preocupaba mucho, cada día parecía más y más delgada.

Siempre fué hermosa, sus hermosos ojos verdes, su tez clara, su carita bonita, su cuerpo siempre cuidado. Pero lo que más nos gustaba a los dos era su cabellera, su hermosa cabellera, sus rizos tan cuidados y siempre en forma, tan largo, largo como la noche que me dijeron que mamá padecía de cáncer.

Y después nada fué fácil. Me salí de la universidad, tuve que trabajar, pagar tratamientos, medicamentos, hospitales, comida.
Se complicaba cada día más. Entonces conocí a Fernando, un viejo amigo, el cual era conocido por hacer el trabajo sucio de la zona dónde habitamos. Se apareció con una oportunidad en mano, para mí, se enteró de la enfermedad de mamá, y él no iba a perder el tiempo. Fuí un tonto y accedí. El trato era secuestrar a alguien, y repartir el dinero del rescate.

Durante días pasé vigilando a Joaquín. Qué hacía, cuándo, cómo, con quién salía, y desde ese momento llamó mi atención. Y lo demás es historia. Terminó en el almacén junto a un montón de cajas y suciedad.
Y es cruel, soy cruel, nunca pensé en él. No pensé en todo el dolor que le podía causar. Mi egoísmo era mayor que mi sentido común.

                 ✨🦋 […] 🦋✨

Abrí la puerta y Joaquín estaba acomodando la pequeña litera que le obsequié, no quiero que duerma en el piso, o que algo le pique o tenga tos por el polvo.

No sé percató de mi presencia, caminé hasta él y grité!

— plantame corazón! Plantame!!

Brincó del susto, gritó y me pegó en el estómago.

— ¿Qué te pasa imbécil!? ¿Estás loco!? Pudiste haberme matado del susto!

— Ayy Joaco, a veces te encanta el  drama. — dije mientras ponía las cosas en la mesa.

— Mmm, pues sí, soy un dramático. Pero así soy que se le va a hacer.. — dijo poniendo boquita de pato

Se ve muy tierno haciendo boquita de pato...

— Bueno bueno, menos drama y más acción. Venga Joaco, a comer! — sonrió y se sentó. Últimamente su sonrisa me parecía la más hermosa.

Imité su acción y empezamos a comer. Mientras le hablaba de trivialidades.

— He terminado el libro del esclavo y el de la rebelión de la granja.

— ¿enserio? — me sorprendí, creí que no los iba a leer. —

— sí, me han parecido interesantes, el esclavo es un libro de autoayuda, con una lección muy bonita e importante. Y por el contrario en "La rebelión de la granja", se tocan temas políticos, por ejemplo, cuando los políticos nos convencen con sus promesas y vagas palabras. Son libros muy buenos, me han gustado demasiado.. — sonreía

— me alegra que te hayan gustado — dije y recordé que tengo más libros.

— sí, me encantaron.

— para la otra te puedo traer otros, más variados.

— ¿Enserio? — sus ojitos brillaban

— sí claro, solo dime de qué y yo te los traigo, de reflexión, autoayuda, cómicos, o... De amor...

— Emmm, no-no sé, de lo que sea. — estaba nervioso. Era obvio cuál quería.

— okey, mañana tendrás más libros para leer, también tengo de poesía. Amo la poesía. Te encantará también. Estoy seguro

— se ve que tienes buenos gustos...

— así es, los tengo...

Σstocolmo °° 𝔼𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒𝕔𝕠 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora