𝙹 𝙾 𝙰 𝚀 𝚄 𝙸 𝙽
Emilio cayó en los brazos de Morfeo ... O en los míos. Es una situación que no imaginé tener con ésta persona. Nunca imaginé que él, específicamente él llorara y se durmiera en mi pecho.
Y sí, sí, fui yo el que inicio el abrazo, pero es que estaba realmente mal, estaba llorando por su madre, la cual es su todo. Dijo que ella estaba enferma, no especificó de que, pero debe ser algo grave para poder llorar así.
Desde el momento en que cruzó la puerta pude observar sus lágrimas, me gustaría saber lo que pasa, y luego no dijo nada, solo que estaba bien, pero sus ojos decían todo lo contrario.
No sé cómo explicarlo, pero se siente bien, es algo extraño. Pero tener a emilio así no se siente como se supone que debo sentir.
Quizás tendría repulsión, asco, odio, incomodidad, alteración talvez, pero no, es todo al revés, siento una sensación agradable en el estómago, como un cosquilleo, y mis brazos le sientan bien, y sentir estas sensaciones me hace sentir mal conmigo mismo, por que odio sentirme bien con él, estos sentimientos me confunden, cada vez más.
Acariciaba sus rizos, esos que me volvían loco, tan brillosos, casi como el ULAS. Huele a fragancia de hombre, cualquiera cae ante ella.
— te gustan mis rizos?? — su voz ronca me sobresaltó
— E-e yo... Y- yo... — solté su cabello— yo... Lo siento..
— Por qué dices que lo sientes? No hiciste nada malo. Al contrario. — se mantenía en mi pecho. — yo debería agradecerte, no es tu obligación consolarme cuando paso por momentos malos. Al contrario deberías odiarme.
— en primer lugar, no lo veo como una obligación, y en segundo no te odio. — ok. Lo dije. ¿Qué acabo de hacer? ¿Qué acabo de decir? —
— gracias, por no verlo como algo repugnante, digo... — pude notar como los nervios invadían su cuerpo—... Osea, el hecho... De eehh abrazarme, y también
gra-gracias por no odiarme...Levantó su cabeza y me quedé viendo sus hermosos ojos, nunca me percaté de ellos, por que talvez estaba tan ocupado en odiarlo, y sus finos y delgados labios, se veían tan suaves como un algodón de azúcar, no podía creer lo hermosas que eran sus pestañas, tan largas, tan delicadas, preciosas. Volví a meter mis manos en sus rizos, fui enredando mis dedos en los chinos, y haciendo "piojito".
Volvió a bajar la mirada y y mis latidos empezaron a incrementar su velocidad.
¿Qué me está pasando?
Al poco rato, se recostó, y de nuevo se durmió en mi pecho, y poco a poco yo también me fui durmiendo.
Se sentía tan bien, que esa noche no tuve algún sueño obscuro. Todo el día emilio se durmió en mis brazos. No tengo la menor idea de que es lo que hace durante el día. Nuestra rutina consistía en que por la mañana él viniera a dejarme comida y por la tarde también. Después me bañaba y luego en mi libreta escribía la más aburrida y cansada rutina.
Pero esta tarde algo había cambiado, sabía que nuestra rutina ya no iba a ser más la misma, sabía que algo entre nosotros cambió.
Nada de esto es fácil. Hubo muchos cambios en mi vida. Y es demasiado complicado saber que es lo que sientes. Me siento cansado de pensar. De pensar que es correcto y que no. De pensar si es "normal" y en mi orgullo. Me cansé de pensar. Me toca sentir.
Y aunque no tenga libertad para volar lejos de aquí, estas alas me permiten volar aquí... Dónde me siento bien...
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Σstocolmo °° 𝔼𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒𝕔𝕠 🦋
Fanfiction𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝. 𝐂𝐫𝐞í 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫𝐥𝐚, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐦𝐞 𝐞𝐪𝐮𝐢𝐯𝐨𝐪𝐮é. 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐨, 𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨, 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐡𝐚𝐛í𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐝𝐨 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝 𝐜𝐨𝐦𝐨 �...