F I N A L

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Tonight - Kim SeokJin

  Hoy Me Tengo Que Ir - Emilio Osorio

                       ⏮  ⏯  ⏭


Renata:

Le había dicho a Joaquín lo que mi mamá y la policía querían.

Todo esté tiempo estuvieron en busca de él, a pesar de que la primera advertencia fue no dar aviso a la policía o a alguna autoridad, a mamá parecía no importarle nada. Cómo siempre.

—Mamá ya le dí aviso a Joaquín para que esté tranquilo... — le dije a mi mamá que se encontraba sentada en la sala con otros 4 agentes y varios policías.

—Si Renata, ya vente, si todo sale bien, en unos minutos tu hermano estará aquí.— caminé a la sala y el agente seguía haciéndome preguntas que me aburrían y yo solo podía pensar en lo que me había dicho Joaquín, el se había enamorado, se había enamorado de él. Pero uno no decide de quién se enamora. El merece ser feliz. No entiendo por qué no me había dicho antes, pude ayudarlo mejor.

—... ¿Entonces él se encontraba tranquilo...? — asentí y me dí vuelta para ir a la puerta principal y salir a tomar aire.
Pero mi mamá me retuvo de la la mano. Mi muñeca dolió.

—No seas mal educada y vuelve a sentarte y contesta las preguntas del agente...— dijo entre dientes.

—No, ya me aburrió y si todo sale bien, entonces esperaré a Joaquín afuera. — contra-ataqué. 

—... Renata... Renata — susurró insistiendo pero la dejé con la palabra y salí.

Aire fresco, paz....

                           [🦋]
Joaquín:

Tomé las cosas más necesarias, tomé al gato entre mis manos, en una mochila metí mi cuaderno y el libro del esclavo.

Intenté abrir la puerta, pero estaba asegurada, y aunque sabía que Emilio confiaba en mí, también sabía que él no quería que me fuera. Ahora lo único que quería era salir para rescatarlo a él.

Tiré con todas mis fuerzas de la puerta pero ésta se resistía a abrir. Me estaba muriendo por dentro, quería correr lo más rápido posible a él, mi alma pedía a gritos salir a por él, pensé en que yo no podría detenerlo o hacer algo, pero su sonrisa invadió mi mente, volví a jalar y esta se abrió.

Por fin.
Después de tanto tiempo.
Tantos días.
Tantas horas.
Tantos minutos.
Cada segundo.

Respiré el olor de la libertad.

Un paso. Un paso rompía todo.
Uno, dos, tres, cuatro, el viento pegaba en mi cara. Se sentía tan bien. Me volvía a sentir yo.

¿Si se sentía bien? Sí. Respirar aire del exterior nunca se había sentido tan bien.

Tomé a mi gato con todas las fuerzas y corrí, corrí como si no hubiera mañana. Sentía que lo perdía. Sentía que no lo alcanzaba, pero las ganas y el poder no permitirían tal cosa.

Disfrute de correr y ser libre.
Disfrute del aire.
Disfrute de cada segundo corriendo.
Disfrute de sentir mis alas entenderse.

Una calle, dos calles. Una carretera. Dos. Una tarde noche y el día terminaba. El sol se ocultaba, la luna daba paso a la obscuridad de la noche.

No habría explicación para describir tal euforia.

Una cabellera apareció ante mis vista. Aquella que ví aquel día al aparecer por primera vez en el almacén de los recuerdos antes de desfallecer ante el dolor.

Σstocolmo °° 𝔼𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒𝕔𝕠 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora