Narra Jorge.
Me encontraba en el sillón de la sala, recargado en Miguel, juntos veíamos una película, aunque a la vez me preguntaba si era prudente platicarle sobre lo ocurrido en el trabajo.
—Y... ¿Qué tal tu día? —lo miré.
—Muchos pacientes, ya sabes —respondió sin despegar la mirada de la televisión.
—Ya veo... —me pegué un poco más a él y noté un olor extraño— ¿Por qué hueles a alcohol?
—¿Eh?, Ah sí, una de las enfermeras me tocó accidentalmente con un algodón empapado de alcohol —se excusó.«Éste no es olor del alcohol normal, es vino»
—Bueno, supongo que estás expuesto a eso y a mucho más —dije no tan convencido.
Miguel solo asintió.
Por alguna razón empecé a dudar de lo que decía, no era algo que quisiera hacer, después de todo él no me mentiría.
¿Verdad?
Terminamos de ver la película y subimos a la habitación principal, como ya estábamos listos para ir a dormir solo nos acostamos.
Traté de acomodarme como solíamos dormir; De cucharita.
Sin embargo está vez él me dió la espalda, esperé unos minutos y vi que no pasaba nada.
Le dí la espalda y cerré los ojos algo confundido y triste.
—Buenas noches... —susurre.
...
...
...
Me encontraba sentado en mi escritorio, tenía un poco de café y unos dulces al lado, me sentía un poco desanimado, ciertamente estaba tardando un poco en acabar la nueva pila de papeles.
Le dí un sorbo al café y me llevé un dulce a la boca.
—Esto es mucha azúcar —reí por lo bajo.
La puerta de mi oficina se abrió.
—Hey, ¿Cómo vas? —era Fernando, aunque me era raro verlo a esa hora.
—¿Fer?, Oh, hola, pues... —miré la pila de papeles— ahí voy jeje
—Juraría que ayer estabas más animado, ¿Estás bien? —preguntó.El rinoceronte acercó una silla y se sentó en frente de mí.
—Sí, estoy bien Fer, jaja —sonreí débilmente— solo que hoy... ¿Cómo decirlo?, No es mi día
—Hmm, ya veo, sí necesitas algo solo dímelo, ¿Ok? —dijo seriamente.
—Sí, sí —dije no tan convencido.Fernando es una fursona agradable, aveces me sorprende en cuanto a las cosas que hace o la confianza que le tiene a los demás, a pesar de conocerlos poco.
Creo que no está mal, es un amigo más.
—Por cierto... ¿Qué haces aquí? —pregunté.
—Oh, es que acabé temprano la primera parte y me dijeron que la siguiente vendría después de la comida, así que... Tengo algo de tiempo libre —dijo.
—Oh qué bien, y yo aquí que no puedo acabar, jaja —dije.El rino se paró y se acercó más.
—¿Quieres que te ayude? —preguntó.
—¿Eh? —respondí.
—Si, ya sabes que esto implica dos acciones, subrayar y pasar al electrónico, puedo ayudarte a subrayar y tú solo lo tendrías que pasar, así acabas rápido y podemos irnos a comer —dijo.Tenía un buen plan, era de admitirse, sin embargo no terminaba de darme rareza su comportamiento.
—Uh... Bueno sí insistes —reí.

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It's Time (Furry/Gay)
Teen FictionAveces cuando creemos que nuestra vida no puede ser mejor, es cuando todo se viene abajo. ©Historia registrada queda prohibida su copia o plagio.