El Rey de Reyes, Noctis Lucis Caelum, se encontraba en su amplia habitación junto a la Oráculo, _____ Strife, su esposa.
Ya habían cumplido cinco años de casados, vaya que el tiempo pasaba rápido. Y claro que pronto su vida daría un giro de ciento ochenta grados gracias a un aviso de su amada.
Les cuento, en estos cinco años en los que ambos eran reyes de Lucis fueron algo complicados, reuniones, aprobaciones y negaciones a nuevos negocios, papeleo para la Reina, viajes largos para el Rey, nuevas proposiciones de monopolio y mucho más eran parte de su vida diaria, pero aún así, cuando acababan su trabajo y llegaban como zombies a su gran habitación disfrutaban al máximo la compañía del otro, tal y como cuando eran más jóvenes.
Y ya saben, también se daban "ese" tipo de amor cada vez que tenían oportunidad.
La excusa del monarca era que debían tener un sucesor lo más pronto posible para asegurar el legado de los Lucis Caelum y que estos siguieran manteniendo firmemente el legado de la luz en el mundo. Por supuesto que la albina supo en seguida que lo que su esposo decía solo era una excusa para esconder las tremendas ganas de tener un hijo con ella y a decir verdad, la idea no le molestaba.
Pero Noctis estaba tan empeñado con la idea que le pidió que le avisara cuáles eran sus días más fértiles antes o después de que llegara su menstruación, pero para su desgracia, la albina desde su menarquia había sido bastante irregular. De igual manera no perdió la esperanza y decidieron que la Reina estaría bajo control médico para tener un hijo lo más pronto posible.
Las visiones de ______ pronto se hicieron presentes, supo desde el primer día de control médico que dentro de pocas semanas quedaría embarazada, si, pero no pensaba decirle ni una sola palabra a su amado Rey.
Las semanas pasaban y pronto tuvieron un mes libre para descansar de todo el trabajo que habían tenido a lo largo del último año, y por supuesto, Noctis no desaprovechó ni una noche.
La albina, luego de una de esas agitadas noches, se preguntaba de donde su esposo sacaba tanta energía para hacer el amor, pero a la noche siguiente pudo ver que el color rojizo se apoderaba de los ojos de su amado y en seguida pudo sentir como un calorcito lujurioso se apoderaba de la habitación."Bendito seas, Ifrit." Era lo que pensó la albina en aquel momento.
*
Pero vayamos al grano, puesto que la albina estaba segura de que en una de esas maravillosas noches de aquel mes pudieron engendrar a su heredero, por eso ahora mismo estaban en la habitación.
—Sabes perfectamente que estas últimas semanas hemos intentado más que nunca tener un hijo o hija...— Ella suspiró y bajó la mirada, Noctis, con preocupación se levantó de su lugar y rápidamente se sentó junto a su esposa.
—¿Que sucede? ¿No podremos? ¿Tendremos que acudir a medios artificiales?— Comenzó a bombardearla con preguntas, pero ella solo le extendió un papel médico mientras fingía tristeza.
Noctis tuvo más miedo aún, y con cuidado tomó aquel sobre, se notaba que había sido abierto con anterioridad. Pero grata fue su sorpresa al leer el contenido de aquella prueba de embarazo que había sido hecha en el hospital un día atrás.
—Linda...— Ahora ambos se sonreían y la mujer acercaba las manos del ajeno a su vientre. —Tendremos un pequeño príncipe o una pequeña princesa.— Los ojos del hombre frente a ella se cristalizaban y las traviesas lágrimas corrían por las mejillas del susodicho.
—Te amo tanto.— Juntaron sus frentes, se miraron a los ojos por un par de segundos y finalmente unieron sus labios en un tierno beso, la mujer pasó sus brazos por el cuello del hombre, abrazándolo. —Siento como si fuese ayer cuando saliste de ese bendito cristal.— Habló la albina mientras posaba su mano en la mejilla de su esposo.
—Pero ya pasaron cinco años.— Habló el hombre mientras soltaba una risa y abrazaba a su amada por la cintura, procediendo a juntar sus labios en un dulce beso, dándoles certeza de que ahora en adelante solo llegarían cosas buenas a sus vidas.
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U
C
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A
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—¡Papá! ¡Mamá!— Una pequeña albina de ojos profundamente azules se lanzaba a los brazos de su progenitor, el cual la alzó en sus brazos y juntos se sentaron en el Trono, la madre de la princesa se sentó en el posa brazos de dicho asiento. —Volvieron, los extrañamos mucho.— La pequeña de cuatro años se acurrucó en el pecho de su padre y tomaba la mano de su madre.
—No dejaríamos solos a nuestros bebés por tanto tiempo, Luna.— Habló la albina mientras dejaba un beso en la cabeza de su hija mayor. —Por cierto, ¿En donde está tu hermano?—
—En su habitación.— En seguida la albina dejó una pequeña caricia en el cabello de su hija y se levantó del posabrazos.
—Iré a verlo.— Se inclinó un poco para poder besar a Noctis, la heredera al trono hizo un sonido de asco, a lo que los reyes rieron. —Vendré en seguida, su majestad.— Guiñó un ojo e hizo una reverencia a modo de burla.
La albina, con ahora largo y algo ondulado cabello se dirigió hasta la habitación de su segundo hijo, Yoru Lucis Caelum, de tres años. Una vez que estuvo en el lugar lo saludó y mimó para luego volver a dirigirse hasta la sala del trono.
Por fin ella y Noctis llegaron a ser una familia feliz junto a sus pequeños hijos, sabían que ya nada podría hacerlos separarse.
O quizás si...
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Segunda parte: "Shadow [Noctis Lucis Caelum]" Aún no disponible
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Pacify Her [Noctis Lucis Caelum]
Fanfic•Los personajes no me pertenecen, yo solo soy creadora de _____ Strife. •Historia basada casi al 100% en Final Fantasy XV, puede contener spoilers.✨ 🗡14/07/2019 ✿Logros✿ ✿#1 en FinalFantasy ✿#1 en Noctis ✿#1 en FinalFantasyXV ✿#1 en PromptoArgentu...