Pacify Her [Noctis Lucis Caelum]

Chapter Thirteen: Aranea.

_____ POV's

—Creo que es hora de parar.— Habló el Canciller, quien apareció prácticamente de la nada.

Todos bajamos las armas y Ravus se apartó de nuestro lado, más el escudo que era emitido desde el Sello de Oscuridad no desapareció.

—¿Está todo bien, Altezas?— Nos preguntó a mí y a Noctis, él me hizo una señal con la cabeza para que "desactivara" el escudo, hice caso omiso.

—Más que bien.— Respondió mi novio.

—No te preocupes, linda. Estoy aquí para ayudar.— Guiñó un ojo hacia mi persona y, con una mueca de asco hice que el "campo de fuerza" o escudo desapareciera.

—Tsk, a ver cómo intentas ayudar.— Escupí.

—Replegaré al ejército.— Habló el pelirrojo.

—¿Y piensas que nos lo vamos a creer?— Habló Gladio, poniéndose en pie nuevamente.

—Nuestro próximo encuentro será más allá del océano.— Comenzó a caminar lentamente. —Se ve que todos tenemos nuestros asuntitos con cierta Sidérea protectora ¿Me equivoco?— Miró a Noctis fijamente y...parecía estar burlándose de nosotros. —Nos vemos, majestades. Buen viaje.— Le hizo una seña a Ravus, para que se retirasen.

—¡Espera!— Todos me miraron, Ignis sabía lo que iba a hacer. —Tu no te llevas a Ravus a ningún lado.— Dije segura, y acercándome al hermano de Lunafreya lo tomé firmemente del brazo no metálico. —Tu y yo tenemos cosas de que hablar.— Dije con el ceño fruncido y mirándolo seriamente.

—Como desee, su majestad.— Ardyn se vió molesto ante mis palabras y actos, se retiró del lugar.

Sin esperar más arrastre a Ravus conmigo a un lugar más apartado, pero pude llegar a oír a los chicos hablar mientras me iba.

—Hace dos segundos querías matarme, ahora me traes contigo, no estoy entendiéndote.— Habló él y yo simplemente lo miré a los ojos.

—Quiere convertirte en un cadente.— Hablé sin rodeos.

—¿Qué? Basta _____, no puedes decir una excus- .— Lo corté antes de que terminara su frase.

—¡Va a convertirte en un cadente, Ravus! Ardyn Izunia no es quien dice ser, ese hombre fue maldecido por la santálita.— Le grité. —Y si le sigues ahora...cuando seas un cadente tendremos que acabar con tu vida.— Lágrimas escaparon de mis ojos, él fue mi amigo, mi pareja... —Sabes de mis sueños premonitorios, me conoces... no te estoy mintiendo, por favor créeme.— Susurré mientras me abrazaba a mi misma.

Y pronto sentí sus brazos al rededor de mi torso, me abrazaba también.

—Yo...no sé qué decirte.— Cerré los ojos y correspondí su abrazo. —Sé que no mientes, solo que... ¿Es en serio ese mi futuro?— Asentí. — ¿Sabes lo que pasará con Luna en Altissia?—

—No creo que quieras saberlo— Dije separándome y limpiando mis lagrimas.

—Morirá ¿No es así?— Me mantuve callada. —¿Quien es el culpable?— Sus facciones se tensaron.

—Ardyn, no ví en las visiones con que le aplicará a la daga, pero si... él la asesinaría.— Suspiré y saqué una daga del arnés en mi pierna y con el filo de esta apunté a mi estomago, en la parte izquierda. —Aquí mismo—

—Haz algo para salvarla... o que Noctis se encargue de impedirlo— Cerré los ojos con fuerza, lo que menos quería era salvarla a ella. —_____, por favor, se de todo lo que te hizo pero sigue siendo mi hermana.—