Día 10. Patrón - Pattern. Fantina.

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La música restalló en cuanto hizo acto de presencia. —¡Muy bien, hoga del espectáculo, todos a sus puestos! — Con dos palmadas hizo que todo el equipo del Auditorio se pusiese manos a la obra para preparar la actuación. La actuación estelar de aquella noche. Desde el exterior el Auditorio parecía emanar tranquilidad, con todos aquellos espectadores haciendo cola, ajenos a la algarabía que estaba por comenzar en el interior.

El personal de atrezo movía paneles de un lado para otro, como si hubiesen ensayado esos movimientos toda la vida. —¡Tened cuidado con la pagte tgasega del camión, es la clave paga el inisio de la actuasión! — Conforme avanzaba a través del gentío de trabajadores, daba órdenes a diestro y siniestro, tratando de asegurarse de que todo quedase perfectamente milimetrado. —¡Mon Dieu, los Ludicolo nesesitan instgumentos más ggandes, sacad todo el agsenal! ¡Y los Gagdevoig, asegugáos de que sus túnicas bgillan tanto o más que los focos!

El golpe de sus tacones resonaba al ritmo que marcaba la melodía del Auditorio. Cada uno de sus compañeros de trabajo le dedicaba una simpática sonrisa o saludo conforme la líder revisaba cada detalle de lo que estaban encargados de hacer.

—Este show segá magnifique! Parfait paga abgig la tempogada como Agseus manda. ¡Sois magavillosos! ¡Que no baje el gitmo! —Con un griterío de entusiasmo, fue despedida de la entrada principal mientras se adentraba en los pasillos reservados para el personal del auditorio. Allí un gran número de personas y Pokémon iban y venían con papeles, ropajes, cajas... un sinfín de cosas que, en apenas cincuenta minutos, debían estar listos para cumplir con el horario.

—"¡Fantina, madame! Por fin estáis aquí, respecto a la retransmisión del programa, las televisiones de Kalos, Kanto y Jhoto emitirán el programa en directo a pesar de la diferencia horaria, mientras que el resto de las regiones próximas lo hará en diferido para asegurar un mayor número de seguidores, ¿estáis conforme?" —Aquella muchacha de pelo corto y azulado seguía el ritmo de Fantina sin problema, al tiempo que esquivaba una serie de obstáculos a lo largo de la caminata. —Todo suena magavillosamente, quegida. ¡Qué hagía yo sin ti! —La muchacha sonrió casi al instante. Sin duda trabajar con Fantina era una maravilla por el carácter de ella y el ambiente de trabajo, pero cuando la cosa se ponía seria, como en aquel caso, los nervios y tensión estaban a flor de piel. Aquel comentario hizo que respirase aliviada, antes de continuar con más información.

—"Sé que es una pregunta estúpida, pero es el último paso antes de tener todo listo. ¿Están todos los protagonistas aquí?" —Fantina paró en seco, haciendo un pequeño ademán con la mano, sonriente, antes de darle a la joven lo que pedía. —¡Pog supuesto, hoga de ponegse a punto, quegidos! —Con un suave chasquido de sus dedos, los cuatro hicieron acto de presencia.

Mismagius estaba especialmente brillante aquella noche, además de visiblemente feliz. Su cabeza se agitaba suavemente al ritmo de la música, deseosa de ponerse manos a la obra. Gengar, por su parte, se mostraba como siempre ligeramente osco y frío, pero sólo hizo falta el travieso chichar de Banette para que ambos se pusiesen a dar vueltas alrededor de Fantina. Drifblim, por último, giraba sobre sí mismo a un ritmo tranquilo, observando todo el panorama.

—"¡Ma-ra-vi-llo-so! Por favor, pasad al camerino, ¡tenemos apenas media hora!" —Sin más dilación, los Pokémon atravesaron la puerta antes de que la muchacha pudiese siquiera abrirla. Entró ella primero, seguida de Fantina, quien cerró la puerta detrás de ella.

Se hizo la luz, y ante ellos, cuatro maravillosos trajes aparecieron ante ellos. Fantina se llevó las manos al pecho, visiblemente feliz y satisfecha con el resultado. —"Nos hemos guiado milímetro a milímetro por los patrones que vos misma diseñásteis. Esperamos que sean perfectos y les siente como anillo al dedo a todos ellos."—Los Pokémon, al mismo tiempo, estaban estupefactos. No contaban con tener que ponerse nada encima, y la sola idea les fascinaba, incluyendo a Gengar, que fue el primero en aparecer en el interior del que sería su atavío esa noche.

El Pokémon contaría con una imitación de esmoquin negro pero repleto de minúsculas lentejuelas negras que, al moverse, daban una preciosa sensación de brillo constante. Por no hablar del sombrero de copa a juego y el bastón. Le faltó tiempo para ponerse a molestar a Banette, que en su caso llevaba una túnica amplísima, también oscura, pero que gracias a la manera de moverse del Pokémon, parecía una serie de sombras que repetían los movimientos del Pokémon a modo de canon.

Drifblim contaba en su caso con un velo – guante para cada uno de sus brazos. Así, cuando el Pokémon giraba sobre sí mismo, su estela parecía no acabar nunca. Finalmente, Mismagius llevaba un tocado que ampliaba el tamaño de su sombrero, dándole un dinamismo casi mágico con cada movimiento del Pokémon. Además, una serie de collares y brazaletes que debería mantener levitando junto a ella, hacían del conjunto algo magnífico.

Un toque en la puerta llamó la atención de todos. —"¡Diez minutos!" —Fantina, junto a la muchacha, no pudieron reprimir un grito agudo de emoción, sumado al de los Pokémon, encantadísimos con la indumentaria. —¡Sea pues, digectos al essenagio pginsipal! ¡Ya oigo el bagullo del público! —Salió por la puerta, no sin antes detenerse en seco para dirigirse nuevamente a su ayudante. —Andgea, eges toda una agtista. —Un guiño simpático fue el último gesto de Fantina antes de salir rauda de cabeza al escenario principal. Andrea, por su parte, acabó dejándose caer sobre uno de los sofás del camerino, agotada, pero con la satisfacción de haber hecho un trabajo de diez.

[https://youtu.be/Alq056oB4fE ]

Las luces se encendieron, y de la mencionada parte trasera del camión emergió Gengar, rodeado al instante por cuatro Ludicolos que seguían el son y la música marcada por los altavoces, animando al público con sus movimientos perfectamente sincronizados con Gengar. El brillo que el Pokémon emitía, acompañado por sus Fuegos Fatuos, convertían el escenario en una fuente de luz preciosa, que el público recibía con aplausos y vítores.

Banette salió disparado del interior de una caja de música gigante, sobre la que danzó los primeros instantes de su coreografía, para después unirse a los cuatro Gardevoir, con túnicas despampanantes cuya elegancia nada envidiaba a la centelleante capa de Banette, que ahora movía sus brazos de la manera tan original que acostumbraba, mientras que los Gardevoir hipnotizaban al público con sus Brillos Mágicos recorriendo toda la parte superior del Auditorio.

La luz se apagó en el escenario principal, centrándose los focos sobre el público, donde Drifblim, entre cuatro Chandelure, giraba boca arriba, boca abajo, y en todas las direcciones, rodeado por las Pirotecnia de los Chandelures, que a su vez giraban completamente acompasadas con el Pokémon Globo. Las chispas incendiaron los velos de Drifblim, que en un amago de Explosión, se desintegraron cual fuegos artificiales sobre un público que estaba ya completamente entregado, no pudiendo apartar la mirada de la actuación en ningún instante.

Finalmente, el turno de Mismagius se inició con ella en el pasillo central del patio de butacas, rodeada de espectadores. Comenzó su danza al tiempo que, a lo largo de todas las gradas, fueron iluminándose pequeñas luces moradas correspondientes a Litwick perfectamente colocados y sincronizados que, siguiendo un patrón previamente ensayado, aportaban un efecto óptico perfecto a la actuación.

Tras el juego de luces en el que ellos fueron los protagonistas, Gengar, Banette, Drifblim y Mismagius aparecieron de nuevo en el centro del escenario, rodeando a Fantina, quien, desde aquel instante, y siguiendo el ritmo del puente final de la canción, bailaba y se movía como todos esperaban que lo hiciese, siendo la guinda a una actuación impoluta que el público aplaudió y ovacionó en varias ocasiones a lo largo de la noche.

FicTober 2019Where stories live. Discover now