Doce

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-¡Fue Leví!-exclamó el sujeto justo cuando Kaori,lo levantaba por la ropa.

Lo dejó caer con fastidio y el pobre tipo quedó ahí temblando de miedo.Quiso escabullirse,pero se encuentro con Bills y su mirada de "te mataré"que lo hizo volver hacia Kaori, que miraba el panorama con desazón. Todo el último piso estaba dañado o al menos gran parte de el. El dios miró a Whis y este entendió.El ángel giró el bastón,en su mano, y comenzó a reparar la estructura ante la mirada estupefacta de Kaori,quién sintió como Bills le rodeaba el cuello con el brazo para poner delante de su nariz el pagaré. Kaori se sonrió y tomo el trozo de papel para partirlo en dos.

-Estamos a mano-le dijo la muchacha.

-De ninguna manera. Las comidas de Whis no valen lo que él,está reparando-le señaló el díos-Tú estas en deuda conmigo ahora,Kaori.

-Bien...Cuatro cenas grátis y un pase al casino-le dijo la muchacha.

-¡Es muy poco! Que sean seis y otra cita contigo...

-Esas son gratis-le dijo Kaori volteando a él,con una coqueta sonrisa.

El sujeto responsable del incendio intento alejarse gateando,mientras esos dos se miraban de una forma muy peculiar,pero su intento fue frustrado por ambos que,al mismo tiempo,le pisaron parte de la ropa y lo miraron de una forma que lo dejó petrificado.

-Vuelve-le dijo Kaori en un tono serio y algo triste a la vez, mientras se paraba de puntas para besar el costado de la boca del díos.

Kaori sujetó al tipo de la ropa y lo sacó del lugar diciéndole a Bills,que ella resolvería todo,pero él no quedó tan convencido.

Kaori no mintió está vez y Bills tenía razón, ella no recordaba como llegó a ese planeta y tampoco mucho de su antigüo hogar en la Tierra. La llevaron allí cuando era una niña y la vendieron a una especie de prostíbulo,donde los millonarios buscaba mujeres de planetas distantes, que les resultaban exóticas.Ella se las arregló para escapar antes de que le pusieran una mano encima. Quedó perdida en un mundo extraño y vago por las calles mendigando,
asi cayó en poder de un sujeto que la entreno para cometer asesinatos,pues como era una niña no llamaba la atención y nadie sospechaba de ella,pero al crecer el sujeto la cambio por otra y ella pasó a trabajar para maleantes. Se ganó muchos enemigos y varias veces trataron de matarla,mas salió bien librada de ello. Aún así la constante persecución la agotó y cambio de vida,como de nombre.Se metió en problemas terminó debiendo dinero a unos contrabandistas y así acabo vendiendo su mercancía en las calles, manteniendo un bajo perfil.

Kaori siempre se enfrentó a sujetos más poderosos,más fuertes y aprendió a que no se les debe mostrar temor y que se les debe enfrentar,así no tengas la oportunidad de vencer.Siempre a la defensiva y alerta;siempre soberbia y atrevida,también se ganó la atención de algunos líderes de la mafia,uno de ellos era Leví de quien rechazo sus galanterías y el resultado era la persecución de este en represalia.
De eso se enteró Bills,tras interrogar al segundo sujeto involucrado en el atentado,al que Whis dejo prisionero en la primera planta del edificio.

-Es una mujer un poco problemática-comentó Whis-Considere bien si quiere involucrarse con ella.

Bills lo miró de reojo.

-Es usted un dios de la destrucción y debe mandar ciertos estatus en cuanto a las relaciones que sostiene-continuó el ángel-Sean cuales sean.

-Lo que dices es que no debería relacionarme con una mujer vinculada al bajo mundo. Bueno si lo hago o no,es algo que decido yo,Whis...

-Mi deber es brindarle guía y eso hago,por favor no lo tomé a mal señor Bills-le señaló el ángel en respuesta al tono que su señor uso con él.

El dios se quedó allí,de pie reflexiónando. Nunca hacia algo que pusiera en riesgo su reputación como dios de la destrucción. Era orgulloso de ser lo que era y la verdad manchar la visión que los demás tenían de él, no le venía en gracia,pero Kaori...

-¿Señor Bills?-lo llamó el ángel.

-¿Qué quieres Whis?

-¿Volvemos a casa?-le preguntó el ángel.

-Sí...

Kaori resolvería sus problemas. Ella los conocía y sabría cómo hacerlo. No era su trabajo interferir en los asuntos de los mortales,aun si el mortal era de su interés. Partieron de ese planeta sin inmiscuirse en lo que a Kaori atribulaba.

Kaori guardaba sus armas en algunos lugares del hotel. Le gustaban y se sentía segura con ellas. Se cambio,se armó y salió a buscar a Leví,sin meditarlo lo suficiente.

Bills durmió un par de días y al despertar fue Kaori su primer pensamiento. Se dio un baño y fue a comer,pero de forma menos ansiosa que de costumbre. Estaba más callado, más pensativo y en ocasiones se quedaba mirando el plato de comida o el vaso con bebida,
largo rato,antes de probarlo. Era obvio que  estaba preocupado por algo y si bien Whis,sabía que era esperaba, que su señor,que lo ignorara.

-Whis...

-Dígame señor Bills...

-Quiero comer de esos pastelitos que te dio Kaori.

-Lo siento,no quedan-le respondió el ángel.

-Vamos a buscar algunos, pero lleva algo con que pagar.Esa mujer seguro nos cobrará por lo que comamos.

Llegaron al lugar y todo parecía estar en orden,mas cuando en la recepción el dios preguntó por la señorita Kaori, le dijeron que hace dos días no volvía al hotel. Aquello intrigó a Bills,que le hizo algunos cuestionamiento,pero el sujeto no sabía absolutamente nada de ella y un presentimiento oscuro se apoderó de él.

-Whis...Busca a Kaori-le dijo el dios.

-Lamentablemente  no puedo hacerlo ya que la descripción de la señorita Kaori no tiene nada especial y no sabemos su nombre  real -le dijo Whis

Bills dio un gruñido y subió,sin consentimiento,al último piso con un propósito desconocido.

Corazón de VerdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora