veinte y tres

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"Será lo que deba ser" dijo ella y la verdad nunca se preocupó demasiado por su futuro. Tal vez porqué se sentía demasiado seguro,pero en el último tiempo habían estado sucediendo ciertos  acontecimientos que lo hacían dudar de cosas que antes ni siquiera le importaban.

Era aún muy temprano,a fuera llovía y las gotas de agua se deslizaban por el vidrio de la ventana. Bills las miraba formar caminos en solitario para luego unirse unas a otras caprichosamente. No durmió esa noche,se sentía extrañamente a la deriva. Le llegaba a dar envidia ver a Fai dormir a su lado,usando su brazo como almohada,el que por cierto tenía medio dormido,pero que no retiraba de su lugar.

No era raro para él perderse en sus pensamientos,mas si lo eran las ideas que tuvo esa noche. Por un momento consideró la posibilidad de hacer vida de familia con Fai.Se imagino en una casa sencilla con un par de niños corriendo por ahí y se sonrió irónico hacia si mismo;él no era así. No,él no era de esos que toman la responsabilidad de una familia.Él no era de los que hacían grandes esfuerzos por otros, ni era lo suficientemente no egoísta para compartir su vida. Sonaba bonito todo el asunto,pero no. Como esposo  sería ineficiente y como padre demasiado distante; no él no estaba hecho para esas cosas. La quería si,la amaba como se lo dijo esa noche;pero es que había cosas que no estaba dispuesto a transar. Su mundo ideal sería tenerla así precisamente.A la distancia y cerca a la vez;siempre suya.

Un pellizco lo hizo medio levantarse viendo a su lado intrigado,pues Fai acababa de sujetarse de su costado con fuerza desmedida y usando sólo las uñas. Estaba dormida y soñaba algo que la angustiaba bastante. Veía su ceño fruncido y sus párpados apretados como si contuviera algo. Finalmente dió un grito de dolor despertando bruscamente. Se abrazo así misma y su negro caballo le cubrió el rostro,por lo que Bills tuvo que apartarlo para mirarla,
mas ella se lanzó a sus brazos bastante asustada. La medio abrazo tomando una posición más cómoda y se quedó así con ella hasta que la muchacha se calmó.

-¿Sabes porque tengo esta cicatriz?-le pregunto Fai.

-Nunca me has dicho la verdad de eso-le respondió Bills, frotándole la espalda con su mano izquierda.

-Tenía doce años la primera vez que mate a un hombre. Era un pedrastra así que fue fácil para mí hacerlo caer en la trampa.No me arrepiento de haberlo asesinado,pero resulta que ese sujeto tenía amigos y sus amigos me capturaron para vengarse. Ellos quemaron la mitad de mi cuerpo echandome combustible encina-le dijo sin apartarse de él-Pensé que iba a morir.Estaba aterrada y muy adolorida. El olor de mi piel y carne quemada aún lo siento a veces...

Una historia triste,pero que no lo impresionó,sin embargo,la abrazo más fuerte así le decía que todo estaba bien ahora. Se quedaron así varios minutos, hasta que un artefacto semejante a un teléfono celular vibró sobre la mesa de noche y Fai estiró el brazo para tomarlo.

-¡Esto no puede ser!-exclamó con una sorpresa desagradable.

-¿Qué sucede?-le pregunto Bills.

La noticia era universal. Estaba en todas partes;"el dios de la destrucción Bills sorprende a su novia engañandolo con el príncipe de Serion" y la fotografía de portada era la escena del restaurante. No podían creer el escándalo de farándula que se armó. Bills estaba furioso y lo único que quería era encontrar el responsable de semejante falacia para volverlo polvo. Caminaba por los pasillos con las manos enpuñadas  y gruñendo mientras el entrecejo casi se le partía en dos. Fai lo llamaba para evitar que hiciera algo inadecuado cuando,Whis apareció frente a ellos.

-Buenos días-dijo cortéz

-¡No te dije que no eras bienvenido aquí! ¡Lárgate!-le dijo Fai al ángel.

-Créame que no me atrevería a venir aquí si no fuera por algo muy importante-le dijo Whis-Señor Bills,el Gran Sacerdote quiere verlo.

-¿Por qué?-le preguntó el dios.

-Creo que la noticia llegó demasiado lejos-le dijo Whis.

Entendiendo aquello y bastante inquieto con el asunto,Bills se resignó a presentarse al templo del rey de todo.

-Tengo que irme-le dijo a la muchacha-¿Estarás bien?

-Lo resolveré-le dijo Fai-Ve tranquilo...

-No estoy preocupado,no por ti al menos-le dijo el dios a lo que ella se sonrió-Whis, espérame a fuera.

El ángel salió tal como llegó y entonces Bills la tomo por la cintura para llevarla a él.

-No me importa lo que estés haciendo no quiero que te cases con ese principito-le dijo-No hace falta que hagas tal cosa para ser libre de tu pasado.

-¿Qué hago entonces? ¿Esperar a que vengas en tu caballo blanco... bueno en tu ángel azul a salvarme?-le cuestionó Fai con una sonrisa divertida.

-Espérame-le dijo y le dió algo entre una mordida y una lamida en el cuello.

-No somos de esos Bills-le dijo ella  entendiendo lo conllevaba esa palabra.

-Pero tampoco de los otros...Espérame-le reitero y le hizo una caricia en la barbilla.

Fai lo abrazo con fuerza y él respondió de la misma forma, respirando el aroma de esa mujer que emanaba sublime y entraba por sus fosas nasales, encendiendo todo en su interior. Mientras que para Fai, eran los brazos del dios el sitio más seguro del universo,mas en esa oportunidad sintió algo distinto;algo que no hubiera podido explicar jamás. Le beso el costado de la boca como acostumbraba a hacerlo y él se aferró a su cintura, con una intención muy clara;no soltarla porque sintió que esa era la última vez que la vería. Una especie de presentimiento que lo llevó a usar sus garras,para arrebatarle un mechón de cabello sin que ella no lo notara.

-Eres mía,no lo olvides-le dijo el dios y salió volando por la ventana.

-No lo haré-susurro la muchacha y llevo sus manos a su vientre.

Siempre se preguntó cómo hubiera sido ese hijo que nunca nació y en ese momento pensó que le hubiera gustado que se pareciera a él. No ella no imagino una familia,pero le hubiera gustado que las cosas fueran diferentes.

Corazón de VerdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora