veintisiete

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-Lamento haberte metido en el calabozo,pero era la única forma de pasar por el control si que hicieran demasiadas preguntas-le dijo el capitán de la nave.

Aquel sujeto de aspecto reptiliano era un viejo conocido suyo. Le pidió que la llevará a un tranquilo planeta en el sur del universo,donde pensaba establecerse a esperar el momento del alumbramiento. Su vientre no crecía gracias al manto de plumas,el mismo que evitaba que Whis o cualquier otro ángel la encontrara,pero no podía quitárselo o sería descubierta. En los últimos dos meses llevó a cabo un par de trabajos para tener dinero y vivir en aquel lugar campestre,dónde no había absolutamente nada tecnológico y tampoco se permitía su ingreso. Así que al llegar a la ciudad principal,le quitaron todo lo que llegaba salvo por la ropa y el dinero. Sabía que sería así,mas no tanto. De cualquier forma no llevaba algo relevante en su equipaje. Lo importante estaba dentro de ella.

Había tomado la costumbre de hablarle al bebé de vez en cuando o cuando estaba aburrida. Caminó a la casa dónde viviría, le iba relatando algunas cosas de su vida y lo que les esperaba de ahora en adelante.

-Tengo decirte que no es muy probable que conozcas a tu padre-le contaba a su pancita que acariciaba con ternura-No nos dejó,ni nada por el estilo. Es más ni siquiera sabe que existes.Tal vez nunca lo sepa y es triste porque le dije algo horrible la última vez que lo ví. Es un tipo algo difícil sabes,pero conmigo no fue así...conmigo fue ligeramente distinto...

Se perdió por el sendero hacia el bosquecillo hablando jovial.

Whis no pudo encontrar a Fai, eso le llamó bastante la atención. Su cetro no es infalible,pero con la cantidad de datos que tenía de la muchacha fácilmente podía haber dado con su paradero.

-Existe la posibilidad de que está muerta-indico Whis-Bueno si es así sólo debo...

-¡No es necesario!-exclamó Bills-Si está muerta,delaja en paz.

El tono fuerte y oscuro con el dios pronunció esas palabras, hicieron pensar a Jerez y su ángel que Bills,estaba consternado con la posible noticia,mas Whis no se convenció de aquello. En efecto Bills busco causar una impresión de congoja para que su ángel perdiera interés en el paradero de Fai, pero es que este lo conocía demasiado bien y probablemente le había quedado la duda sembrada. Si sólo Jerez no hubiera aparcido.Pero gracias a ella supo que la muchacha no estaba;se escondía y si lo hacía es porque tenía un muy buen motivo y que mejor motivo podía haber, que proteger a su hijo. Ahora estaba seguro,ella estaba embarazada y lo único que él podía hacer por ella era arreglárselas para evitar que Whis la encontrará. No conocería a su hijo y no volvería a ver a su madre,pero al menos ambos estarían bien ¿Quien iba a pensar que él se iba a preocupar tanto por otros? Ni siquiera él mismo,pero el tiempo lo cambia todo;nada pertenece inmutable  y él, que siempre fue pilar de soberbia y egoísmo había comenzado a fisurarse.

Su vida se le fue volviendo pesada y monótona más allá del la calma y seguridad. Sus años a cuestas le estaban reclamando las cosas de los mortales que el siempre ignoro. La necesidad de pertenecer a alguien era un  ejemplo de eso,como también lo era dejar huella de su existencia más allá de sus hazañas en combate. Los mortales siempre buscan el reconocimiento de otros: por su labor,por sus talentos,por ser ellos nada más y aunque él parecía haber sufrido una especie de amnesia selectiva respecto a su origen,no era ajeno a cosas como esa ¡aun que se las negara a si mismo! Mucho había pensado Bills en ese tiempo, realmente mucho y estaba inclinando la balanza a un lado, mas necesitaba algo antes de decidir qué hacer con ese asunto.

-¡Señor Bills!-le llamó Whis.

El dios lo miro por encima de su hombro. Iba caminando sin rumbo por el jardín cuando ese ángel lo llamó.

-¿Realmente no le interesa saber de la señorita Fai?-le cuestionó.

-Me interesa-respondió Bills sabiendo que mentir no era buena idea-Pero prefiero no saber más de ella,eso es todo.

El ángel lo miró dudoso.

-No me quiera ver la cara de estúpido,usted ama a esa mujer y se lo posesivo que puede llegar a ser de cualquier cosas que le cause algún interés,como para que esté tan apacible con la desaparición de la señorita Fai -le señaló el ángel.

Bills estaba de espaldas a Whis así que este no notó el leve sonrojo en la cara de su señor al ser expuesto de esa forma,se desvaneció rápido para ser reemplazado con una expresión fría.

-Si me importa o no me importa no es asunto tuyo...

-Lo es si debo cubrir otro incidente-le dijo Whis seriamente.

Bills día un gruñido y se alejó.

-Ella está embarazada ¿verdad?-le dijo Whis y Bills siguió su camino fingiendo-Es una mujer muy hábil,se a escondió de un ángel,pero nada es infalible...la encontraré.

-¡No te atrevas a..!-le dijo Bills,pero cuando se dio la vuelta Whis ya se había ido-¡Maldito seas,Whis!-le grito el dios con todo su resentimiento y rabia, pero de nada le sirvió.

En ese momento Fai sacaba agua del pozo para llevarla a casa cuando sintió un dolor en su vientre. Lo atribuyó a otra de las tantas patadas que le daba su bebé,pero en la segunda ocasión entendió que no era eso.

-Es muy pronto-le dijo a su vientre conteniendo el dolor -Bueno...Considerando quien es tu padre tal vez no,pero...

Fai miró con desesperación a su alrededor. La aldea más próxima estaba a medio kilómetro,no había nadie en el lugar y su casa estaba a treinta metros que no iba a abarcar. Rompió fuente y entonces se resignó a la idea de dar a luz ahí mismo. Se le había hecho hábito llevar falda así que eso ayudaba un poco,pero tenderse en el suelo no era muy seguro para él bebé por lo que se quitó el manto de plumas para usarlo de alfombra y se preparó para el alumbramiento. No sabía nada de partos,pero temiendo enfrentar una situación semejante había estado leyendo al respecto.Sólo esperaba poder de a luz un ser como ese que sería un híbrido. Allí en el suelo duro y a la intemperie,en total soledad,llena de miedo; Fai trajo a su hijo al mundo. Su llanto punzo en el silencio del lugar como una saeta que rompe el viento...

Corazón de VerdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora