Capitulo 3

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- ¿¡Te lo comiste, verdad?! - La voz ya mucho más grave de Sophia resonó en toda mi habitación. Si, había decido hablar con ella. La extrañaba, y mucho, no lo voy a negar. Siempre le he confiado todo, desde jardín de niños, es probablemente la única persona que sabe mis más oscuros secretos. Me conoce mejor que nadie, sabe más de mi que mi propia madre. Su sonrisa siempre me pareció genuina y única, tiene la posibilidad de iluminar y alegrar así sea un funeral.

- No... - Comencé a negar -

- Pero querías - Me interrumpió con una sonrisa coqueta, lo que causó que me mordiera el labio y agachara la mirada. Un chillido de emoción salió de su garganta. - Joder, Alex... Pensé que nadie jamás llegaría a tu pequeño corazoncito negro de hielo. - Bromeó.

- Ah no - Levanté la mirada y encarné una ceja - Ahí te equivocas. El nada que ver conmigo, ¡Eh! - Me señalé el pecho seguido de comenzar a fruncir el ceño. ¿Se lo imaginan?. Blake y yo teniendo mera posibilidad de tener algo, jamás. Lo único qué hay entre nosotros es tensión sexual, y mucha. Porque mierda, hasta el más ciego se daría cuenta de las ganas que nos traemos. - Solo es un loquito con el que me gusta hablar. - Una sonrisa burlona se posó en mi rostro recordando todo lo que le había dicho. Animal, loco de mierda...

- Tienes la misma sonrisa de estúpida que ponías cada vez que mencionaba a Justin cuando éramos niñas. - Escupió la rubia sacándome de mi trance, cuando le vi tenía una sonrisa entre burlona y coqueta. - Acéptalo, te gusta al menos un... - Apretó uno de sus ojos y casi rozó su dedo índice con el pulgar - Poquito.

- Jamás. Sabes que lo único que siento es odio. - Rodé los ojos.

- ¿Y a mi me odias? - Se agarró el pecho fingiendo indignación, lo que causó que una sonrisa divertida brotara en mi cara. Siempre había sido muy dramática.

- Obvio no, tonta - La empujé ligeramente. Estábamos sentadas en mi cama en posición de flor de loto. Una sonrisa tierna fue la respuesta que ella me dio. Nos quedamos mirando por unos segundos en silencio.

- Te extrañé mucho idiota. - Agarró mi mano - No me vuelvas a alejar ¿Si? - Pude ver en sus ojos el claro dolor. Pobre. No me alejé de ella porque no la quisiera, sino por miedo, sentía que entre más personas hubiera en mi entorno, más posibilidad tendría de lastimarlas. Puesto que, piénsenlo. No ha de ser divertido pasar el tiempo con una chica que ni reír puede. Pero ya me di cuenta que eso era un pensamiento estúpido, yo quiero a Sophia y ella a mi y eso es todo lo que importa. Me solté de su mano y me recosté en la cama boca arriba.

- Obvio no tonta x2. Me porté como una estúpida - Ella se acostó al lado mío - Bueno, aún no te he contado la mejor parte.

- ¿Que casi te hubieras besado con el, no fue la mejor parte? - Yo negué con la cabeza.

- Después de romper un poco la tensión me dijo que mañana nos saltáramos la terapia y fuéramos directo a ese lugar.

- Y tú le dijiste que si ¿verdad? - Me interrumpió claramente fingiendo su emoción, en vano.

- No... - Mierda, estaba tan concentrada en Blake que me olvidé contarle lo de Justin. - Justin me invitó a salir esta mañana - Me encogí de hombros y me volteé para verla. Su boca se encontraba abierta en una gran "o" y sus ojos en cualquier momento se saldrían. Se incorporó sin dejar de mirarme y di un pequeño salto al escuchar su fuerte grito.

Solitariamente juntos © [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora